Martes, 23 de Abril 2024
Jalisco | Juanita es una de los cientos de niños atendidos por el CRIT

Deja todo para llevar a su hija a recibir rehabilitación

Juanita es una de los cientos de niños atendidos por el Centro de Rehabilitación Integral Teletón

Por: EL INFORMADOR

Lupita Medina viaja todos los lunes desde Atotonilco para que atiendan a su hija. EL INFORMADOR / A. Hinojosa

Lupita Medina viaja todos los lunes desde Atotonilco para que atiendan a su hija. EL INFORMADOR / A. Hinojosa

GUADALAJARA, JALISCO (04/ENE/2016).- No importa que la hora para levantarse sea cuando todos están dormidos. Tampoco importa no tener dinero para comprarse una blusa o algún chocolate que le guste. Mucho menos importa que tenga que cargar a su hija para subirla al cuarto o bajar la pendiente de la cuadra donde está su casa, en un cerro del municipio de Atotonilco el Alto.

Para Guadalupe Medina, de 44 años, mejor conocida como Lupita, cualquier esfuerzo es poco comparado con el amor que le tiene a Juanita, su hija de siete años y cuatro meses, quien vive con parálisis cerebral y síndrome de Seckel, que la hace ser una niña de talla baja y anomalías faciales.

Todos los lunes, Lupita lleva a Juanita al Centro de Rehabilitación Integral Teletón (CRIT), por lo que ese día se levanta a las 4:30 horas, se arregla, cambia a Juanita, le hace desayuno y comida, y prácticamente corre con su hija en brazos al DIF Atotonilco, de donde sale una camioneta que la lleva al centro, en Tlaquepaque. Cuando el DIF no tiene salida al CRIT, la levantada es más temprano y las dos toman un camión foráneo hacia Guadalajara.

En el CRIT, Lupita es reconocida por su perseverancia, fuerza, disciplina y compromiso con las terapias de Juanita, quien entró hace dos años al centro y recibe terapias de diferentes tipos con los rehabilitadores y especialistas.

Lupita es madre soltera y cuenta con el apoyo de una hermana, quien cuida de Juanita mientras su mamá trabaja, limpiando varias casas de familias de Atotonilco, toda la semana.

Durante la entrevista, en las instalaciones del CRIT, Lupita atiende a Juanita, y juntas ríen, se miran y son cómplices una de la otra. Son amigas y compañeras de vida.

“Hay días que sí me la veo pesada, que sí me siento cansada, pero ya llego con ella y se me olvida, con verle su sonrisa lo justifica todo, me quita el cansancio, porque ya llego, la abrazo y se me olvida que venía cansada”.

Juanita está inscrita en el Centro de Atención Múltiple (CAM) de la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), donde cursa el primer año de preescolar.

Lupita dice que limpiar casas es cansado, pero lo que le gusta es que sus patrones le dan oportunidad de salir para llevar a Juanita a la escuela, todos los días, volver a la casa y salir justo cuando inicia el recreo de su hija, para poder darle de comer.

“Tres veces a la semana voy a dos casas y los otros días, a otra casa; a la una dejo lo que estoy haciendo, voy por mi hija y la llevo al CAM, y mientras ella está en sus terapias, me vengo a terminar mi trabajo; me regreso a las cuatro a su recreo, le doy de comer, y me quedo hasta las seis de la tarde, cuando sale, ya de ahí nos vamos a la casa”.

Se requiere el apoyo familiar

Una de las terapeutas de Juanita, Anabelle Nobili Peralta, reconoce el esfuerzo que hacen todos los papás o familiares para llevar a los niños al CRIT.

En el caso de Juanita, la admiración es mayor, porque sabe las condiciones en las que viven ella y su mamá, y que pese a eso, no falten a sus terapias.

“Realmente sí tienen muchos obstáculos, pero es una mamá  comprometida para la rehabilitación de la niña, son muy constantes en las terapias, y en Juanita hemos visto un gran avance”.

El éxito en el tratamiento de Juanita no se debe sólo a sus terapeutas y rehabilitadores, sino al trabajo que hace en casa.

“Poco a poco vemos cómo empieza a participar más, está más consciente de su tratamiento, y como la mamá es muy comprometida, también la trabaja mucho en casa, y se ven los resultados”.

Anabelle refiere que la clave del éxito en un niño con discapacidad, es la mancuerna entre el trabajo que se haga con los terapeutas en el centro de rehabilitación y lo que se haga en casa, con sus padres o cuidadores.

“Aquí pueden hacer buen trabajo, pero en casa puede no tener una buena posición en la silla, no se estimula al niño, y todo lo que vemos aquí se pierde porque no hay un seguimiento. En cambio, cuando en casa sí se trabaja, el trabajo se refuerza” concluyó la especialista.

MOTIVO PARA SEGUIR ADELANTE

Para Lupita, el tener una hija con discapacidad es una bendición, a pesar de tener poca solvencia económica y no contar con el apoyo del padre de la niña para sacarla adelante.

Cuenta que Juanita fue una bebé prematura, pues nació a los siete meses y medio, con apenas 800 gramos de peso y poco más de 30 centímetros.

Desde que llegó al mundo, tuvo muchas complicaciones de distintos tipos que la tuvieron dos meses internada en un hospital de Guadalajara. Sin embargo, cuando la dieron de alta, le dijeron que la niña tenía varias hernias y había que operarla cuando cumpliera los cinco meses... hasta ese momento nadie le decía que su hija tenía parálisis cerebral. Un médico se atrevió a informarle.

Para entrar al CRIT, Juanita debió aguardar un año en lista de espera. Cuando lo logró, fue un alivio para su mamá.

“Para mí, venir aquí fue una bendición. He tenido muy buenos resultados con la niña. Yo estaba totalmente devastada, tuve muchos problemas psicológicos con el papá de mi niña, y pues también necesitaba mucha ayuda, que la he recibido también aquí; tener estos centros es una gran bendición, necesitan venir y ver para y que las personas tengan sus propias experiencias”.

Además de ser una excelente mamá, Lupita es una mujer que trata de estar informada, lo que le ha servido para atender a su hija de la mejor manera y entenderla en cada etapa que atraviesa.

“Siempre la he aceptado, aunque no sabía qué tenía. Yo la quería, y ahora que sé qué tiene, pues mucho más. Trato de dar todo por ella; es una niña muy alegre, es muy confianzuda, agarra mucha confianza luego, luego, es muy adaptada. A veces me hace sus berrinches. Llego y le digo, ‘hola, chaparrita, ya vine’, y si no voy, se agarra a llore y llore”.

LAS CIFRAS

Apoyos que ofrece el CRIT

• El CRIT atiende a cerca de tres mil 500 pacientes y sus familias.

• Desde su apertura en Guadalajara, en el año 2000, han egresado más de 13 mil pacientes de diferentes
edades.

• Se trabaja en dos turnos, desde las 7:00 de la mañana a las 19:00 horas.

• La lista de espera es de 800 niños, aproximadamente.

• La parálisis cerebral infantil es la discapacidad que más se atiende en el CRIT, con 36% del total de pacientes.

• En segundo lugar está la estimulación temprana, con 19.7% del total de pacientes.

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