Viernes, 29 de Marzo 2024
Jalisco | La costumbre de guardarlos en casa es una práctica mundial

Jalisco, tercero en recolección de medicamento caduco

La Entidad cuenta con 317 contenedores de Singrem en los que se han recogido 60 toneladas

Por: EL INFORMADOR

Programa en desarrollo. De 2011 a junio de este año, en Jalisco se han recolectado 60 toneladas de medicamentos. EL INFORMADOR /

Programa en desarrollo. De 2011 a junio de este año, en Jalisco se han recolectado 60 toneladas de medicamentos. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (23/AGO/2015).- La costumbre de guardar medicamentos en casa es una práctica mundial. Incluso la Agencia de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos tiene programas de recolección de medicamentos.

En España, desde hace 15 años se hace una recolección y destrucción segura de dos mil toneladas anuales de medicamentos caducos y sobrantes de tratamiento. La cultura de desechar los medicamentos que ya no se van a ingerir y que perdieron vigencia ha ido mejorando en los últimos años en dicho país.

El investigador en Salud Pública de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Felipe Lozano Kasten, señala que actualmente la población mexicana ingiere una gran cantidad de medicamentos, muchas veces sin recomendación de un médico, lo que hace que en la casa haya exceso de cajas de fármacos que, de manera errónea se reutilizan o se tiran y dañan al medio ambiente.

El Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos A.C. (Singrem) logró llegar a mil toneladas recogidas en gran parte del territorio nacional, a lo largo de cinco años.

Singrem inició operaciones en 2010 en Puebla, Querétaro, Hidalgo y Guanajuato, donde comenzó a encargarse del manejo, disposición y destrucción segura y final de medicamentos caducos o sobrantes en diversos estados de la República, con el objetivo de reducir riesgos a la salud.

Un año después llegó a Jalisco y desde entonces se han recogido 60 toneladas de medicamentos en los 317 contenedores que están en la Entidad, lo que coloca al Estado en tercer lugar, sólo por debajo de la Ciudad de México y el Estado de México.

La meta del Singrem es lograr recolectar mil toneladas anuales cuando el programa esté presente en todo el país, pues actualmente está en 25 estados y en 2016 se llegará a todo México, advierte el director general, José Antonio Aedo Sordo.

“La idea es que para el año próximo estemos en todo el país, y eso nos va a permitir hacer una campaña más fuerte; hoy todavía los recursos que tenemos los estamos usando en el crecimiento geográfico y en la compra y distribución de contenedores; simplemente en este año debemos de estar colocando alrededor de mil 300 contenedores del país”.

Actualmente, Singrem tiene cuatro mil 200 contenedores repartidos en gran parte del territorio mexicano; se contempla que 2015 se termine con cinco mil, y llegar a seis mil al término de 2016, para alcanzar a entre 80 y 90 millones de mexicanos.

Estos contenedores son fáciles de identificar en las farmacias, centros comerciales, hospitales y centros de salud: generalmente están en uno de los extremos de los establecimientos, a la vista de todo el público, y ahí la gente puede acudir a dejar sus medicamentos caducos o no caducos, como pastillas, jarabes, carteras de medicina vacías o con sobrantes, cajas vacías, pomadas terminadas o sin terminar, entre otras presentaciones.

Para Singrem, una de las metas del próximo año es que, cuando ya se tenga presencia en todo el país, se empiece con una campaña más fuerte de sensibilización, para cada vez hacer más conciencia de los daños ambientales que provoca el desecho de medicamentos a la basura.

Por ejemplo, en Estados Unidos se ha promovido el Drug Take Back Day, organizado por la Agencia de Control de Drogas (DEA) una vez al año, el cual invita a toda la gente a tener un manejo responsable de sus fármacos y llevarlos a depósitos específicos.

Estrategia contra el “mercado negro”

Tirar a la basura una caja de medicina caduca o todavía vigente genera un alto riesgo.

Si esos medicamentos los toman personas sin escrúpulos, pueden revenderse o remarcarse para después ser comercializados, indicó el jefe del departamento de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Armando Pimentel Palomera.

“Los medicamentos pueden ser obtenidos, extraídos, darles una ‘manita de gato’ para poder comercializarlos; o bien, pueden ser pepenados de algún lugar y pensar que son buenos o que pueden tener una acción y crear algún problema”.

La secretaría no se encarga de la vigilancia del desecho de fármacos, sin embargo, recomienda que cuando sobró parte de un medicamento recetado por un médico, sea tirado de manera responsable para evitar problemas de tipo ecológico y de venta ilegal.

Además, tener el botiquín lleno de medicina puede ser un arma de dos filos, ya que se puede caer en la tentación de la automedicación al suponer que si el médico lo recetó alguna vez para una enfermedad y, de volver a enfermar, podrá volver a ser útil, lo cual implica un peligro.

“En general, el mayor riesgo es de que el medicamento ya no tenga la acción específica para lo que fue diseñado, o bien, puedan tener efectos colaterales si no se toman con la periodicidad con que fue recetado; el abuso de medicamentos puede provocar toxicidad a nivel renal o hepático, pero el mayor problema es su acción terapéutica”.

El médico recomendó que, a pesar de que erróneamente se consideren menos agresivos que las píldoras, los jarabes nunca sean derramados en los lavabos o drenaje, pues se van directamente a las aguas y se provoca una grave contaminación química.

Hay medicamentos que son líquidos, y pueden ser diluidos en agua pero no es una práctica recomendable porque el agua residual va a formar parte del ambiente otra vez, y esto es como la contaminación química, entonces no es recomendable. Lo más sensato es depositarlos para que se vaya creando una cultura y darles un tratamiento específico.

El agua que tomamos tiene residuos de medicamentos

Si no se hace de la forma más adecuada, el manejo de los medicamentos tiene repercusiones personales y colectivas.

Por ejemplo, cuando se ingiere un medicamento, éste se metaboliza en el organismo. Una parte se aprovecha y la otra se va en la orina que se desecha. Esa orina se va por el drenaje, hasta llegar a los mantos freáticos.

Es por eso que el agua que se emplea normalmente para uso, e incluso la purificada que se bebe, tiene residuos de medicamentos, indica el profesor investigador del departamento de Salud Pública de la Universidad de Guadalajara, Felipe Lozano Kasten.

Este es uno de los problemas que genera el exceso de ingesta de medicamentos, sobre todo auto recetados, sin ninguna vigilancia ni freno, pues se toman del botiquín de casa y se toman aun cuando no sea necesario.

“En el agua de la llave, en las botellas, hay residuos de medicamentos; lo estamos volviendo a tomar en microdosis, entonces, existe ese reciclado, necesitamos pararlo o detenerlo, y cualquier campaña que esté intentando recoger fármacos es bueno”.

El especialista señaló que los resultados de un estudio que se hizo en botellas de agua por parte de una universidad de Alemania y la UdeG dieron positivo a partículas del fármaco diclofenaco y a ciertos tipos de antibióticos.

Por otra parte, las medicinas también llegan al agua cuando las personas ven que ya caducaron o les estorban en casa y las tiran de manera intencional en el retrete, en el lavabo o en el drenaje.

“Esos medicamentos, tirados a la basura, a la calle, a la alcantarilla o al agua, van a contaminar otra vez mantos freáticos, como un pesticida”.

Generalmente se trata de fármacos recetados por un médico, y se quedan en la casa porque el mexicano en especial no es buen paciente y deja el tratamiento.

“No hay una cultura de eliminar lo que me recetó el médico y lo guardo, es la cultura de guardar para ver cuándo me sirve, y eso puede producir intoxicación, reacciones adversas; lo mejor es que si no se está tomando debe desecharse, porque es más el riesgo y la posibilidad de un mal efecto que un beneficio”.

Lozano Kasten cree necesario que haya más información sobre la necesidad de hacer un adecuado manejo de los medicamentos, que se empiecen a recoger para que no se queden en el medio ambiente.

Los más desechados

En un estudio realizado por Singrem, se observó que de los más de tres mil principios activos de medicamentos, que más acumulan los mexicanos y que, por tanto, son los primeros que desechan en los depósitos destinados para ello son:

Paracetamol en todas sus combinaciones y analgésicos.

Ambroxol en jarabe y pastillas.

Ácido acetilsalicílico.

Diclofenaco.

Ranitidina.

Antibióticos.

Complejo B.

Ácido fólico.

Metformina (medicina para personas con diabetes).

PARA SABER


De acuerdo con Singrem, en un centro comercial estándar, con mucho tráfico de gente, el contenedor se llena cada semana, con 15 a 20 kilos de medicamentos.

También se hacen convenios con iglesias para recolectar los medicamentos que se caducan en los dispensarios, y se les reparten bolsas para que los depositen y después personal de Singrem vaya por ellas.

Para saber qué contenedores son los más cercanos en Jalisco, se puede ingresar al www.singrem.org.mx en la pestaña de “Farmacias”, en su apartado “¿Dónde estamos?”.

Singrem es un sistema diseñado y auspiciado por la industria farmacéutica para cumplir con el marco regulatorio en materia ambiental. Están adheridas 100 empresas farmacéuticas y en 2009, el consejo de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) aprobó que el programa se haga de manera permanente a nivel nacional.

Para mayor información sobre el programa de Singrem, puede llamar sin costo al 01 800 74 64 736.

VOCES
Como en botica

Separo todos los medicamentos caducados de los que están vigentes; no los tiro a la basura, los llevo a contenedores de farmacias. No soy de guardar medicinas que me sobran de algún tratamiento, por ejemplo, cuando mi hija se enferma, mejor la vuelvo a llevar al pediatra. En Estados Unidos hay mucha información sobre eso, que recomiendan que no tiremos la medicina a la basura y mejor la llevemos a tirar a donde indican

Gustavo Rosales, 32 años, tapatío avecindado en Estados Unidos y padre de familia.

Yo tengo un hijo con alergias, como yo, y por lo regular tomamos el medicamento que sobró del anterior tratamiento, pero es de lo mismo. En ocasiones regalo la medicina que ya no me sirve, a algún familiar lo necesite, pero mi hermano siempre hace una colecta familiar para llevar todos los medicamentos a los depósitos de las farmacias

Yessica Martínez, 32 años, tapatía y madre de familia.

Siempre he pensado que si tiro un medicamento a la basura, va a llegar a manos de quién sabe quién y utilizar las cajitas o tomarse la medicina; lo que hago es que destruyo las cajitas y las carteras de las pastillas, y las pastillas las tiro así, solas

Mónica Martínez, 40 años, profesionista.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones