'Javier no tenía miedo, él no vivía con miedo'

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUN/2015).- En las calles de Autlán de Navarro, en el Sur de Jalisco, patrulla un convoy de unidades militares y policías federales para no olvidar que existe una embestida contra un grupo de la delincuencia organizada. Los habitantes del municipio ya se acostumbraron a la presencia de los uniformados, como antes casi se acostumbraban a los del cartel. Vivir con miedo no es una opción, aseguran los ciudadanos con los que uno habla.

“Javier no tenía miedo. Él no vivía con miedo, prueba de ello es que andaba solo en su camioneta. Aquí y en Guadalajara su familia y él andaban solos, sin chofer ni guaruras ni nada. Aquí así somos y él era así; aunque sabía que muchos lo odiaban, también muchos lo querían”, advierte Rafael Cosío Amaral, cronista de Autlán y profesor jubilado de la preparatoria local, amigo cercano a Javier Galván Guerrero, delegado del ISSSTE en Jalisco y ex líder priista, quien fue asesinado a balazos el viernes pasado.

El viernes, mientras en la capital del Estado se llevaban homenajes de cuerpo presente, en Autlán el luto y la consternación se extendían de boca en boca: “Javier Galván era parte de esta sociedad. Nunca abandonó sus raíces. Cuando venía, iba al mercado, convivía con sus amigos y andaba como todo”, coincidieron comerciantes ambulantes en la plaza principal.

Para el maestro Rafael, quien fue profesor de bachillerato de Galván Guerrero, la vida del político no debió ser despreocupada: “Le decía que se cuidara, que cómo andaba solo manejando su camioneta. Y no porque supiera que había peligro, yo no sé nada. Pero era una figura pública, un político exitoso, delegado de una dependencia importante, un hombre que se tiene que cuidar por lógica, por el rango que tiene. Yo le decía ‘ten cuidado, por la gente mala y envidiosa’. Yo sí le decía ‘Javier, ten precauciones, preocúpate por ti’, y siempre decía que no pasaba nada”.

“No le pedía que fuera a estar encerrado en una burbuja antibalas, pero cuidarse. Si hubiera tenido miedo hubiera sido otra cosa. Si andaba como andaba no le preocupaba mucho la violencia. Quizás pecó de confiado. Creo que él quería ver a Autlán y a Guadalajara como él consideraba: ciudades tranquilas, bonitas, donde sabía que lo querían y lo odiaban”.

Exasperado, Rafael reconoce que no sabe de líneas de investigación, recuerda que su amigo no vivía con miedo, pero reitera que tenía enemigos, por lo que las indagaciones deben extenderse.

“No podemos obviar la delincuencia, lo político, sí deberían investigarse más líneas de investigación. La gente a la que él minaba sus intereses o no los impulsaba, son los que están resentidos con él. Claro que con su ascenso a lo largo de su carrera se hizo de enemigos. Si a mí me comía el mandado lo voy a odiar. Le costaba trabajo dirimir los conflictos con sus enemigos. La gente sabía y conocía su capacidad. Lo urgente era bloquearlo, eliminarlo, acabarlo como lo acabaron”.

Ulises Zamarroni

Le atribuyen los triunfos del PRI en ese distrito

El pasado 7 de junio los priistas lograron triunfos importantes en Jalisco, que, no obstante, fueron opacados por la derrota apabullante en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

En Autlán de Navarro, por ejemplo, el Partido Revolucionario Institucional ( PRI) le arrebató la Presidencia Municipal a Movimiento Ciudadano, pero eso no fue todo, en este Distrito electoral 18 del Sur del Estado, los de ese partido además ganaron nueve alcaldías y luego de nueve años se hicieron con las diputación local y federal.

Para Alejandro García Barbosa, presidente del Comité Directivo Municipal del PRI en Autlán, los espacios ganados en el distrito no fueron resultado no solamente del trabajo de los candidatos: atrás de ellos estuvo Javier García Guerrero.

“Él era el líder de todo el Distrito, él era el referente, él era con quien todos los candidatos, presidentes y diputados nos dirigíamos para consultar las actividades que programábamos. No había nadie por encima de él para realizar el trabajo político del Distrito. No sólo ganamos ese día, él ganó el 7 de junio. Su responsabilidad era que ganaran los municipios y las diputaciones locales y federal, y se cumplió”, señaló García en tono tajante.

Mientras que Rafael Cosío Amaral, cronista de Autlán y amigo cercano de Galván Guerrero, recuerda que tras la elección del 7 de junio, el priista se sentía triunfador.

“Su mayor preocupación reciente era el Distrito, y en las elecciones él salió feliz y ganón. De su mano recuperaron el municipio y el Distrito. Antes del 7 de junio eso le preocupaba. Esa era una de sus preocupaciones, y luego él ganó con el triunfo de su partido para este Distrito. Él estaba muy concentrado y preocupado con eso, y su trabajo obtuvo resultados”.