Jueves, 28 de Marzo 2024
Jalisco | Padres, hermanos y esposas señalan que salieron del pueblo por un mejor sueldo

No sabíamos para quien trabajaban: familiares de muertos en Michoacán

Padres, hermanos y esposas de los abatidos señalan que salieron del pueblo por un mejor sueldo

Por: EL INFORMADOR

De los 42 fallecidos en Michoacán, al menos 28 eran originarios de Ocotlán, donde se realizaron los funerales. EL INFORMADOR /

De los 42 fallecidos en Michoacán, al menos 28 eran originarios de Ocotlán, donde se realizaron los funerales. EL INFORMADOR /

OCOTLÁN, JALISCO (25/MAY/2015).- Cortejos fúnebres encabezados por camionetas-carroza de lujo acompañados por bandas o mariachis, rompieron la calma de un Ocotlán que desde el viernes está de luto.

De los 42 hombres que murieron la semana pasada en Michoacán abatidos por policías federales, al menos 28 eran originarios de este municipio en la región ciénega del estado, 66 kilómetros al oeste de Guadalajara.

Lucía tiene 20 años y un embarazo de ocho meses. Espera a su segundo hijo. El bebé se llamará Martín Felipe, como su papá, a quien no conocerá.

"Vamos a quedar los tres solos, que vamos a hacer, mi otro hijo apenas cumplió un año", alcanzó a decir entre sollozos, afuera de la capilla en la que era velado su marido.

De lo ocurrido el viernes, asegura que no sabe nada. Reconoce que no sabía para quien trabajaba su esposo

"Creo que nadie sabíamos para quien trabajaban. Mi esposo se iba por semanas. Él era albañil. Sé que los tenían a destajo, a él y a otros muchachos de aquí. Mandaba dinero cada semana, pero nunca dijo para quien trabajaba", repetía afligida.

Esa era una constante entre los familiares directos de los fallecidos. Padres, hermanos y esposas sabían que ellos salieron del pueblo por un mejor sueldo. Otra coincidencia eran dudas sobre los hechos ocurridos en el rancho El Sol en las inmediaciones del kilómetro 370 de la autopista Guadalajara - Morelia en el municipio de Tanhuato en Michoacán.

"Se iban por dos semanas a veces. Sabíamos que trabajaban en un rancho. Ellos decían que se iban lejos pero que les pagaban bien. Querían tener sus cosas y sacar adelante a la familia, pero no supimos si trabajaban en algo malo, no lo imaginamos, nos parece increíble", se lamentaba Justino Mendoza, un hombre de 60 años, padre de dos jóvenes de 25 y 28 años identificados como Jovani y Antonio.

"No ha habido quien nos diga exactamente que pasó. Lo que sabemos lo hemos visto en las noticias, pero ni una sola autoridad nos ha dicho nada como familiares directos. A nosotros también nos tratan como delincuentes y nos tren a vuelta y vuelta. Apenas en lunes nos empezaron a entregar los cuerpos", reclamó.

Así se rompió la calma en Ocotlán, con esas historias de sueños truncos; pero también con anécdotas de balaceras y de fiestas; con rencor y tristeza; con bebidas alcohólicas y la banda tocando camino al cementerio.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones