El paramédico que perdió su casa y autos tras mordedura de araña

GUADALAJARA, JALISCO (21/FEB/2015).- Era la tarde del 12 de septiembre de 2014. Héctor Manuel González Esqueda, paramédico de base en Guadalajara y eventual en Zapopan, se preparaba para entrar a su turno laboral en la Cruz Verde Villas de Guadalupe. La rutina sería la misma: entrar al almacén, tomar el material necesario para abastecer la unidad que le tocaría y estar listo para cuando lo llamaran para cualquier emergencia. No anticipó que ese día se convertiría en la víctima.

El paramédico comenzó a remover las cajas en el cuarto de almacén cuando unos “colmillos” diminutos se hundieron en su piel: “Siento la mordida. Inicialmente pensé que había sido una hormiga o algo, me sacudo el pantalón y siento otra vez la mordida… le pego sobre el pantalón y es cuando mato a la arañita. La tomo, la dejo en un vasito de gelatina que había a la mano y sigo con mis labores. Nunca imaginé que la araña me iba a producir tanto daño”.

Héctor siguió con sus labores, pero en media hora comenzó a sentir los síntomas que provoca el veneno: “Bastante dolor de cabeza, náuseas, dolor de estómago, diarrea, fiebre (arriba de 39 grados) y relajación de esfínteres. Me empezaron a atender en la unidad médica en Villas de Guadalupe y desconocían cuál había sido la causa porque yo no estaba en condiciones de expresar lo que me había pasado”.

Lo trasladaron a la Clínica 46 del IMSS a donde llegó con una falla hepática y renal. En Urgencias le diagnostican loxoscelismo. “Es como se llama: la araña es la Loxosceles o ‘violinista’”.

En el área de la mordedura Héctor sentía un ardor intenso que describió como si lo quemara una brasa caliente. Ese veneno es hemotóxico, coagula la sangre que, al dejar de circular, provoca que la carne muera. Fueron cuatro lesiones en la pierna derecha y una en la izquierda las que brotaron tras las mordeduras.

El problema es que en el Seguro Social no contaban con el antídoto porque es difícil de conseguir. Por suerte dos días antes de su llegada habían internado a una paciente con el mismo problema que consiguió el antiveneno. Le sobró un poco y se lo aplicaron a Héctor mientras conseguía más por su cuenta.

A los ocho días de estar internado los médicos le querían amputar las dos piernas, pues el antídoto es caro —cuatro mil pesos cada frasco—, pero compañeros toxicólogos le recomendaron que conservara sus extremidades y consiguió los recursos para costear los 20 frascos de antiveneno que necesitó: “Gracias a Dios tuvimos los recursos para salir adelante, me tuve que deshacer de mi vehículo, el de mi esposa y, meses después, de nuestro patrimonio: nuestra casa”.

Los 80 mil pesos que gastó en los 20 frascos son una mínima fracción de lo que ha tenido que desembolsar para pagar su tratamiento, ya que por ser eventual, el Ayuntamiento de Zapopan no se hizo responsable del accidente ocurrido mientras laboraba: “Puedo demostrar con documentos y facturas(que ha gastado miles de pesos en su padecimiento)”. Compañeros de Guadalajara y Zapopan también lo han ayudado con material de curación, como los parches coloides: cada uno cuesta 513 pesos más IVA. Requería de cinco cada tres días. Hoy, Héctor intenta por medios legales que las autoridades zapopanas reconozcan su seguridad social.

Alacranes picaron a casi 50 mil en 2014 en Jalisco

Jalisco es el Estado número dos en la República Mexicana en número de casos de picaduras de alacrán, informa Mónica Mercado Hernández, coordinadora Estatal de Alacranismo de la Secretaría de Salud. El año pasado la Entidad registró 48 mil 230 casos de piquetes de alacrán, lo que coloca al animal en el número uno de atenciones por intoxicación por ponzoña.

Los alacranes, que pertenecen al orden de los arácnidos, son los artrópodos en los que más recursos emplean las autoridades sanitarias en cuanto a picaduras: “Es el mayor problema que presenta Jalisco en cuanto a intoxicaciones por animales de ponzoña. Sí es importante resaltar que Jalisco tiene cada año alrededor de 50 mil o 52 mil casos, y el año pasado hubo una disminución importante en comparación con otros años, pero es muy dinámico”.

De acuerdo con los casos presentados en el presente año (dos mil 089 en la semana tres, en comparación con los mil 702 casos en el mismo periodo de 2014) esperan que los casos vuelvan a incrementarse y superen en 2015 los 50 mil. De las intoxicaciones se registraron seis defunciones el año pasado.

Gran parte de la gente identifica o engloba a todos los bichos como insectos, cuando en realidad se trata de artrópodos: organismos invertebrados con exoesqueleto y apéndices (patas, antenas, los quelíceros bucales de las arañas o los pedipalpos o “pinzas” de los alacranes).

De los artrópodos derivan los insectos, todos los que tienen tres pares de patas, cabeza, antenas y alas (como escarabajos, abejas, mosquitos); los arácnidos, con cuatro pares de patas y con quelíceros o pedipalpos, sin antenas (como arañas y alacranes); y los miriápodos, con cabeza, tronco formado por muchos segmentos y decenas de patas (como los ciempiés).

El año pasado, la Secretaría de Salud tuvo conocimiento de mil 062 casos de personas picadas por abejas, que aunque en comparación con los registrados por alacranes, sí resultaron en una cantidad de mayor incidencia de decesos ya que hubo tres defunciones principalmente porque las personas eran alérgicas a la picadura de ese insecto.

“Una persona (de Huejuquilla) era alérgica a la picadura de abeja y con un solo piquete no alcanzó a llegar al hospital. Una niña de Villa Hidalgo de cuatro años falleció por picadura alérgica, mientras un hombre de 62 años en Atenguillo fue distinto porque fue atacado por una colmena completa; también falleció su caballo y él, que no se pudo refugiar”.

Destaca que sólo cinco especies de alacranes tienen veneno capaz de matar a los seres humanos de alrededor de unas 200 especies que habitan en México, por lo que es conveniente, si se llega a encontrar que en la casa hay alacranes, capturar a uno y enviarlo a alguna universidad (al Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias, por ejemplo) para que lo identifiquen y averigüen si son inofensivos o peligrosos.

“Si en sus casas son abundantes los alacranes sepan que generalmente podemos asegurar que es una sola especie que vive en cada lugar, son muy territoriales y son montoneros, le echan montón a otra especie que entre a su región”, explica Eduardo Fanti Echegoyen, académico del Departamento de Botánica y Zoología de la Universidad de Guadalajara. Así, si los alacranes de alguna casa son inofensivos, ellos se encargarán de mantener alejados a los peligrosos.

MORDEDURAS Y PICADURAS
Lideran casos de intoxicación en Urgencias

Las atenciones por veneno por mordeduras y picaduras representan 57% del total de casos de intoxicación en los servicios de Urgencias, informa el Alberto Irám Villa Manzano, toxicólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social, y la ponzoña que logra tal porcentaje proviene principalmente de alacranes, de las arañas llamadas “capulina” o “viuda negra”, así como de las abejas.

La mayor prevalencia de incidentes es del alacrán, que se estima que constituye 60% de los casos atendidos.

En número de casos siguen las arañas, la capulina y la Loxosceles o “violinista”, que constituyen 20% de los casos de urgencias. El resto son las picaduras de abejas, avispas y otros artrópodos, además de mordidas de algunas lagartijas y serpientes.

Cada animal ponzoñoso tiene su temporalidad. El que está próximo es el de las abejas, cuyas atenciones de picaduras aumentan en marzo con la llegada de la primavera (y en octubre, cuando se recoge la miel). Después sigue el tiempo de calor cuando el alacrán es el rey, aunque también se presentan las mordeduras de araña que se prolongan hasta el tiempo de lluvias. Ya en el temporal se presentan algunos casos de mordeduras de serpientes, pero son pocos y sobre todo en la zona de la Costa de Jalisco.

El hecho de que de las intoxicaciones por ponzoña sean los alacranes los que provocan la mayoría de los casos, explica Villa, se debe a que Jalisco se halla en una zona donde más especies de alacrán o Centruroides existen en el mundo y la que cada vez más poblaciones humanas invaden su territorio.

GUÍA
Los venenos y sus síntomas

— ¿Cuáles son los síntomas de la picadura de alacrán?

— Las personas se quejan más si son picadas por un alacrán de baja toxicidad, pero el veneno no causa otro síntoma más que el dolor donde picó. En cambio, en los de moderada y alta toxicidad, el paciente comienza con dificultad para respirar, con mucha salivación, sensación de cuerpo extraño en la garganta, comezón en la nariz, en los ojos, estornudos y poco a poco dificultad para moverse. El tratamiento suele bastar con el antiveneno que aplican en las dependencias de salud, pero debe ser a la brevedad. La Secretaría de Salud cuenta con 60 mil dosis al año.

— ¿Cuáles son los efectos de la mordedura de la “capulina”?

— Cuando muerde inyecta un veneno neurotóxico, que se actúa sobre el sistema nervioso al inhibir la comunicación entre las neuronas. Entre los síntomas están dolores musculares intensos, dolor abdominal, hipertensión y espasmos. Contra su veneno existe un antídoto efectivo del que dispone la Secretaría de Salud Jalisco, aunque en ocasiones la demanda provoca que tengan que solicitarlo a otras dependencias o entidades.

— ¿Cuáles son los síntomas de la mordedura de “violinista”?

— El piquete de la “violinista” requiere de mayores precauciones porque el veneno tiene efecto hemotóxico o necrotóxico, que destruye la piel y riñones. En las primeras horas provoca náuseas, diarrea y dolor de cabeza. Al cabo de unas horas su veneno puede provocar falla renal y comienza la aparición de una úlcera en el área afectada. Sin tratamiento puede presentarse necrosis aguda en el área de la mordedura, que al cabo de unas semanas se convierte en un cráter de unos 25 centímetros de diámetro y profundo en el tejido. El médico que atiende debe estar bien capacitado para dar un buen diagnóstico y administrar correctamente los medicamentos y el antiveneno.

— ¿Cuáles son los efectos del piquete de abejas?

— El veneno no es potente, pero produce alergias. Las personas que son picadas por muchas abejas no mueren por la potencia del veneno sino por la alergia producida por éste. No existe antiveneno porque no tiene caso que se produzca. Cuando hay piquetes de abejas hay que acudir al médico e informar. Se debe actuar como si fuera una reacción anafiláctica (alergia grave) porque es lo que se presenta: diarrea, dificultad respiratoria, náuseas, hinchazón y en personas alérgicas puede provocar la muerte. La sustancia que contiene su aguijón causa los efectos no por las toxinas sino por proteínas de alto peso molecular que desencadena alergias.

— ¿Cuáles son los síntomas de la mordedura del ciempiés?

— No hay ciempiés peligrosos al hombre, pero sí tienen veneno. El veneno que producen provoca mucho dolor. De acuerdo a Eduardo Fanti Echegoyen, académico de la Universidad de Guadalajara, no hay ningún veneno de origen animal que produzca tanto dolor como el del ciempiés, pero no es peligroso: “El problema es que la gente que es mordida por este artrópodo se pone muy mal, puede perder hasta el conocimiento del dolor y la gente cree que es mortal, pero no”.

Medidas de prevención

1. Evitar juegos o labores que nos puedan exponer al piquete, como levantar piedras, tabiques, explorar matorrales, resbalar las manos por los muros, caminar descalzos o dejar ropa en el piso.

2. Eliminar las acumulaciones de basura, piedras, tabiques y maderas alrededor de la casa.

3. Colocar protección en puertas, ventanas y bajo techos de materiales naturales.

4. Dentro de la casa:

revisar y sacudir los zapatos y ropas antes de usarlos. Revisar los ángulos de las paredes, puertas y ventanas. Se recomienda el aplanado y resanado de techos, pisos y paredes de las viviendas.

5. Utilice pabellón en las cunas y camas de los niños, y sumerja las patas de la cama dentro de recipientes con agua. La cama debe estar separada unos 10 centímetros de las paredes, cuidando que la ropa de cama no tenga contacto con el piso.

Y en el tercer lugar…

En 2014, la Secretaría de Salud tuvo conocimiento de 636 casos de mordeduras de arañas, de las que las más comunes por mucho fueron las de la conocida como “capulina” o “viuda negra”, con 630 casos, precisa Mercado, de los que no se registró ninguna defunción el año anterior.

“Las más comunes son la Latrodectus mactans, que es la ‘capulina’. También existe la Loxosceles pero es un número más pequeño. Es la ‘violinista’ o ‘araña reclusa’, ‘del rincón’, ‘parda’, viuda café’, es muy mala…”

De la ‘violinista’ se presentan alrededor de cinco o seis casos al año: “Si lo comparamos con la araña capulina es mínimo, pero la trascendencia que tiene es mayor porque puede afectar la piel en un grado muy invasivo, se llama loxoscelismo cutáneo y los pacientes necesitan a veces recuperación con cirugía reconstructiva y a veces los pacientes llegan a fallecer si no se diagnostica a tiempo”.

El año pasado no se registró ninguna defunción por ataque de araña violinista, pero sí hubo casos atendidos y algunos siguen en recuperación, indica Mónica Mercado Hernández. Recuerda el caso de un paciente que fue mordido a principios de diciembre en Lagos de Moreno que resultó con lesiones que se extendieron en casi toda su pierna derecha. En septiembre, un paramédico, Héctor González, también fue mordido por una “violinista” y aún se recupera de las lesiones en las piernas sin poder caminar.

Mitos y realidades

Mito: Los alacranes güeros son peligrosos y los morenos inofensivos.

Verdad: Hay güeros y morenos peligrosos… y güeros y morenos inofensivos.

Mito: Los alacranes chiquitos son peligrosos.

Verdad: También hay alacranes pequeños inofensivos.

Mito: Los alacranes andan en pareja.

Verdad: Son solitarios, sólo andan en pareja en época de celo.

Mito: Con las antenas, las cucarachas hacen que los alacranes se piquen solos.

Verdad: Los alacranes disfrutan de comer cucarachas y saben cómo cazarlas.

Mito: Cuando pisan a un animal venenoso la ponzoña se volatiliza y puede intoxicar al respirar.

Verdad: El animal tiene que picar para causar daño.

Mito: La “capulina” limpia antes de morder.

Verdad: La “viuda negra” muerde si se siente atacada.

Mito: La “viuda negra” mata al macho después de copular.

Verdad: Sí hay arañas que devoran al macho, pero en las “capulinas” no es necesario. Estudios de la UdeG han mantenido parejas de arañas por más de seis meses juntas y la hembra nunca se comió al macho.

Mito: Los ciempiés tienen que clavar todas sus patas para inyectar el veneno.

Verdad: En la parte anterior tienen unas estructuras similares a los colmillos por donde inoculan su veneno.

Mito: Las abejas africanas se pueden distinguir de las europeas.

Verdad: A simple vista no se distinguen.

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