Zapopan termina planta de tratamiento en rastro

ZAPOPAN, JALISCO (18/AGO/2014).- Pasaron ocho meses para que la promesa fuera una realidad, pero la planta de tratamiento del rastro de Zapopan al fin ha sido remodelada y está en fase de arranque, anunció el alcalde Héctor Robles Peiro. No obstante, sigue pendiente erradicar el mal olor del agua tratada.
 
Según el propio munícipe, desde hace tres semanas la planta ya opera tras una inversión de 10 millones de pesos que se hizo en equipamiento, pero en cuanto al color rojo y desagradable olor que el agua arrojada desprende, estima que falta un mes para eliminarlos, plazo que fija para que opere al 100 por ciento.
 
"(Para) que ya esté sacando el agua completamente limpia y más clara, o clara, requiere más o menos un mes de estar funcionando, ya lleva tres semanas. Pero el gran problema que teníamos de contaminación ya esta planta de tratamiento lo resuelve", aseguró.
 
Al inicio de esta administración se fijó como fecha diciembre para mejorar la planta y erradicar molestias que los olores generan, pero a lo largo del año los funcionarios municipales justificaban el retraso debido a que uno de los proveedores del nuevo equipo tenía problemas con la entrega, de manera que la planta de tratamiento seguía operando con ineficiencias, pues el agua "tratada" y arrojada al arroyo seguía con aspecto de sangre.
 
Sin embargo, el alcalde asegura que sólo es cuestión de que el nuevo equipo termine se estabilice para erradicar esto, y ahora el único pendiente es identificar un sitio para la disposición final de los lodos que genere la planta, pues se trata de desechos de los animales sacrificados.
 
No obstante, el alcalde apuesta a que sea ésta la solución a los problemas de olores que afectan la calidad de vida de vecinos de tres colonias cercanas al rastro, pues el agua recorre el Arroyo Seco a cielo abierto llevando el hedor a sangre a lo largo de su cauce.
 
PARA SABER
 
En México, los olores incómodos o desagradables que emiten las industrias y afectan a las zonas habitacionales cercanas carecen de regulación, de manera que por mucho que afecten a una comunidad no hay un instrumento legal que contemple acciones al respecto, mientras en otros países sí existen parámetros que las empresas deben respetar.
 
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ