Por electrocución, muerte de las seis personas en Tlaquepaque

GUADALAJARA, JALISCO (20/JUN/2014).- Paro cardiorrespiratorio ocasionado por electrocución, fue la causa de que cuatro civiles y dos bomberos de Tlaquepaque fallecieran en el interior de un depósito de agua en un inmueble en la colonia La Duraznera, por lo que se descartó que una intoxicación por solvente, envenenamiento por arsénico o cianuro, o una asfixia por bióxido de carbono (al acabar la reserva de aire) hubieran sido lo que ocasionó la tragedia, informó Marco Antonio Cuevas Contreras, director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.

La mañana del miércoles pasado autoridades de Tlaquepaque recibieron el reporte de personas inconscientes dentro de un pozo en una finca en avenida de la Solidaridad Iberoamericana a su cruce con Indígenas, ubicada junto a una estación de servicio.

Fueron elementos de Protección Civil y Bomberos de Tlaquepaque quienes arribaron al sitio donde descubrieron que había cuatro personas dentro del depósito. Los tragahumos percibieron un olor a solvente por lo que presumieron la existencia de algún tóxico dentro; por lo que procedieron a colocarse trajes, mascarillas y tanque de aire para realizar el rescate de acuerdo a los protocolos de sustancias tóxicas.

Al descender uno de los elementos al lugar, perdió el conocimiento y cayó dentro del agua; a otro compañero más, le ocurrió lo mismo. Los bomberos Luis Armando Rocha Rodríguez y Agustín Mejía murieron casi instantáneamente.

Un elemento más, Efrén Mayagoitia, estuvo a punto de perecer pero fue sacado a tiempo y trasladado grave a una clínica cuando se descubrió lo que parecía provocar las muertes: una bomba de agua impulsada por un motor eléctrico se hallaba sumergida en el agua sin que nadie pudiera verla, lo que electrificó el agua y provocó la muerte en cuestión de segundos a quienes entraron en contacto con ella, precisó Gustavo Quezada, del área de Siniestros y Explosivos del Instituto. Se cortó entonces el cable que alimentaba el motor y se procedió al rescate.

Los rescatistas no podían descartar riesgos por lo que siguieron en labores con tanques y trajes. Se logró averiguar que el olor a solvente provenía de una fábrica a espaldas, por lo que se descartó que estas sustancias fueran la causa de los decesos. Cuevas presumió que el olor a solventes fue la causa por la que los bomberos creyeron que los civiles estaban intoxicados, por lo que no se percataron de que el agua estaba electrificada: "Fue un error de hecho".

El histopatólogo Axel Rivera informó que tanto en las autopsias de los civiles, Enrique Orozco Velázquez, de 65 años, María Ángeles Orozco Ortega, de 30 años, José Francisco Orozco Ortega, de 21 años, y Gerardo Murillo, de 27 años, así como de los dos bomberos, se descartó la presencia de sustancias como solventes en la sangre; sin embargo, el nivel de bióxido de carbono estaba elevado en todos los casos.

El bióxido de carbono en la sangre se elevó debido a la electrocución y el consecuente fallo cardiaco: "Cuando estamos sumergidos en el agua perdemos resistencia al paso de esta electricidad y esto hace que fluya de un lado a otro rápidamente sin causarnos quemadura (...) lo que hace después de cinco segundos de estar en contacto con la energía eléctrica hace que el corazón empiece a latir de una manera descoordinada", concluyó Rivera.