Viernes, 19 de Abril 2024
Jalisco | El ducto que hoy sufrió fuga es ordeñado y después la gasolina es vendida en rancherías

Habitantes de Tala, obligados a comprar combustible clandestino: Testimonios

El ducto que hoy sufrió una fuga es ordeñado constantemente y después la gasolina es vendida en rancherías

Por: EL INFORMADOR

Pipas y camiones sin rótulos, identificaciones de Pemex o alguna otra empresa entran y salen del poblado de la Villita en Tala.  /

Pipas y camiones sin rótulos, identificaciones de Pemex o alguna otra empresa entran y salen del poblado de la Villita en Tala. /

TALA, JALISCO (18/MAY/2014).- A unos kilómetros de La Villita, donde aconteció la fuga de combustible, está el poblado de Cuisillos. Según relatan pobladores, grupos armados montan guardias, investigan a los visitantes de la zona y amedrentan a los habitantes.

"Les piden dinero, los obligan a que compren gas y los mantienen en asedio constante", cuenta un habitante de Tala, quien prefirió no dar su nombre por seguridad personal. Señala que el ducto que hoy sufrió una fuga es ordeñado constantemente, y después la gasolina es vendida en rancherías a un precio más barato que los lugares de servicio legal.

"Lo que te conté no me consta, pero son historias que mucha gente cuenta (...) Porque aquí en el pueblo, quien sea es de la maña y ya no sabes ni con quién hablas".

Pipas desconocidas entran y salen de La Villita

Pipas y camiones sin rótulos, identificaciones de Pemex o alguna otra empresa entran y salen del poblado de la Villita en Tala. Algunos de sus habitantes los han visto, otros han escuchado de ellos, pero nadie cuestiona que se den "movimientos raros" en el lugar.

Fernando percibió el tufo a gasolina desde las 07:00 horas. A él y su familia les empezó a doler la cabeza y salieron a la calle. Desde su hogar miraron el chorro de líquido expulsado desde el ducto: "Cuando nos levantamos no se miraba nadie, pero habían dicho que el ejército y los de Pemex ya andaban allá, en la fuga".

Afirma que en semanas anteriores ha visto pipas que entran y salen a gran velocidad por los caminos de La Villita, sin alguna identificación. "Pasan cargados de combustible y a una velocidad alta, pasan a 80 o kilómetros por hora. Ojalá hubiera más vigilancia".

Como Fernando, María también miró el géiser de gasolina a lo lejos, por ello recordó el último incidente en ese mismo lugar hace dos años, sólo que, en lugar de combustible, las llamas salían de los ductos. "No me siento con mucha seguridad porque dicen que iba corriendo el líquido por el arroyo".

Otros dos habitantes de La Villita rememoraron la explosión que se dio en el ducto hace algunos años, aunque dicen que están acostumbrados a este tipo de incidentes. Aunque ellos no han visto pipas o camiones que carguen combustible, sí han escuchado las historias de quienes llegan a tomar gasolina, sin pagarla a nadie.

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