Aristóteles reconoce labor tras detención

GUADALAJARA, JALISCO (23/FEB/2014).- Después del mensaje del Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, donde confirmó la captura de Joaquín “Chapo” Guzmán, el gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval, envió un mensaje a través de su cuenta de Twitter, reconociendo la labor de las fuerzas de seguridad del país.

“La detención de Joaquín Guzmán devela coordinación e inteligencia de las fuerzas de seguridad en México. Mi reconocimiento, México en paz”. En un segundo mensaje, el gobernador aseguró que “esta captura muestra que la estrategia de seguridad del Gobierno de la República, que privilegia uso de inteligencia sobre uso de la fuerza, es exitosa.”

Por último, aseguró que el Gobierno del Estado garantizará la seguridad, e invitó a la ciudadanía de Jalisco a permanecer tranquilos tras la detención: “En el Gobierno de Jalisco estaremos pendientes de la información que provea el Gobierno de la República para garantizar la seguridad de Jalisco. Hago un llamado a la tranquilidad de los jaliscienses. Hoy un personaje que lastimó a nuestra sociedad ya está tras las rejas. México en paz”.

Operativos normales

Por otro lado, la Policía de Guadalajara mantuvo los rondines cotidianos de vigilancia en la ciudad.

Según la instancia de Comunicación Social de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, todo “sigue igual”, aunque se mantenían al pendiente de alguna indicación de autoridades estatales o federales.   

Los únicos operativos que destacaron ayer fueron los del partido de la Liga MX entre Atlas y Monterrey, en el Estadio Jalisco, y el previo al Medio Maratón de la ciudad, que se corre hoy.

“Nosotros, como municipio, en estos casos (como el del “Chapo”) nos manejamos en relación a indicaciones de niveles más altos, por repercusiones de algún grupo del crimen organizado”.

Se solicitó información de operativos o cuidados especiales a la Comisaría General de Seguridad Pública, Protección Civil y Bomberos de Zapopan, y a la Fiscalía General del Estado; sin embargo, no se obtuvo respuesta.

• ESTABLECIÓ EN LA CIUDAD SU BASE DE OPERACIONES

Los inicios de Joaquín Guzmán Loera en Guadalajara

En los años ochenta, bajo la tutela de uno de los líderes del cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, despegó la carrera del que sería el narcotraficante más buscado del mundo, Joaquín Guzmán Loera. Guillermo Valdés Castellanos, ex director del CISEN en el sexenio de Felipe Calderón, relata en la “Historia del narcotráfico en México” que en esos años el “Chapo” fue presentado a Félix Gallardo, quien lo hizo responsable de la logística de la organización: coordinación de vuelos, llegada de barcos, organización del transporte terrestre y de asegurarse que la droga llegara sin problemas a la frontera con Estados Unidos.

Después caerían Rafael Caro Quintero y Juan José Esparragoza el “Azul”, pero para aquél entonces el “Chapo” ya se había convertido en el contacto clave en la relación con los narcotraficantes colombianos. Luego de la captura de Félix Gallardo, en abril de 1989, el “Chapo” se alió con Héctor el “Güero” Palma Salazar y enfrentó a los hermanos Arellano Félix.

Si bien el narcotraficante tenía un centro de mando y operaciones en Agua Prieta, Sonora, y casas de seguridad en Culiacán, Mexicali y Tecate, fue precisamente en Guadalajara donde inicialmente estableció su base de operaciones, ciudad en la que inició también, en los primeros años de la década de los noventa, la producción de metanfetaminas a cargo de Ignacio Coronel.

Pero no fue sino hasta 1992 cuando su nombre empezó a tener resonancia a partir de su participación en la balacera de la discoteca “Christine”, ocurrida en Puerto Vallarta, en donde fallecieron cuatro personas. Un año después, el 24 de mayo de 1993, junto con los Arellano Félix y el “Güero” Palma, el “Chapo” se convirtió en uno de los delincuentes más buscados en el país tras la balacera en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, en donde fue acribillado a balazos el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, quien, según las autoridades, fue confundido con el “Chapo”.

Así pues, el asesinato del cardenal Posadas desencadenó su detención en menos de tres semanas.

El 9 de junio de 1993, el ejército de Guatemala detuvo al buscado narcotraficante en la frontera de ese país con Chiapas y lo entregó a las autoridades mexicanas, quienes lo enviaron al penal de máxima seguridad en Almoloya de Juárez, Estado de México, tras sentenciarlo a 20 años de prisión por ilícitos contra la salud, asociación delictuosa y cohecho.

En 1995 fue requerido por un juez de Jalisco por lo que fue trasladado, el 22 de noviembre, al penal de Puente Grande.

Finalmente, el 19 de enero de 2001, escondido en un carro de lavandería, el narcotraficante logró escapar de su celda a sólo 50 días que el entonces Presidente de la República Vicente Fox asumiera el cargo.

• LA VOZ DEL EXPERTO

Pondrán a prueba fortaleza del Cártel de Sinaloa

Arturo Villarreal Palos (especialista en justicia penal)

Arturo Villarreal Palos, experto en justicia penal y seguridad, indicó que con la captura de Joaquín “Chapo” Guzmán el cártel de Sinaloa experimentará un momento de debilidad que los demás buscarán aprovechar en busca de hacerse de algunos territorios pertenecientes a esta organización criminal. Organizaciones como la del Pacífico Sur y la de Jalisco pondrán a prueba la fortaleza del grupo sinaloense, quizá emprendiendo algunas acciones violentas, indicó.

Descartó que la organización sinaloense emprenda acciones violentas tras la captura de su líder, pues no es el estilo de esta célula criminal, que únicamente se dedica al negocio de la droga sin el empleo de la violencia. Además, refirió que con este golpe no se logrará una desmantelación total del grupo criminal.

También comentó que con esta captura va a surgir otro líder para el cártel de Sinaloa, pues la figura de Guzmán Loera se encontraba ya desgastada ante la constante exposición a la que se sometió, además, al interior de esta organización se está dando un reordenamiento.

Archivos forenses, clave para su identificación

Alfredo Rodríguez García  (médico forense)

Al doctor Alfredo Rodríguez García se le pidió en 2001 hacer pruebas de genética al capo y líder del cártel de Sinaloa, Joaquín “Chapo” Guzmán. Ahora, con la recaptura del narcotraficante 13 años después de su fuga del penal de Puente Grande, su aspecto sufrió algunos cambios. Rodríguez García atribuyó estos cambios a que el paso de los años ha hecho su efecto en Guzmán Loera, “y lo más común es que se haya practicado algunas cirugías estéticas: rinoplastia, algunas liposucciones u otras correcciones”.

Indicó que los archivos forenses que existen del capo desde su primera captura fueron determinantes para la identificación del mismo, recapturado en las primeras horas de ayer.

Refirió que algunos estudios que se le pudieron haber hecho al líder criminal van desde los trabajos de antropología, antropometría y genéticos. Señaló que gracias a los archivos que existen de los estudios de dactiloscopía del capo, se pudo confirmar plenamente su identidad, además, algunos de estos análisis, como los de la placa dental hechos por científicos norteamericanos, mostraron coincidencia plena con los realizados ayer después de su captura.

El doctor Rodríguez atribuye el crédito de la captura de Guzmán Loera al trabajo de inteligencia de organismos estadounidenses como la CIA, el FBI y la DEA, además, indicó que el retraso de la confirmación de la captura de parte del Gobierno mexicano se debió a que las autoridades nacionales esperaban el aval de las instituciones estadounidenses, quienes necesitaban verificar la información vertida por los resultados de los análisis.