A fines de marzo, verificación total en consultorios adjuntos de Jalisco

GUADALAJARA, JALISCO (21/FEB/2014).- Todo cambió en 2010, cuando las autoridades federales prohibieron vender antibióticos a quien no llevara receta: a partir de entonces, la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), aumentó el número de personas que buscan consultorios adjuntos a farmacias para recibir atención médica, con el fin de evitar la tardanza del sector público y los altos precios de los consultorios privados. Y desde entonces, esos espacios se convirtieron en un objetivo de verificación periódica.

A pesar de que no se trata de un servicio nuevo, hasta principios del año pasado la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) no tenía un padrón de los consultorios anexos a farmacias. Fue apenas cuando surgió la disposición de la Cofepris para revisar sus procesos que comenzaron las revisiones.

En coordinación con los estados, la Cofepris ya dio el primer paso para mejorar los servicios que se otorgan en los consultorios junto a farmacias: conocer, al menos, cuántos existen. El siguiente paso es lograr que todos cumplan con los lineamientos. La SSJ dice confiar en que a finales de marzo la Dirección de Regulación Sanitaria habrá verificado los 781 establecimientos de Jalisco.

Tras las primeras 384 verificaciones, se dio una prórroga para que los consultorios cumplan en 30 días, si es que no hay una arbitrariedad mayor que requiera un cierre parcial o total. Durante ese tiempo, los propietarios deben pasar a la SSJ para notificar que hicieron las correcciones indicadas.

“Que acudan con nosotros, vean cuál fue su problema y nosotros volveremos a acudir, realizaremos la verificación, y de no cumplir, se otorga multa; y de no cumplir, entonces se hacen cierres parciales, y si no, clausura total”.

El proceso continúa con la observación de los lugares, que si no cumplen a pesar de que se les notificó que incurrían en alguna irregularidad, podrían hacerse acreedores a multas económicas que van desde los 150 a 300 salarios mínimos.

Medidas preventivas

La regulación de consultorios consiste en tres etapas. La primera tiene que ver con fomentar las buenas prácticas, la segunda consiste en verificar que la norma se cumpla, y una tercera consiste en aplicar un protocolo para mejorar el sistema de atención y contar con una mejor vigilancia de la venta y prescripción de fármacos.

Ante el aumento de este tipo de consultorios, desde octubre de 2013 la Cofepris realizó visitas a farmacias en todo el país, y en Jalisco se han entregado dos mil 330 Guías parar las Buenas Prácticas Sanitarias en Farmacias con Consultorio a responsables sanitarios, médicos y propietarios de establecimientos.

Además, se han hecho inspecciones en 947 consultorios anexos a farmacias, 60 de los cuales fueron cerrados por presentar anomalías graves, como no contar con un aviso de funcionamiento ni responsable sanitario, no tener separación física entre farmacia y consultorio, y la falta de expedientes de los pacientes, entre otras cosas.

La tercera etapa ya se inició, por lo que los médicos encargados deberán hacer un cuestionario completo a los pacientes, para averiguar si podrían tener alguna enfermedad crónico-degenerativa. Además, se prevé que desde abril los pacientes recibirán volantes con información acerca de dónde pueden hacer reportes sobre la atención recibida.

“La autoridad sanitaria no tolerará, por ningún motivo, la prestación de servicio médico deficiente en estos consultorios, la presencia de médicos sin cédula profesional, la prescripción ni la dispensación irracional de fármacos, porque eso equivaldría a tolerar riesgos a la salud”, señaló la Cofepris, hace unos días.

LA CIFRA

50,500 consultas diarias otorga, por su cuenta, el sistema del ISSSTE en el país

500 mil consultas diarias hay en el IMSS a escala nacional

325 mil consultas médicas diarias registran estos servicios, según datos de la Cofepris

75% de los consultorios anexos pertenecen a cadenas nacionales o de autoservicio

NUMERALIA

Miles de espacios que hay que verificar

13 mil consultorios adjuntos a están detectados en el país; hay 28 mil farmacias.

325 mil consultas diarias se ofrecen en los 13 mil consultorios del país.

10 millones de pacientes reciben atención en estos cada mes y los atienden los 32 mil 500 médicos que trabajan en ellos.

8% de la población ha recibido atención médica en uno de estos consultorios.

50% de los consultorios adjuntos a farmacias están ubicados en nueve entidades federativas: Jalisco tiene 781, pero además están Guanajuato, Veracruz, Puebla, Guerrero, Michoacán, Estado de México, Nuevo León y el Distrito Federal.

200% creció la presencia de los consultorios adjuntos en sólo tres años: había cuatro mil 370 mil en 2012.

40% de las consultas médicas que se llevan a cabo en el país tienen lugar en un consultorio del sector privado.

Fuente: Cofepris.

La revisión a conciencia, un paso fundamental

El médico recibe al paciente y le pregunta nombre, edad y si es alérgico a algún medicamento. El paciente le dice que le duele el oído izquierdo y tiene algo de congestión nasal. El médico le pide que se siente en la pequeña camilla, le revisa sólo el oído izquierdo y le pide que abra la boca, al tiempo que le toca la cara con las dos manos, para ver si tiene buena mordida. Inmediatamente le dice que es estrés y que le dará un desinflamatorio y anota las medicinas en una receta.

Según el director general del Hospital Civil de Guadalajara, el infectólogo Héctor Raúl Pérez Gómez, en una consulta de primer contacto el médico debe realizar un cuestionario extenso al paciente, que incluya antecedentes familiares, enfermedades ya diagnosticadas y todos los síntomas, situación que no ocurrió en la consulta antes narrada. Tampoco puede faltar la revisión de los signos vitales y presión arterial, así como una buena exploración física.

Si no se cumple con todos estos requisitos, el médico no garantiza que extendió una receta basada en un buen diagnóstico. Y éste es, precisamente, uno de los factores más importantes que debe revisar un paciente que acude a uno de los consultorios adjuntos a las farmacias de la ciudad, y también es uno de los puntos que más seriamente considera la Cofepris en sus verificaciones.

Hay control, pero aún falta

La venta de antibióticos sin reserva estaba convirtiéndose en un problema para México cuando, en 2010, se decidió prohibirla y verificar el comportamiento de la industria médica en el país, incluyendo a farmacias y consultorios adjuntos. No obstante, todavía hay otros asuntos que resolver: el médico internista Francisco Ruiz González asegura que tener a médicos recién egresados o con nula experiencia representa el riesgo de emitir prescripciones y diagnósticos poco acertados.

“Si se hace un mal diagnóstico, se está realizando un mal tratamiento, entonces, no se está curando el origen del problema; el exceso de antibióticos puede provocar reacciones alérgicas o problemas de intoxicación”.

El galeno indicó que, a pesar de que los consultorios adjuntos a farmacias representan una oportunidad de atención al alcance de la gente, el programa Seguro Popular también tiene el servicio de consulta de primer contacto, y se puede tener un mejor control, pues el servicio es vigilado por las autoridades.

Por otro lado, refiere que este tipo de negocios son una competencia desleal a los médicos que formalmente han hecho un sacrificio para montar su consultorio de acuerdo a la norma. Además, en su opinión, el concepto de “consulta barata” o “consulta gratis” hace ver que el nivel de calidad estará por debajo de lo normal.

Dignidad médica, en juego

Al menos en una de las cadenas de farmacia que cuentan con un consultorio médico anexo, las condiciones para los médicos que ahí laboran no son las más adecuadas. Uno de los profesionales, que prefirió omitir su nombre, señala que se trata de un trabajo “pesado y mal pagado”, pues deben trabajar desde temprano hasta la noche, sin días de descanso ni prestaciones.

El médico, egresado y titulado por la Universidad Autónoma de Guadalajara, cuenta que al salir de la escuela se enfrentó a una realidad que desconocía: poca o nula oportunidad de trabajo en una institución médica; trabajar en un consultorio adjunto a farmacia se convierte entonces en una opción real.

“Pues aquí practicas, agarras experiencia, pero de hecho yo ya me quiero ir, porque no me alcanza el dinero y no hay ningún descanso; me voy a ir a Estados Unidos, allá pagan muy bien a médicos y enfermeras”.

El director general del Hospital Civil de Guadalajara, Héctor Raúl Pérez Gómez, señala que éste es un tema que la autoridad sanitaria debe cuidar para dignificar la profesión del médico de primer contacto, y no reducirla sólo a un trabajo de prescribir medicamentos.

No todo es amargo en estos consultorios: otro médico consultado por este medio, con más de 60 años de edad y jubilado, trabaja en un consultorio de este tipo “por distracción” y dice que las condiciones laborales son buenas, y que el sueldo ronda los 10 mil pesos mensuales.

Aseguran que el servicio es barato y bueno

Mientras la Cofepris avanza en los prcesos de verificación para garantizar que los consultorios adjuntos a farmacias funcionan correctamente, muchos pacientes necesitan resolver algo más inmediato: para Judith Ruelas, por ejemplo no pagar una consulta para que atiendan a su hija de una infección respiratoria es un apoyo para su economía y dice que, además, ha recibido un buen servicio.

A pesar de que trabaja en un conjunto médico, con cuatro especialistas privados, pagar ahí una consulta para su hija no bajaría de los 500 pesos, dinero que no siempre se tiene a la mano, refiere.

La señora acude con frecuencia a los consultorios junto a farmacias, pues ahí recibe atención para situaciones leves como una afección respiratoria o gastrointestinal, por ejemplo. “La revisión, la atención, todo muy bien aquí; y lo que me gusta es que me revisaron a mi hija y me la citaron a los días, para ver cómo seguía y darle otro tratamiento”.

Ella confía en que lo que recibe en estos consultorios no es sólo una “orientación médica”, sino que le han dado seguimiento a su caso, cuando es necesario.

“No tenemos alcance (económico) y al IMSS se la piensa uno por tanta demanda que tienen y no te dan la atención debida, la verdad”.

Judith vive en la colonia Villaseñor y aunque tiene un consultorio similar cerca de casa, prefiere acudir a uno ubicado en avenida Américas.

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