El 'Menchito' se encargaba del trasiego de la droga

GUADALAJARA, JALISCO (31/ENE/2014).- Con  sólo 23 años, Rubén Oseguera González, detenido ayer en Zapopan, se encargaba presuntamente de coordinar la compraventa de droga de uno de los principales cárteles del país, controlar las finanzas y ordenar el asesinato de delincuentes rivales.

Oseguera González es considerado como el número dos del cártel Nueva Generación. Su arresto representa un duro golpe al crimen organizado en México, porque además es hijo del máximo líder de ese cártel, Nemesio Oseguera Cervantes, alias el “Mencho”, quien está prófugo de la justicia.

Casi 10 horas después de que se iniciara la acción, el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Monte Alejandro Rubido, señaló sobre el detenido: “Se tienen indicios de que Rubén Oseguera González presumiblemente era el encargado de coordinar la compraventa y trasiego de droga proveniente de Sudamérica”.

También dijo que el delincuente supuestamente “controlaba los recursos económicos del grupo delictivo al que pertenecía, así como el robo y venta de combustible en el Estado. Otra de sus presuntas actividades —agregó— era la de ordenar la ejecución de personas que se negaban a colaborar con su organización y era el encargado de mantener un cerco de seguridad en los estados de Colima y Jalisco para evitar el ingreso de células de organizaciones delictivas antagónicas”.

En la operación participaron unos 80 efectivos y una decena de vehículos del Ejército Mexicano, apoyados por dos helicópteros militares.

Hacia las 05:20 horas de ayer, elementos del Ejército acudieron a una finca en la calle Artemio del Valle Arizpe, al cruce con Ernest Hemingway, en la colonia Patria Universidad, tras lo que las autoridades estatales y de Zapopan fueron alertadas.

Decomisaron en el operativo cuatro armas largas y nueve cortas, una granada de fragmentación, 61 cargadores de diverso calibre y más de mil cartuchos; más tarde, Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, informó que a los detenidos les aseguraron entre 10 y 16 millones de pesos.

La detención de Oseguera fue seguida de disturbios en la zona donde se realizó el operativo. Los criminales atacaron tres vehículos en avenidas no tan transitadas en Paraísos del Colli y en Los Cajetes, en Zapopan —sin víctimas—, lo que provocó intensa movilización policial de parte de las corporaciones estatales y municipales, las cuales se apostaron también en los ingresos a la ciudad, además de que patrullaron en la búsqueda de vehículos sospechosos para evitar mayores ataques.

El “Menchito”, quien utiliza dos nombres, Rubén Oseguera, igual que su padre, y Rubén Garibay, fue llevado a la capital del país y ya declara ante la Subprocuraduría Especializada en Investigación contra la Delincuencia Organizada.

Fueron arrestados con él Ramiro Casas Álvarez, Gilberto Alcaraz Montes, Sergio Saúl Silva Rodríguez y Lorenzo Martín García Reyes.

El “Mencho” se queda sin lugarteniente

Rubén Oseguera González es hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”, y era su principal operador en Jalisco.

Operaba como su lugarteniente tras la muerte de Juan Carlos Carranza, el “Ñaca”, quien se enfrentó a balazos con la Marina el 11 de mayo de 2012. Previo al “Ñaca”, las operaciones en la Entidad eran dirigidas por Erick Valencia Salazar, el “85”, pero fue capturado por soldados en marzo de 2012.

De acuerdo con fuentes militares, en la organización del “Mencho” algunas de las células de esta agrupación se dedican al secuestro, extorsión y se “alquilan” como sicarios para terceras personas, con el fin de obtener recursos.

Además, controlan 70% de las drogas comercializadas principalmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara, mientras que gente de Joaquín el “Chapo” Guzmán comercializa el resto de los alcaloides en el Estado.

REACCIÓN
Alerta consular estadounidense

El Consulado de Estados Unidos en Guadalajara recomendó a su personal y ciudadanos que luego de recibir reportes de “bloqueos” en arterias del área metropolitana de Guadalajara, evitaran circular por el Periférico y las vías que llevan al aeropuerto.

El consulado agregó en un comunicado que se tenga especial cuidado en las carreteras de Jalisco, así como poner atención a los anuncios que hacen las autoridades mexicanas.

Por último, informaron en el documento que el consulado funciona con normalidad.

No avisaron al fiscal

Las autoridades federales no notificaron a la Fiscalía General del Estado del operativo militar implementado por la madrugada en la colonia Patria  Universidad, donde capturaron a Rubén Oseguera González, informó el fiscal general, Luis Carlos Nájera.

Sobre la intención de las acciones militares, tampoco se informó al fiscal General ni le habían informado hasta el mediodía de la detención del “Menchito”; incluso, Nájera no tenía conocimiento de que se buscara a este presunto delincuente, declaró en rueda de prensa: “Estamos pidiendo que nos informen si se cuenta con alguna orden de aprehensión, si tiene algún antecedente o está mencionado en alguna averiguación que tengamos en el Estado, hasta el momento no me han informado, pero desconocemos cuál sea la actividad delincuencial que realiza esta persona”.

JESÚS MURILLO KARAM
Cártel dio armas a presuntos autodefensas

CIUDAD DE MÉXICO.- Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, dijo que dos personas que se hicieron pasar por autodefensas michoacanos confesaron recibir armas del cártel Nueva Generación y fueron consignados.

“La evidencia que tengo está convertida en consignación. Hay dos detenidos que fueron agarrados cuando se ostentaron como autodefensas entre un grupo más amplio y que confesaron haber recibido las armas de este cártel; lo demás está en periodo de investigación”, aclaró el procurador.

En respuesta, Estanislao Beltrán, vocero de los grupos de autodefensa michoacanos, negó recibir apoyo del cártel Nueva Generación, ya que dijo estar harto de cualquier organización relacionada con el crimen organizado.

CRÓNICA
Militares llaman a la puerta

Por Julio González

Portazos, vidriazos y gritos. Los hijos de Francisco corrieron al cuarto de sus papás para resguardarse de lo que pensaban podía ser un robo. ¿Qué pasa?, gritó asomado por la ventana su padre. Unos hombres en la azotea vecina le pidieron silencio y que no mirara. Sin saber lo que sucedía, obedeció.

No eran ni las seis de la mañana y el sonido de un helicóptero “invisible” ya había despertado a los vecinos de las colonias Patria Universidad y Prados Vallarta. Se alejaba y el ruido de las hélices disminuía su volumen pero en menos de un minuto volvía el sonido de la aeronave una y otra vez. Nadie sabía lo que sucedía.

El timbre de la casa de Francisco sonó. El padre de familia bajó y preguntó quién era. Los militares se identificaron y solicitaron entrar. Abrió la puerta y como de película entraron casi una decena de hombres con sus armas largas apuntando con una lámpara como mira a las paredes. Venimos a buscar a uno que se escapó, explicaron. Adelante, respondió Francisco sin saber quién era al que buscaban.

Su familia se encontraba temerosa encerrada en la recamara principal. El perro en la cocina, los militares yendo de un lugar a otro. De pronto uno de los verdes le preguntó en voz baja si estaban amenazados. No, para nada, respondió el padre de familia. El de verde volvió a preguntar. Y Francisco repitió la misma respuesta. Los verdes salieron. Francisco cerró la puerta sin saber lo que sucedía.

Su familia no podía dormir, el tiempo transcurría el las hélices iban y venían, y los que regresaron fueron los militares. Ahora era un comandante el que solicitó volver a entrar. Adelante, Francisco respondió a través del interfón. En esta segunda ocasión eran cerca de 20, aún no encontraban al que había escapado. Sigilosos, cuidadosos, respetuosos y amables es como este padre de familia describe a los verdes luego de tenerlos en casa. No encontraron al prófugo en la casa de Francisco. Al salir uno de los militares se quitó el guante, le dio la mano y las gracias al propietario de la casa.

Francisco y vecinos de las calles de William Shakespeare, Ernest Hemingway, Thomas Fuller, León Tolstoi, Artemio Valle Arizpe, Paseo Lomas Altas se fueron enterando del operativo militar a través de la radio, televisión y redes sociales. Lo que ahí sucedía es que desarrollaba un operativo militar y que al que buscaban y encontraron y detuvieron era Rubén Oseguera González, mejor conocido como “El Menchito”, quien presuntamente es el número dos del cártel Nueva Generación.

Por la tarde, siete horas después de haberse retirado los verdes, de no escuchar el zumbido de hélices y de las cinco detenciones, dos voceadores caminaban por la calle de William Shakespeare y con un megáfono promocionaban la venta de una publicación vespertina. ¡Lleve el periódico con las fotos del operativo que sucedió aquí a la vuelta! ¡Entérese de lo sucedido a las seis de la mañana! Los vecinos ya sabían lo que había sucedido. Fue un horroroso y ruidoso amanecer, uno que les había quitado el sueño y la tranquilidad.

Confusión y vacío de información

Durante las acciones de las autoridades federales contra los criminales, los habitantes de la metrópoli y resto de la Entidad pasan por una gran desinformación, explicó el académico Francisco Jiménez Reynoso, investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en referencia particular al operativo de captura de Rubén Oseguera González, el “Menchito”, líder del cártel Nueva Generación.

“Lo primero que percibo es que hay una gran incertidumbre de lo que está pasando. Lo primero que siente la ciudadanía es desinformación. Algunos dicen que no está pasando nada, que no hay camiones incendiados; otros están subiendo a las redes sociales fotografías de eventos anteriores para desinformar y distraer a las autoridades”, dijo el investigador.

Agregó que cuando soldados o marinos realizan un operativo, los habitantes tienen sentimientos encontrados por saber que se sienten más seguros, pero al mismo tiempo se preguntan qué tipo de personas está presente entre la sociedad.

Detenidos en el caos

Mario Silva, integrante de la Plataforma Metropolitana para la Sustentabilidad, opinó que la descoordinación institucional generó que las represalias de los delincuentes por la detención del “Menchito” tomaran por sorpresa al Gobierno estatal, lo cual generó un vacío de información oportuna para el ciudadano.

“Creo yo que debería haber algún protocolo de coordinación cuando este tipo de acontecimientos pasan porque la población nos quedamos detenidos en el caos, en la incertidumbre, y se cambia también la percepción de seguridad bastante”.

“El Gobierno apostó por la prudencia y el Gobierno federal debió haber dado más información. Dejó solo al Gobierno de Jalisco dando la cara y explicando”.

Por otra parte, Silva consideró que esta ocasión no se notó tanta alarma o desesperación entre la gente como en otras ocasiones, lo cual es una señal negativa porque parecería que ya hay cierta tolerancia a este tipo de expresiones violentas, tales como la quema de camiones.

Bañan vehículos y hacen que ardan

No fueron bloqueos, pero los incendios provocados a vehículos la mañana de ayer provocaron temor entre la población, intensa movilización de las autoridades policiales del Estado y de los municipios y falsas alarmas provocadas por bromas o histeria de la gente. Entre todo destacó el caso de un midibús que no terminó calcinado porque el chofer aprovechó que los malhechores huyeron para apagar el fuego con su extinguidor.

Después de las seis de la mañana se comenzaron a escuchar los primeros reportes de los incendios, uno en Avenida Las Torres a su cruce con Cedros, en Paraísos del Colli. Un midibús de la ruta 640, placas 714-748-G, fue abordado hacia las 6:40 por un par de sujetos armados —uno con capucha y otro obeso con gorra— que con palabras altisonantes obligaron a los pasajeros y a su chofer que se bajaran del vehículo:

“Eran dos personas armadas, uno se subió y el otro se quedó abajo cuidando. Se apreciaba una sola bolsa (con el combustible). Traía 10 usuarios, afortunadamente todos salieron bien, nomás se subió ‘bájense’ con palabras altisonantes, nos bajamos, corrimos y ya”.

El chofer, de nombre Pedro, miraba con resignación los restos de su unidad, la cual había quedado totalmente calcinada.

El siguiente punto se registró a unos cientos de metros de este incidente. Se trataba de un camión repartidor de una empresa de leche en el cruce de Avenida El Colli con Periférico. Testigos en la zona sólo señalaron que todo ocurrió de repente, pues cuando voltearon ya estaba en llamas. No obstante, el fuego sólo se presentó en la cabina de la camioneta y como las autoridades estaban cerca del sitio pudieron acudir de inmediato a sofocar el fuego.

Y el tercer incendio ocurrió hacia las 7:20 cuando un midibús de la ruta 625, número económico S-0868, placas 718-244-G, se hallaba en la Colonia Los Cajetes estacionado en su terminal sobre calle San Carlos al cruce con Avenida De las Rosas, y pudo terminar también calcinado a no ser por el chofer de la unidad que actuó con rapidez: “Llegaron dos individuos, me amagaron con pistola, me aventaron para atrás y empezaron a rociar el camión de gasolina, dijeron que no querían nada contra mí y empezaron a rociarlo y lo prendieron”.

La gasolina la cargaban de manera discreta entre sus ropas en botellas de plástico de refresco de medio litro. Bañaron los asientos y el piso del camión por dentro y desde arriba le prendieron fuego, aseveró el chofer. Todos bajaron corriendo y los dos hombres (chaparritos, de piel clara y bien vestidos) huyeron a pie por Avenida De Las Rosas hacia el norte.

Fue cuando el chofer aprovechó para apagar el fuego de su midibús: “Yo apagué el fuego con el extinguidor”. El automotor sólo quedó ahumado por dentro, aunque el asiento del conductor sí fue pérdida total así como un cristal del lado izquierdo de los pasajeros.

Hombres armados atacan camiones del transporte público y de una empresa, en Los Cajetes y Paraísos del Colli