Pobladores de Tamazula piden que la ayuda llegue a los rincones

TAMAZULA DE GORDIANO, JALISCO (17/SEP/2013).- No hubo más aviso que la corriente de agua tocando puertas. Paulina Marín cruzaba por el cuarto donde hasta ese día tenía su cocina, y al escuchar golpes de presión, volteó a la ventana de donde se desbordaba un arroyo. Ni oportunidad hubo para cerrar, apenas para correr.

Cuando volvieron hoy temprano a casa, encontraron el refrigerador nadando, el maíz tronado afuera de los tambos y los colchones enlodados.

Se le abrió un hueco en la garganta cuando vio en ese estado lo que con más de 30 años de trabajo en el campo logró junto con su marido; pero hay que esperar, se anima, la recuperación viene con el tiempo y la ayuda también. El gobernador, Aristóteles Sandoval, visitó su casa esta noche y le prometió apoyo.

La pareja vive a unos metros del Puente Contla, que colapsó sobre el río Tamazula con los estragos que dejó a su paso la tormenta tropical Manuel. El gobernador visitó esa zona y prometió no dejar desprotegidas a las familias. Sólo que la ayuda no está llegando a todos los rincones afectados en Tamazula, expresa Adela Martínez del Movimiento Mujeres Techo Digno.

Los mismos habitantes de la comunidad hacen llegar ayuda casa por casa. La organización femenina visita hogares, colabora en la limpieza y lleva alimentos.

"¡Quítense de ahí, ya les habíamos dicho!". Suelta un grito Adela a un grupo de niños que ignoran los juegos del Parque Lineal para mirar cómo quedaron las bardas tumbadas hacia el río.

Los curiosos ignoran las cintas de precaución, colocadas ayer después de la carrera que echaron los que estaban en el malecón viendo cómo había crecido la corriente, cuando la superficie comenzó a derrumbarse, con todo y palmeras.

Sí ha llegado apoyo, pero se queda en los albergues y no se distribuye bien, expresan habitantes. La familia de Herbert Arriaga sigue sin poder entrar a su vivienda. Se resguardaron en casas de familiares y ahí seguirán, no saben hasta cuándo. Por lo pronto, las autoridades municipales ya se llevaron las pertenencias destrosadas, que fueron todas.

Herbert mira desde la banqueta, dice que con sensación de impotencia, cómo la corriente de agua buscó su cauce y encontró espacio en su casa.

EL INFORMADOR/ ALEJANDRA PEDROZA