La lucha por ''Temaca'' no ha terminado, advierten

GUADALAJARA, JALISCO (08/AGO/2013).- Antes de que caiga la tarde, Rebeca Reyes saca de un refractario su torta de huevo, remojada en chile rojo, y nopales. Desde los portales de la Plaza de Armas comen ella y su esposo, sentados en la mesa donde recolectan firmas para evitar que con la construcción de una cortina alta en la presa El Zapotillo se inunde el poblado alteño de Temacapulín.
 
Llevan un mes que se instalan diariamente en esa mesa, rodeada de pancartas que en tono de protesta señalan al ex gobernador, Emilio González, por promover una cortina a 105 metros, con lo que irremediablemente se inundaría el poblado.
 
También se dirigen al gobernador, Aristóteles Sandoval, quien prometió que evitaría la cortina alta, y le piden que cumpla. Se identifican como parte de la Fundación Cuenca Lerma Chapala Santiago y explican que en el Ejecutivo les responde que están estudiando la situación, aunque a estas alturas ya debieron haber analizado lo suficiente, pero hay muchos intereses de por medio y por eso no se toma una decisión determinante, comenta Alicia Córdoba, una de las manifestantes.
 
Además de Rebeca Reyes y su esposo, otras dos personas no se han movido de ahí. Los motiva que desde ese sitio más personas se enteran de lo que sucede respecto a obras hidráulicas en Jalisco.
 
Y aunque están enterados de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para desechar el convenio que implicaba subir la altura de la cortina, afirman que la lucha sigue hasta que no se garantice el final en la presa. De cualquier modo, ya tienen permiso del Ayuntamiento para seguir ahí hasta septiembre.
 
Sentados entre pancartas les llega la hora de comer y mientras le muerden a su taco y cuidan que no se escurra el alimento, a quien pasa le explican la causa y le piden que se suscriba. Dicen que sí ha dado resultados, llevan unas 10 mil firmas y el producto final lo llevarán al Congreso del Estado, para que desde su trinchera haga lo propio, se busquen otras alternativas de abastecimiento de agua y no se tengan que sacrificar comunidades.
 
EL INFORMADOR / ALEJANDRA PEDROZA