Niegan que desaparecidos tengan vínculos con el crimen

LAGOS DE MORENO, JALISCO (25/JUL/2013).- “Basta de mentiras”, fue una de las demandas plasmadas en las pancartas de los manifestantes que se reunieron la tarde de ayer en el jardín principal del municipio de Lagos de Moreno, donde desaparecieron seis jóvenes en dos distintos hechos entre el 6 y 7 de julio pasados. Quienes protestaban —más de 50 personas— lamentaban las declaraciones de las autoridades, que presumían que los muchachos, de entre 18 y 22 años de edad, tenían nexos con el crimen organizado.

“Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos”, señalaba otra pancarta. Los muchachos desaparecidos son Ángel de Jesús Rodríguez Hernández, de 19 años; Eduardo Ramírez Hernández, de 21; Daniel Armando Espinoza Hernández, de 22; José Gerardo Aguilar Martínez, de 18; Marco Antonio Ramírez Cárdenas, de 19, y Christian Ávila Cardona, de 18 años. El sábado 6 de julio salieron a reuniones con amigos y no los volvieron a ver.

“Cuando son ricos son víctimas, cuando son pobres son delincuentes”, se leía en la cartulina que sostenía un joven. La madre de José Gerardo, María del Carmen Martínez González, manifestaba en su voz la desesperación por la desaparición de su hijo, quien no andaba en malos pasos, aseguró: “A mí me duele que hayan dicho que están en hechos delictivos, que no nos hagan más daño, si no nos han dicho algo certero, ¿por qué lo mencionan?”.

“No juzgues sin conocer”, decía una más. José Gerardo era trabajador; panadero de profesión, le tocaba descansar el domingo que desapareció, recordó María del Carmen: “Tenía ganas de salir a distraerse y lo hacía cada 15 días, entre semana iba a jugar futbol, nosotros lo acompañábamos, o sea, no era de andar en la calle”.

“No fabriquen culpables”, sentenciaba otro letrero. Ana Teresa Hernández Rodríguez, madre de Ángel de Jesús, exigió que con pruebas sostuvieran las autoridades sus señalamientos: “A mí que me lo demuestren, a mí que me demuestren que mi hijo es un delincuente, con fundamentos que a mí me convenzan”.

“La seguridad es su responsabilidad”, demandaba otra leyenda. José Luis Becerra Mendoza, uno de los habitantes de Lagos, quien se sumó a la marcha, mostró empatía por las demandas de la multitud: “Lo que pasa es que son pocos policías, pa’ un pueblo como Lagos, se necesita lo triple de la policía que hay”. Dijo que además les falta preparación para poder realizar su trabajo. Otra lugareña, Marisela, convino en que el pueblo está falto de seguridad, además de que hay poca capacitación en los elementos para poder proteger a la población.

“Si no pueden, renuncien”, se exigía en una pancarta más. María Esther Espinoza, una manifestante, reclamó la poca acción de las autoridades, quienes, de no ser por la presión, no los hubieran recibido: “A la gente se la están llevando para tragársela, porque eso es lo que están haciendo. Si se llevan a la gente de ellos (los políticos) los buscan hasta debajo de las piedras”.

“Primero la seguridad, después está la feria”, reclamaba un letrero más. Las fiestas en Lagos de Moreno comenzaron, y el alcalde, Hugo René Ruiz Esparza Hermosillo, quien antes presumió que las desapariciones de los jóvenes se debían a que había vínculos con delincuentes, no salió de la Presidencia ni pudo atender a los medios; decían en Comunicación Social que por diligencias pendientes, tanto de organización de la feria —justificó un empleado—, como por atención a empresarios que llegaban a invertir en una procesadora de carne para una cadena de comida rápida que vende hamburguesas —argumentó otro—. El secretario de Seguridad, Juan Carlos Rodríguez Rizo, tampoco tuvo tiempo para informar qué hace la autoridad municipal ante la demanda de vigilancia.