Martes, 23 de Abril 2024
Jalisco | Asentamientos de grupos purépechas que se dedican a la carpintería

Una carpa improvisada como casa, negocio y taller de familias indígenas

Autoridades les piden cumplir medidas de seguridad, pero les confiscan mercancía; a otros les solicitan cuota para continuar donde viven, aseguran

Por: EL INFORMADOR

Son cuatro familias purépechas que llegaron al cruce de Patria y Prolongación Alcalde hace más de 10 años. ARCHIVO /

Son cuatro familias purépechas que llegaron al cruce de Patria y Prolongación Alcalde hace más de 10 años. ARCHIVO /

TLAQUEPAQUE, JALISCO (20/JUNIO/2013).- Hoy van a comer frijoles; el sonido del agua en ebullición se cuela entre las pausas del serrucho y el taladro. Aquí las carpas improvisadas sirven lo mismo de cocina, que de taller de carpintería, de recámara y de tienda de muebles. Así ha sido desde hace más de 10 años, cuando estas tres familias purépechas llegaron a Jalisco; para poder vivir ahí le dan al Ayuntamiento una cuota mensual de 200 pesos.

Las faldas largas y con vuelo de las mujeres se arrastran en el suelo de tierra cada que se agachan para menearle a los frijoles en el fogón de leña. Se arriscan las mangas pomposas de sus blusas brillantes con encaje y sazonan su comida. Cuidan que el bebé que cargan a sus espaldas, amarrado del rebozo, no se caiga o no se pegue entre los materiales de carpintería del hombre de la casa. Ellos no llevan ropa típica y son los que están expuestos a la calle para ofertar los muebles.

Son purépechas. Vienen de una comunidad cercana a Paracho porque allá la vida es más dura. Cada establecimiento es de una familia distinta, pero al fin parientes todos, de los Eucebio. Llegaron y se habían establecido en Avenida Patria, pero era propiedad privada y los expulsaron; así que un sacerdote los ayudó a colocarse ahí, al filo de la carretera libre a Zapotlanejo, y aunque es un espacio público, el Ayuntamiento ya no los molesta por la cuota que le dan al mes.

Ellos mismos construyeron su casa con lonas y madera. El agua y la luz la instalaron de unos vecinos que les pasan los servicios a cambio de 50 pesos mensuales. Nunca han sido víctimas de un accidente grave, ni adentro de sus carpas, entre los instrumentos de carpintería, ni afuera, en la carretera. Las lluvias tampoco son amenaza, sus casas tienen hasta dos o tres lonas. Viven ahí para que lo les roben y porque no hay modo de pagar otro lugar.

Extinguidor y botiquín, por su seguridad

Los hogares de estas cuatro familias se caracterizan por tener al frente una exhibición de muebles de madera listos para ser comprados. Unos pasos más adentro están retazos de tablas y máquinas para trabajarlos. En la parte interior, entre herramientas y acerrín, hay camas y algunos artículos para atender necesidades básicas de las familias. En el suelo, los fogones para cocinar.

Son cuatro familias purépechas que llegaron al cruce de Patria y Prolongación Alcalde hace más de 10 años. Están en un terreno privado por el que pagan 900 pesos al mes, para que les permitan instalarse ahí en tiendas con techos de lonas. El agua la acarrean de donde sea que pueden conseguirla. La luz la tienen con instalaciones improvisadas, con cables que se interponen al paso y que se atraviesan también entre montañas de madera.

Las autoridades zapopanas de vez en cuando los visitan. Les indican que los cables deben llevar un orden, les piden que tengan extinguidor y un botiquín por su seguridad, y de paso, les confiscan mercancía, como sanción por vender sin regulación.

EL INFORMADOR/ ALEJANDRA PEDROZA

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