Personas con discapacidad padecen transporte público

GUADALAJARA, JALISCO (02/ABRIL/2013).- Los transportistas lo volvieron a hacer: conseguir un aumento de la tarifa de transporte público sin ofrecer un mejor servicio. Su nombre es Antonio Méndez Cruz, un ciudadano de 40 años que todos los días padece el servicio de transporte público. Tiene parálisis en sus dos piernas, usa una silla de ruedas desde hace 38 años, cuando la polio se comió la motricidad de sus pies. Este martes lleva esperando 40 minutos un camión con rampa que sea conducido por un chofer amable que le dé el servicio.

Antonio es la metáfora de estos días santos: es de San Martín de las Flores y todos los días vive un calvario. Se levanta a las cinco de la mañana para tratar de llegar antes de las 8 de la mañana al núcleo administrativo de la zona de La Normal. Son las siete con 15 minutos de la mañana y  y puede llegar temprano: tiene 45 minutos para arribar a su destino.

“Todos los días le batallamos, es una friega, porque unas veces no te dan el servicio. Y no es culpa de los camioneros, sino de los dueños. Hay camiones con rampa que andan circulando por la ciudad, pero que no funcionan. Y cuando uno les hace la parada, nomás te dicen que no”.

Antonio no miente: en 20 minutos que estuvimos platicando con él, dos camiones con rampa (los dos de la ruta 54) le negaron el servicio. Él empieza a preocuparse: entra a su trabajo a las ocho de la mañana y ahora ya tiene 25 minutos para llegar.

-¿El servicio de transporte vale los siete pesos que empezará a costar?

-Si dieran un mejor servicio, a mí sí me conviene. Pero ahorita no, ya viste que no se pararon.

El Censo de Población y Vivienda 2010 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática captó las personas que de manera permanente tienen algún tipo de limitación física o mental para realizar sus actividades cotidianas. De acuerdo a esto se identificó a 291 mil jaliscienses que tienen algún tipo de discapacidad, de las cuales, el 57.5 por ciento tiene limitaciones para caminar o moverse: es decir, más de 150 mil personas podrían repetir la historia de Antonio.

Palabras huecas

Durante el sexenio de Francisco Ramírez Acuña (2001-2007), los transportistas y el gobierno del Estado firmaron acuerdos donde había 16 puntos de mejora del servicio. Apenas en agosto del año pasado, el ex secretario de Vialidad y Transporte, Diego Monraz Villaseñor,  dijo que estos puntos no eran obligación de los camioneros,  porque dichos acuerdos “no están en la norma, no son ley. Quedaron en buenas intenciones”, dijo.

Y los 16 puntos, que a continuación le recordamos, hoy son letra muerta.

1.       Asientos preferenciales.
2.       Capacitación de operadores
3.       Uso del regulador de velocidad.
4.       Respeto a la tarifa preferencial para estudiantes, personas de la tercera edad y personas con discapacidad.
5.       Respeto a la tarifa de menores, de cero a cinco años no pagan.
6.       Mejorar la presentación de los operadores en limpieza y uniformes.
7.       Garantizar el buen trato del operador a los usuarios.
8.       Unidades con presentación impecable que garantice la seguridad hacía los usuarios.
9.       Colocación de espejos frontales y subir la altura del asiento del operador para disminuir el punto ciego.
10.   Integrar instalaciones sanitarias en terminales para los operadores.
11.   Disponer de depósitos para las unidades cuando no circulen, de manera que garanticen el buen estado y no sean grafiteados.
12.   Cumplir con horarios de prestación de servicios y ampliar algunas rutas hasta la 1:00 am comprometiéndose la SVyT, en colaboración con los ayuntamientos a prestar vigilancia especial.
13.   Los exámenes antidopaje deberán de realizarse cada 4 meses en todos los operadores.
14.   Eliminar factores que impliquen riesgos respecto al límite de la jornada laboral.
15.   En un plazo de 45 días se pedirá que lleguen a un acuerdo para encontrar nuevas formas de pago a los operadores que respalden sus ingresos.
16.   Instalar un dispositivo de puertas cerradas

Falta poco para terminar

Faltando cinco minutos para las 8 de la mañana, un camión llegó por Antonio. Le cobró seis pesos, porque el chofer aún no recibe la orden del patrón para aumentar la tarifa. En el recuerdo quedará cuando este hombre dijo que tiene cinco hijos a los cuales mantener, que no es sencillo para las personas con discapacidad lidiar con los avatares de la vida cotidiana.

“Uno se esfuerza. Yo ahorita tengo un trabajo con un patrón que me comprende, y me da tolerancia de llegar hasta 40 minutos tarde. Pero me costó un año encontrar chamba. Que diga el gobierno que nos ofrece ayuda y que ve por nosotros, eso es pura mentira. Uno se rasca como puede”.

Y si todo sale bien, Antonio Méndez Cruz terminará su calvario con 15 minutos de retraso. Y mañana, como todos los días desde hace 38 años, lo volverá a empezar.

EL INFORMADOR/ OMAR GARCÍA