Martes, 14 de Mayo 2024
Jalisco | En San Martín de las Flores, Jesús y su comitiva representan la crucifixión

La tragedia que se festeja

En San Martín de las Flores, Jesús y su comitiva van hacia el Cerro de la Cruz para representar la crucifixión

Por: EL INFORMADOR

Buena parte de la multitud que acudió ya esperaba a Jesús en el Cerro de la Cruz.  /

Buena parte de la multitud que acudió ya esperaba a Jesús en el Cerro de la Cruz. /

GUADALAJARA, JALISCO (29/MAR/2013).- "¡Ay, Jesús!", y se aferra apesadumbrada a su pecho pintado de rojo, tembloroso, sudado, presionado por la cruz que carga en su hombro izquierdo. La mujer llora al verlo esforzándose, sufriendo, emulando a Cristo. Se embarra las lágrimas y se aleja sollozando. Él, Boni Ernesto Haro Aceves, en su papel de Jesús, no le presta mayor atención, parece centrarse en que sus piernas aguanten el camino hasta el Cerro de la Cruz.
 
Pero apenas va comenzando y el destino final aún se ve lejos. Entonces Boni hace lo suyo. Se detiene, agarra la cruz, la comoda en su hombro y avanza a paso veloz en la calle que más bien parece un tianguis. Ya no hay más lágrimas, exceptuando la de los niños aterrados con la escena del hombre "ensangrentado", arrastrando la cruz donde ha de morir. Pero no más.
 
En San Martín de las Flores se preparó la calle Independencia para que fuera el camino de Jesús y su comitiva de verdugos y amigos hacia el Cerro; y a pesar del gentío que inundaba esa vialidad, no todos iban por acompañar a Cristo en su dolor, como la Iglesia invita los viernes santos.
 
De hecho, Jesús avanzó entre dos caudales de puestos ambulantes en cadena hasta el cerro y entre la gente que disfrutaba de ellos. La calle estaba tomada por ellos.
 
La cantidad de negocios y distractores que había a lo largo de la calle hacía pensar que Jesús fue un extra en su propio vía crucis, en su propio camino a la muerte. No era el protagonista ni la razón por la que se congregó cierta parte de la multitud, porque donde estaba la atención era en la comida, las bebidas, las empanadas, en todo. Y cuando tocó que Cristo caminara por donde pasaba el rato la gente, ésta se ponía de pie y le echaba porras al fatigado actor.
 
"¡No te rindas, Jesús, sí la armas!", "¡Míralo, míralo, míralo!", "¡Ahí va diosito!", "Pobrecito...", se comentó en la andanza, mientras los asistentes sostenían con una mano el plato de antojitos mexicanos o daban el trago a lo que degustaban. Ya los más admirados con la hazaña de Boni, que por 18 años consecutivos carga la cruz en nombre de Jesús en San Martín de las Flores, le regalaron algunos aplausos.
 
El benevolente actor sólo siguió su camino entre el tianguis que irrumpió. Incluso, se dio tiempo para detenerse unos segundos y fotografiarse con una anciana que quería tener una foto con Cristo, en medio de su Pasión.
 
Buena parte de la multitud que acudió ya lo esperaba en el Cerro de la Cruz, misma que lo vio subir con dificultad entre las piedras sueltas del camino, arrastrando la cruz con ayuda de otros. Se sentó un rato y se acomodó en la cruz. La levantaron entre ocho y pronunció agotado el discurso de despedida de Jesús: "Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen", ya sin fuerzas.
 
Subió ayudado pero bajó en camilla, hasta la ambulancia para ser revisado.
 
Cuando los espectadores vieron concluida la escena de muerte, sus rostros de aflicción se fueron con Boni. Bajaron rápido del cerro y el luto se convirtió en gozo cuando saciaron su sed y hambre en el tianguis de semana santa, de viernes santo, de muerte y de luto católico.
 
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones