Choferes del transporte público trabajan con miedo

GUADALAJARA, JALISCO (13/OCT/2012).- Por la muerte de cuatro choferes y un despachador del transporte público de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), algunos conductores se manifiestan preocupados y reconocen trabajar con temor.

El pasado jueves, en tres puntos de la ZMG, fueron ejecutados los empleados del servicio urbano, hechos que casualmente ocurrieron en lugares obscuros y solitarios.

Ante esto, se consultó a choferes de las rutas 19, 25, 371, 610 y 380, quienes dijeron tener miedo de salir a trabajar a temprana hora o terminar a altas horas de la noche.

“Pues está difícil trabajar así, saber que puedes subir a un hombre armado y te mata, nunca saber lo que llevan los pasajeros y pues sí da miedo laborar así, uno tiene familia y te pueden matar sin deberla”, dijo Carlos, chofer de la ruta 380.

Además, los trabajadores del volante coincidieron que algunos de sus compañeros se ven involucrados en el narcomenudeo y que esto afecta la integridad del resto de los empleados.

“Sin importar si estas en esos ‘business’ (narcomenudeo), te matan o matan a un pasajero; se suben mujeres, niños, estudiantes, gente común, y por culpas ajenas te conviertes en una víctima; pues te la piensas para trabajar”, comentó Rodrigo, quien tiene 20 años trabajando como conductor del transporte público.

Además, comentaron que su imagen como prestadores de servicios está muy “lastimada” debido a las muertes relacionadas con el transporte público.

“De por sí la gente nos tiene en una lista no negra, prieta, por las personas que han muerto en los accidentes, y con estas ejecuciones ya no nomás nosotros (choferes) nos da miedo o nos preocupamos”, dijo Miguel Ángel, chofer de la ruta 371.

Por su parte, Heriberto, conductor de la ruta 610, dijo: “La verdad esta difícil el tema de seguridad, es imposible tener un policía armado por camión”.

Crimen organizado podría estar relacionado

Posiblemente la delincuencia organizada podría estar relacionada con las ejecuciones de los trabajadores del transporte público.

Ante esta situación se buscó a Tomás Coronado Olmos, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), pero no se localizó.

Sin embargo, se consultó a fuentes relacionadas con las investigaciones de los homicidios ocurridos en agravio de los choferes, quienes explicaron tener más de dos líneas de investigación ante estos hechos.

Una podría ser que los homicidios sean parte de “ajustes de cuentas” entre miembros de un mismo cártel o rivales. Otra podría ser un distractor para que los delincuentes puedan realizar otras actividades en la zona de manera libre, mientras que las autoridades se enfocan en el homicidio.

Una línea de investigación más, con base en las pistas que han encontrado los agentes investigadores y personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), es que el crimen organizado ha ordenado las ejecuciones de los conductores, como una medida de represalia por las muerte de personas en accidentes viales, y que lo seguirán haciendo cada vez que pierda la vida una víctima, donde se vea involucrada una unidad del transporte público.

El dato
Una muerte más

La madrugada de ayer se sumó una víctima mortal más de los ataques contra trabajadores del transporte público; se trata de Fidel García Fierros, quien era operador de radio de la ruta TUR.

CRÓNICA
Peripecias del peatón

Las líneas peatonales apenas visibles en el asfalto son frecuentemente invadidas por los automovilistas. La mayoría de los caminantes optan por rodear los vehículos, parecieran acostumbrados a la situación. Sólo un hombre de playera gris que camina por 16 de Septiembre, al cruce con Prisciliano Sánchez, manifiesta su molestia por la ocupación a su espacio, se detiene y con la palma de su mano da unos leves golpes al coche, se agacha a la altura de la ventanilla para pedirle a la conductora que retroceda y libere la cebra peatonal.

Por decenas, los peatones atraviesan en cada alto la intersección de 16 de Septiembre y Prisciliano Sánchez, donde el paso es constante de autos particulares y notoriamente de camiones del transporte público de diversas rutas, unidades a las que algunos caminantes tienen que sortear peligrosamente al coincidir su cruce con la vuelta de estos vehículos.

El tráfico es pesado en la zona donde se ubican los dos templos: San Francisco y Aranzazú; en ambas plazoletas hay paradas de numerosas rutas del transporte público y cientos de usuarios que abordan y descienden de las unidades.

Es un ir y venir constante de peatones y vehículos del servicio público y particular por este crucero, que tiene el primer lugar e incidencia de accidentes viales en el Centro de Guadalajara, conforme a información proporcionada por el Consejo Estatal Para la Prevención de Accidentes de Jalisco (CEPAJ).

A una cuadra del punto, en 16 de Septiembre y Miguel Blanco, se ubica el segundo crucero con más percances automovilísticos en el Centro tapatío. En el sitio se conjugan la alta carga vehicular, dos vueltas a la izquierda y también un significativo número de peatones.

Los automotores se acumulan en 16 de Septiembre para doblar a Miguel Blanco (al Oriente, hacia La Calzada Independencia), con frecuencia en dos carriles, cuando es uno el que debe utilizarse para este movimiento direccional; esto contribuye a los congestionamientos en la zona. Por unos segundos coincide la flecha del semáforo para esa vuelta con la que existe para quienes provienen de 16 de Septiembre de Sur a Norte y se incorporarán a Miguel Blanco, hacia el Poniente.

La peor parte es para los peatones, quienes con frecuencia tienen que correr para completar su cruce. Constantemente, los transeúntes están cerca de ser alcanzados en su paso a mitad de la calle por los automotores, sobre todo en el caso de los vehículos que circulan por Miguel Blanco procedentes del Oriente y atraviesan 16 de Septiembre para continuar por la misma vía hacia el Poniente.

En este punto, con un elevado cruce de caminantes, se carece también de cebras peatonales claramente marcadas para indicar el paso de los de a pie.