'Me acabé cuatro cargadores de 90 tiros y no les hicimos nada'

MAGDALENA, JALISCO (24/AGO/2012).- Luego del ataque del que fueron víctimas el director de la Policía Municipal de Magdalena, Jalisco, Raúl Hinojosa Saad, su escolta y un comandante, los supervivientes del enfrentamiento del miércoles por la noche recuerdan principalmente un rasgo que operó en su contra: la alta capacidad de fuego de los agresores y el fuerte blindaje que mostraron sus camionetas.

“Nosotros llegamos en apoyo del 01 (el director), pero las camionetas blindadas los rodearon y estaban a dando y dando vueltas alrededor de la patrulla. Nomás bajaban los vidrios y desde arriba les tiraban”, relató un policía municipal de Magdalena que participó en la refriega.

Pese a que contaban con buen armamento, no pudieron hacer mucho para vencerlos.

“Yo me acabé cuatro cargadores de ‘R’ (AR-15, calibre .223) de 90 tiros cada uno y no les hicimos nada. Traían sus trocas bien blindadas y nos daban con puro ‘cuerno de chivo’ (AK-47, calibre 7.62). Nosotros ya estábamos como a unos 100 metros de llegar para rescatar a los compañeros y desde ahí nos daban (de balazos). Los correteamos y después nos regresamos para auxiliarlos, pero el comandante (Hinojosa Saad) y los otros dos compañeros ya estaban muertos”.

Pese a que la comandancia de la Policía de Hostotipaquillo estaba a menos de dos kilómetros del lugar del enfrentamiento, los uniformados llegaron 20 minutos después.

“Estaban esperando a los compañeros de Hosto (Hostotipaquillo), porque ahí en el crucero nos quedamos de ver todos para irnos en convoy, cuando el jefe luego, luego pidió el apoyo porque ya los estaban rafagueando. Les insistimos mucho a Hosto y nunca llegaron. Nunca llegaron a tiempo. No quiero pensar mal; yo creo tenían miedo”.

Los otros dos elementos caídos eran Francisco Javier González Castañeda y Eleazar López Casillas, escolta y comandante. Cuatro uniformados más resultaron lesionados y enviados a hospitales de Guadalajara.

Al final de la contienda, los cargadores de los policías estaban totalmente vacíos.

¿Qué grupo cree usted que haya sido el causante de este ataque?, se le preguntó al uniformado. “Pues yo creo que los de siempre, los de la última letra. ¿Quiénes, señor? Los Zetas”.

El ataque y posterior enfrentamiento se originó cuando elementos de la Policía Municipal de Hostotipaquillo pidieron el apoyo de sus homólogos de Magdalena, debido a que detectaron un convoy de al menos 12 camionetas blindadas, las cuales estaban haciendo retenes en las carreteras colindantes entre Jalisco y Nayarit, para quitarles vehículos a los automovilistas que pasaban.

A un costado del crucero Magdalena-Hostotipaquillo, sobre la Carretera Libre Guadalajara-Tepic, quedaron las unidades municipales M-01 y M-03; esta última quedó totalmente destruida.

A lo largo de ocho kilómetros quedaron esparcidos miles de casquillos de bala, tanto de armas cortas como largas, principalmente de fusiles de asalto de los calibres .223 para AR-15 y 7.62 para AK-47.

Fuentes de la XV Zona Militar explicaron que no saben por qué los municipales que abordaban la patrulla M03 se encontraban “solos” cuando se dio el enfrentamiento.

Cacería

Desde la madrugada del jueves, la Secretaría de Seguridad del Estado (SSP) y otras corporaciones buscan a los agresores por barranca, cerros y ríos. Tan sólo esa noche participaron más de 100 patrullas que peinan territorio Tequila, Magdalena y Hostotipaquillo, en donde son comunes los plantíos de mariguana y, por lo tanto, la vigilancia de corporaciones.

El primer resultado fue la localización de una camioneta Ford Lobo roja blindada, estrellada en un árbol, en una brecha que conduce de Hostotipaquillo al poblado de la ex Hacienda de Santo Tomás. Tiene placas JR-80578 pero resultaron sobrepuestas, ya que corresponden a una Dodge Ram 2010 y cuentan con reporte de robo número 673 del Centro Integral de Comunicaciones (066), con fecha del 18 de febrero de 2011.

Dicha camioneta tiene un blindaje “hechizo” y un dispositivo para arrojar clavos, para evitar que los tripulantes sean perseguidos. Dentro fueron localizados cargadores para el fusil AK-47 y casquillos, y una granada de fragmentación MK2 soldada.

Mientras tanto, policías del Estado localizaron un plantío de mariguana cerca del sitio del enfrentamiento, rumbo al poblado de Santo Tomás; un espacio de unos 40 x 40 metros con mil 760 plantas. Dos hombres armados que lo custodiaban fueron arrestados: Toribio de Dios Asunción Miramontes, de 60 años, y Raudel Villa Cano, de 48 años.

La presidenta municipal de Magdalena, María de los Dolores Juárez, fue buscada por este medio desde la noche del miércoles, pero no fue localizada. El jefe de Comunicación Social, Eloy Ramos, explicó que no informarían la postura del Ayuntamiento, pero admitió que se vive una situación de incertidumbre.

REFUERZO
Más blindaje, sugiere Ejecutivo

El gobernador Emilio González señaló que urge fortalecer el equipamiento de los elementos y blindar las patrullas, tanto del Estado como de los municipios, para lo cual sugirió usar recursos federales.

Reconoció la problemática de inseguridad que se vive en los límites con entidades como Zacatecas y Michoacán, y subrayó que los policías municipales deben pedir apoyo a sus similares estatales.

“Las fronteras son tan grandes que se requiere esta coordinación y este primer aviso por parte de la gente de los municipios”.

ESPECIALISTAS PIDEN MEJOR EQUIPO Y CAPACITACIÓN PARA POLICÍAS MUNICIPALES
Queda en evidencia la falta de coordinación

El ataque contra policías en Magdalena demostró algunas deficiencias que aquejan la organización entre autoridades, opinó Rogelio Barba Álvarez, profesor del departamento de Justicia y Derecho del CUCiénega de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

A pesar de que los municipios de la región están identificados como zona de riesgo por sus antecedentes de producción de mariguana, el experto en seguridad señaló que la falta de coordinación y comunicación entre las fuerzas policiales del municipio, las estatales y federales representa uno de los puntos más débiles para controlar los enfrentamientos.

Por su parte, Arturo Villarreal Palos, investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la UdeG, agregó que la austeridad del equipamiento policial en esos municipios también representa una desventaja, que, a su parecer, se recrudeció tras la muerte de Nacho Coronel en julio de 2010, lo que significó una fragmentación entre distintos grupos armados.

“Se sabe que hay grupos (delictivos) operando ahí (en Magdalena); lo que ha cambiado es la peligrosidad de esos grupos, cada vez andan con mejores armamentos y logística, y hemos observado que la autoridad se queda rezagada. La policía municipal de Tequila, Magdalena o incluso de Hostotipaquillo no puede competir contra estos grupos”.

Villarreal considera que el enfrentamiento puede responder a una casualidad, pues, en primera instancia, “no era un operativo de búsqueda, sino que se cruzaron (los policías) por ahí en un momento inadecuado”.

“A partir de la muerte de Nacho Coronel se fragmentó el cártel de Sinaloa y han estado surgiendo varios grupos, particularmente el de Los Zetas, que al parecer son los que han querido estar peleando la plaza (de Magdalena). Todo parece indicar que la presencia de los grupos es por el control territorial, que han estado disputado el cártel Nueva Generación contra Los Zetas, quienes se han caracterizado por tener un actuar más violento”.

Aunque pidió esperar a los resultados de las investigaciones, Barba Álvarez argumentó que será necesario aclarar posibles vínculos del director policial, Raúl Hinojosa, con organizaciones delictivas: “Aquí se demuestra una vez más que es necesaria la implementación de la gendarmería nacional que se ha propuesto por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa”, explicó Barba Álvarez, tras detallar que la opción de instaurar una policía nacional o única brindaría un apoyo a los municipios que no cuentan con la infraestructura suficiente para reaccionar a hechos violentos.

En este sentido, advierte que la presencia del Ejército nacional sería una última estancia para controlar la zona de Magdalena.

“Eso fue una emboscada, algo que esperaba la policía. Tenemos una infraestructura muy mermada para enfrentar algunas delincuencias organizadas y complejas. Hace falta la formación de la policía para poder cuidar los bienes políticos más importantes. que son la vida de los ciudadanos, y así poder dar una imagen de una policía verdaderamente preparada, aunque sea municipal”, agregó el experto en justicia y derecho.

Equipamiento y preparación, soluciones a corto plazo

Ambos especialistas aseguran que para controlar de momento los hechos violentos y salvaguardar la seguridad ciudadana se tendrían que fortalecer e incrementar las herramientas de los mandos policiales, así como afinar su preparación de reacción ante situaciones sorpresivas.

En lo que respecta a la coordinación y comunicación de los diferentes niveles de seguridad, se tendría que brindar mayor apoyo e infraestructura a los municipios y zonas más vulnerables, además de implementar y dar mayor uso de un mapeo delictivo que especifique los puntos de alto riesgo criminal.

“Se trata de hacer programa con la sustitución de cultivos y apoyo a la gente que siembra en la sierra, que son políticas a muy largo plazo. Pero en corto plazo se puede mejorar la seguridad de la zona, teniendo comunicación, labores de inteligencia e intercambio de información entre la policía municipal, el Ejército y la Policía federal (...) La pura Policía municipal está en una desventaja absoluta”, detalló Arturo Villarreal Palos del CUCSH.