Jueves, 28 de Marzo 2024
Jalisco | Vehículos lo utilizan para cruzar Periférico, en Toluquilla

Convierten desagüe en túnel vehicular improvisado

Automovilistas prefieren dar aportaciones voluntarias que utilizar los retornos de Adolf Horn u 8 de Julio

Por: EL INFORMADOR

Varias personas obtienen ingresos extra regulando el paso de vehículos por el improvsado túnel vehicular.  /

Varias personas obtienen ingresos extra regulando el paso de vehículos por el improvsado túnel vehicular. /

GUADALAJARA, JALISCO (17/JUL/2012).- El sonido de silbatos se alterna, combinado con indicaciones verbales y señales de parar o avanzar. Dos personas se coordinan para fungir como elementos viales a los extremos de Periférico, en la parte baja, a la altura de Toluquilla, para dar paso seguro a cientos de conductores por el túnel de desagüe, que desde hace siete u ocho años tiene un intenso uso vial. Se utiliza por practicidad, dicen automovilistas: les evita el recorrido hasta el nodo vial de Adolf Horn, retorno que les consume desde 15 minutos hasta una hora, dependiendo de la carga vehicular; en cambio, el cruce por este punto les significa sólo dos o tres minutos.

Entre siete y ocho personas regulan el tráfico en el lugar y tienen horarios establecidos para no dejarlo desprotegido. Tres de ellos mencionan que su labor les permite complementar sus ingresos: ganan al día desde 100 hasta 350 pesos.

La mayoría de los automovilistas que transitan por Periférico ni siquiera se percata del movimiento de cientos de vehículos, más de 200 por hora, calculan los reguladores del tránsito en el punto, aunque en el lugar se pueden contabilizar en promedio alrededor de 360 automotores en una hora. Los usuarios del túnel de desagüe son principalmente habitantes de Toluquilla, aunque también los hay de fraccionamientos aledaños y trabajadores de empresas ubicadas en los alrededores.

“Más de 200 gentes pasan en una hora”, estima Miguel Ramírez Barrera, una de las personas que dan el paso a los automovilistas, quien manifiesta que el túnel, cuya altura es de 2.10 metros, por lo general es seguro, aunque reconoce que en esta época de lluvias es riesgoso. Por ello, cuando hay una tormenta se le sugiere a los conductores no transitar por el “retorno”, ya que el agua sube 50 centímetros o hasta cerca de un metro. Los vecinos dicen que puede ser más: ha habido ocasiones en que el agua cubre hasta el techo.

Es mediodía, el ir y venir de automovilistas en ambos sentidos es constante. Por momentos se forman filas de cinco o seis vehículos, en ocasiones son más, esperando la señal de los hombres que regulan el tránsito. Sólo cabe un automotor por el túnel diseñado para el cauce pluvial, de manera que sin los servicios de las personas que diariamente desde las 5:30 horas dan el paso para hacerlo más seguro, no sería viable utilizar el desagüe en los dos sentidos de circulación, considera Paulina Tavares, usuaria del retorno improvisado.

Transitar por el túnel de desagüe como paso vehicular significa optimizar tiempo y gasolina, es una ruta que resulta práctica para quienes realizan hasta seis trayectos diarios por el punto, como es el caso de Paulina Tavares, automovilista que labora en una empresa ubicada en las cercanías de Toluquilla. Hasta una hora de trayecto suele ahorrarse al no utilizar al retorno de Adolf Horn o de 8 de Julio, manifiesta.

“Se satura mucho, como pasan muchos coches hacia los cotos de Adolf Horn y vienen los tráileres de Lala, estamos hablando de que tardamos hasta una hora para poder atravesar o dar el retorno; es muy complicado”.

Considera que no hay riesgos de accidentes al cruzar por el desagüe: “Afortunadamente hay unos chicos que cuidan, son los que dan los pases y no hay problema. Ahí de la oficina, cada ocho días les damos 20 pesos cada uno de nosotros, para que no se desanimen, porque si no, nos darían en la torre”.

El desagüe le sirve en los dos sentidos de circulación, evita también el paso a desnivel de 8 de Julio que está ubicado a dos kilómetros del punto.

El automovilista Octavio Juárez, quien labora en un restaurante de la zona, comenta que opta por utilizar el retorno del desagüe porque es el más cercano y resulta más rápido que utilizar el nodo vial de Adolf Horn, coincide con otros conductores al señalar que mientras por el punto dura dos o tres minutos para cruzar, la otra alternativa le representa 15 minutos y hasta una hora, cuando es horario pico.

CRÓNICA
¡Pase, pase!

Algunos de los reguladores del tránsito del desagüe utilizan silbato para apoyarse en su labor, así como sus brazos y manos para indicar el alto a los conductores o el movimiento de avanzar; otros traen franelas o simplemente utilizan su voz: “¡Pase, pase! ¡Va, va, va. Va, pa’ allá!”.

Con frecuencia se escucha un: “Que le vaya bien”, dirigido a los conductores. Hay con quienes ya existe mayor familiaridad. En estos casos se generan breves diálogos: “Ahora viene muy serio el niño; ¿o viene amodorrado? Porque hace rato que pasó con su abuelito iba contento”, comenta Alfonso Martínez a una mujer que transita por el lugar.

Las monedas se acumulan en la botella de plástico transparente de litro y medio, que originalmente contenía agua, pertenece a Alfonso Martínez, quien comenta que reúne desde 100 hasta 200 pesos de las aportaciones que recibe de los automovilistas. Con este ingreso completa “el chivo”, dice, porque en las noches es velador.

No todos los automovilistas entregan su aportación monetaria, algunos pasan y sólo lanzan un “gracias”, o un “para la próxima”.

A veces el pago que reciben no es en dinero, sino en especie: tamales, galletas, refrescos y en Navidad les entregan también regalos como despensas o alguna botella de vino, refiere.

El hombre, desde hace alrededor de ocho años forma parte del rol de quienes dan el paso a los conductores en el túnel de desagüe. Tiene un hijo, estudiante de prepa, quien por lapsos cortos también lo apoya en su función. Su otro vástago, Ángel, de apenas siete años, lo acompaña esta tarde; también está aprendiendo a indicar a los automovilistas cuándo deben parar o pueden avanzar por el túnel de desagüe de manera segura.

“¿Me dejas un rato, apá?”, pide el niño a su progenitor. También él quiere recibir unas monedas a cambio de sus servicios.

En el lugar no se han registrado accidentes, aseguran los reguladores de tránsito, tampoco durante el temporal ha existido algún percance que lamentar. La gente que utiliza el desagüe sabe que no es seguro pasar por el lugar cuando hay una precipitación pluvial.

No obstante, han existido casos de personas que se introducen al túnel cuando la superficie que es de tierra está mojada y se atascan, por lo menos a cinco conductores ha tenido que ayudar por esta situación en los últimos años, relata Alfonso.

Miguel Ángel Rodríguez Romero es otro de los reguladores del tránsito. Él es uno de los iniciadores en la prestación del servicio, es quien madruga, quien comienza su labor a las 5:00 para terminar a alrededor de las 13:00 horas.

Cuando no es temporada de lluvia es necesario regar el túnel para evitar polvaredas, de modo que es obligado madrugar para que todo esté listo para las 6:00 o 7:00 horas, que empiezan a pasar los automovilistas. En época de precipitaciones pluviales hay que desazolvar el lugar para facilitar el paso de automotores.

“Empiezo desde las cinco de la mañana, llego y empiezo a arreglar, a sacar la arena y todo para irles acomodando, luego llega mi compañero Poncho, luego Juanito y empezamos a hacer la guerra más grande”.

Miguel Ángel dice que de esta labor saca unos 300 o 350 pesos al día. Además, trabaja en el cementerio de Toluquilla.

RUTA DE LOS MUERTOS
Aislados por el Periférico


El cementerio de Toluquilla quedó del otro lado de Periférico, la arteria divide a los vivos de los muertos. Cuando fallece alguien de esta población tlaquepaquense, los dolientes y sus acompañantes suelen utilizar el trayecto por el túnel de desagüe, es lo más seguro para todos. Caminar a paso lento por Periférico para ir al cementerio “es una bronca”, sobre todo cruzarlo, manifiestan habitantes del lugar.

“Ahora sí (el Periférico) es una barrera para la gente, porque de aquel lado tenemos nuestro panteón, este puentecito (el túnel de desagüe) es el que nos ha servido para cruzar”, indica el delegado municipal de esta población, José Luis Cervantes Pérez.

El Periférico, si bien es una vía que facilita la comunicación entre los municipios de la metrópoli, para el poblado de Toluquilla ha significado marginarlo, consideró el funcionario municipal.

Padres que habitan en el sitio mencionan que existe una prohibición muy clara para sus hijos: evitar por cualquier motivo dirigirse al Periférico, por una simple razón, consideran peligrosa la arteria.

Toluquilla, delegación de Tlaquepaque, ha sufrido en la última década una transformación en múltiples aspectos: terrenos que rodean a la población tradicionalmente agrícolas, dejaron de serlo, sus surcos y plantíos fueron sustituidos por viviendas, cada vez hay más carga vehicular cruzando por la población, también han aumentado los robos.

Cuatro fraccionamientos se han construido en los últimos años, los cuales tienen 18 mil 236 habitantes, mientras que en Toluquilla existen tres mil 193, informa el delegado del lugar. Estos números muestran el notable crecimiento poblacional de ese punto ubicado al Sur de la metrópoli, aledaño a Periférico, sitio de paso también para miles de nuevos pobladores que viven en desarrollos habitacionales situados en territorio de Tlajomulco, entre ellos los de Santa Fe y Chulavista.

En el aspecto comercial, la llegada de nuevos pobladores en los alrededores de Toluquilla ha significado, por ejemplo, cuadruplicar el número de negocios del tianguis, antes eran sólo 30 puestos los que ofertaban diversos productos, ahora suman 120.

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