Taxistas y operadoras turísticas pelean por el pasaje

PUERTO VALLARTA, JALISCO (21/MAY/2011).- Son demasiados anzuelos y pocos peces en Puerto Vallarta. Casi en cada esquina hay un “anzuelo amarillo” esperando que un pez muerda la carnada, sin embargo, es temporada baja, lo que significa menos personas que requieren el servicio de taxi.

Los prestadores de servicios son variados: los hay para los más exigentes, dispuestos a pagar más por viajar en un vehículo de lujo; para los bolsillos ajustados, viajeros y habitantes que lo único que piden es una tarifa justa; y los servicios de lujo para grupos.

El panorama se complica cuando se agregan más anzuelos, que a través de las agencias de viajes transportadoras turísticas realizan servicios de traslado, lo que deriva en una batalla entre taxistas  y transportistas. El problema en Puerto Vallarta está latente desde hace más de 20 años, llegando incluso a vulnerar al turista.

El problema radica en los alcances de los permisos de las transportadoras turísticas, quienes avaladas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) laboran en el destino con vehículos de lujo o camiones para el traslado de turistas en diferentes modalidades.

La línea que diferencia los servicios que otorgan los transportistas y taxistas es muy delgada y las fronteras de los permisos están desdibujadas, lo que genera confusión e inconformidades por ambas partes. Por ejemplo, si un turista quiere ir de su hotel a un restaurante, en una camioneta de lujo que no sea un taxi y sí una transportadora, esto es tomado como una “dejada”, supuestamente exclusiva de sitios. También refieren que al portar placas federales las transportadoras turísticas no pueden otorgar ese tipo de servicios.

“La Secretaría de Vialidad y Transportes alega que nuestros permisos federales, que nos da la SCT, no son válidos para los estados y los municipios, que únicamente debemos circular en carreteras federales. De ahí se deriva que nos estén molestando e infraccionando”, señala el empresario en servicios de autotransportes, Roberto Jesús Vázquez  Zavala.

“Todos los vehículos que tengan placas de servicio federal, como bien lo marca la Ley de Caminos y Puentes y Autotransportes Federales dice que estos servicios se pueden dar única y específicamente en jurisdicción federal”, explica el comandante de tránsito de la Región Costa Norte, Gerardo Villa. Los taxistas por su parte señalan: “Nosotros no pedimos favores ni pedimos cosas extras, pedimos que cada quien haga su trabajo”.

Los taxistas consideran que los transportistas sólo deben realizar traslados previamente contratados y que estén sujetos a un itinerario: un grupo llega a Puerto Vallarta de la mano de una agencia turística, quien contrata a los transportistas y previamente agendan una serie de actividades como ir a restaurantes, playas, recorridos turísticos o jugar golf. La transportadora realiza todos los traslados.

“Hay agencias que hacen lo que quieren, hacen ‘dejadas’, que es llevar a las personas de un hotel al Centro de la ciudad de dos o tres personas, a lo mejor son gente que ellos trajeron pero que ya no está incluida en su paquete, pero ellos buscan la manera de hacer ese tipo de cosas, llegan a los restaurantes y pasan por ellos a cierta hora y es lo que peleamos”, refiere Héctor Sánchez Cárdenas, secretario general del Sindicato Único de Choferes Auto-transportistas de Puerto Vallarta, perteneciente a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
Para mitigar un poco los roces, ambas partes han firmado acuerdos para tratar de trabajar en armonía: para que los transportistas puedan realizar todos sus recorridos, primero deben obtener un tipo permiso en el que señalan cuántas personas moverán, los destinos y tipos de camionetas que utilizarán; el documento es avalado por las delegaciones de la Secretaría de Turismo y Vialidad en el municipio.

 “Un traslado de un hotel a un restaurante por un transportista está fuera de norma. A los taxistas les molesta mucho esto”, comenta el comandante Gerardo Villa. Al llegar a las manos de la autoridad una petición como ésta no se le autoriza el movimiento.

Los taxistas tienen sus excepciones, saben que a un turista VIP, lo que quiera: “Había convenios que, por ejemplo, ellos si van a transportar gente VIP, que viene a promocionar el destino, que viene a conocerlo, agencias de otros países que vienen a conocer, a ellos se les da un trato especial, a donde quieran ser transportados de la manera que quieran ser transportados no hay ningún problema”, exclama el líder sindical de los choferes.

Sin permiso

Son más de mil taxis los que rondan las calles de Puerto Vallarta, más de mil personas que están al pendiente de las transportadoras turísticas. Así que cuando éstas pretenden realizar un servicio los choferes de los sitios les piden el documento firmado por las dos secretarías estatales.

“No somos autoridad para decirles a los transportistas, no puedes hacer esto; lo único que les decimos es: ¿Oye, traes tu permiso? ‘No, que no lo traigo o mira que tú no eres autoridad’, ok, quiere decir que no trae. ¿Qué hacemos nosotros? Le hablamos a la autoridad, ya sea Tránsito municipal o Vialidad, y ellos proceden conforme la ley”, explica Héctor Sánchez Cárdenas, del sindicato de choferes.

“Quien lo lleva no pasa nada. Nosotros no pedimos gran cosa, nada más que nos respetemos. No queremos que haya problemas como en Los Cabos”, dice.

Barrera amarilla

Cuando los taxistas detectaban que una transportadora realizaba un servicio no autorizado por las secretarías, los choferes de los autos amarillos atravesaban sus vehículos para impedir el paso de las camionetas transportadoras con turistas abordo, con el fin de que éstos se bajaran y subieran al taxi. Sin embargo, esto laceraba al turismo.

“Ya no se dan tanto las malas prácticas que se hacían, como eran los bloqueos de los taxistas hacia los transportistas turísticos; ha disminuido en el sentido de que ya no nos bloquean tanto, nos siguen bloqueando pero ya no es el show que nos hacían pasar anteriormente: golpeaban unidades y las apedreaban”, apunta el transportista Roberto Vázquez .

Es cierto, nada peor que una mala experiencia para que el destino gane una mala reputación. “Imagina el efecto que tiene en el turista cuando están escuchando las notas rojas y alarmas por inseguridad, nosotros aquí nos jactamos y platicamos de lo bonito y seguro que es Puerto Vallarta, pero cuando los están trasladando y de repente un montón de coches se cruzan y ven un montón de gente, los pasajeros pueden creer que están disfrazados de taxistas, y se espantan y en ocasiones llegan a ver que llega la policía y autoridades con pistola, rifles y armas de alto poder y pues, como dicen, no está el horno para bollos”, refiere Jorge Nuñez, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes y Prestadores de Servicios de Puerto Vallarta.

No se debe permitir en primer lugar ningún tipo de bloqueo, refiere el representante de agencias turísticas, porque aparte de la mala imagen es un delito: “El secuestro sería lo más grave y va hasta el derecho de libre tránsito”.

Ante este problema, los taxistas fueron advertidos de que serían sancionados con recogerles el vehículo y hasta con suspender su permiso, con lo que disminuyó el bloqueo con los vehículos y cambió su modalidad: bloqueo físico, ahora con sus cuerpos tratan de impedir el paso.

“Que quede claro, nosotros defendemos el turismo, pero si es necesario vamos a bloquear, porque nadie nos puede quitar el derecho a manifestarnos. No vamos a bloquear, a cerrar el paso a las camionetas, nos vamos a manifestar cerrándoles la calle”, dice el líder sindical.

Para saber:

En un intento por trabajar sin conflictos en Puerto Vallarta los taxistas locales y las transportadoras acordaron el pago de “la dama” o “la mona”.

Cuando una transportadora iba a un hotel para realizar un servicio, por ejemplificar, y no portaba con el permiso de las autoridades pagaba una cuota al taxista que le tocaba el traslado, esto fue nombrado como el pago de “la dama”.

Los taxistas en los hoteles y diferentes puntos de interés turístico están alineados, es el puntero a quien le toca tomar el pasaje.

El pago de “la mona” ha disminuido considerablemente, el líder sindical de los choferes en el municipio refiere que es nula, sin embargo algunos taxistas comentan que aún se aplica.

Proponen verificar alcances de los permisos

Autoridades estatales buscan acuerdos

La delegación de la Secretaría de Turismo en Puerto Vallarta es quien impulsa la solución del problema entre ambos prestadores de servicios, apuesta por ser pareja y repartir el pastel equitativamente, su bandera es el turismo y su lema: Al turista lo que pida.

El reclamo constante es: ¿por qué si en Guadalajara o la Ciudad de México, por poner ejemplos, cualquier persona puede solicitar una limosina o cualquier vehículo de lujo para que lo lleve de un hotel al Centro o un restaurante y en Puerto Vallarta no se puede?

El comandante de tránsito de la Región Costa Norte apoya los dichos de los taxistas como: por tener placas federales no pueden hacer ciertos servicios. “Los taxistas cooperan aún sabiendo que la ley que regula a los transportistas, aquí en el Estado no tienen permiso”, refiere Gerardo Villa, cuya propuesta de solución es: “Yo creo que los transportistas, en el ramo de turismo, de manera equitativa realicen los servicios de grandes grupos, que rebasan las 16 personas, y que se transporten en camión y que los servicios pequeños que los compartan con los taxistas, porque de alguna manera les corresponde a ellos, conforme a la ley”.

“Como último término, vamos tener que aplicar la ley textualmente, si ellos (transportistas) no quisieron eso, que den los servicios así como lo comento”.

Mientras que Ludwing Estrada, director de Turismo en Puerto Vallarta, refiere que con voluntad el problema se soluciona: “Queremos que todos ganen. Es cuestión de que nos organicemos y trabajemos en equipo y sancionar a los que estén fuera norma y detectar con las verificaciones. El punto final lo pondrá Vialidad porque es a quien le corresponde y a nosotros ver la manera de que la gente se vaya contenta”.

Es un problema cuya solución en más de 20 años no se ha visto, sólo mengua y crece en temporada baja, cuando hay menos turistas.

Jorge Nuñez, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes y Prestadores de Servicios de Puerto Vallarta tiene una posición firme: “La única solución es que se vean los alcances de los permisos federales”.

Un problema a nivel nacional

Destinos

Puerto Vallarta no es el único destino turístico donde sube la temperatura entre taxistas con permisos estatales y transportadoras turísticas. En Mazatlán, Sinaloa y Cancún, Quintana Roo también registran conflictos; además, en Cabos San Lucas, Baja California Sur ocurrió un problema similar a Puerto Vallarta.

El problema en todos los destinos turísticos tiene de un lado a taxistas locales y del otro a transportadoras turísticas, otro punto en común es la interpretación sobre si estas transportadoras que tienen placas federales pueden realizar servicios en caminos estatales y municipales, sin embargo también tienen diferencias marcadas.

Mazatlán es un ring de pelea entre los prestadores de servicio. Este mes registraron también un bloqueo de los choferes de taxi a camionetas con permisos federales.

En tanto, en Cancún también ha registrado ese tipo de bloqueos, causando afectaciones tanto a turistas nacionales como extranjeros. Un hecho reciente en este destino describe que en el aeropuerto impedían que los visitantes abordaran transportadoras.

Refieren que los taxis en la terminal aérea cobran hasta 197 dólares por un traslado, mientras que una transportadora cuesta 500 dólares, pero esto no lo paga el visitante, sino los hoteles que los contratan. El conflicto ha provocado que el centro de hospedaje crea que no cumplen con el trato de ir por los visitantes a la terminal aérea.

Con manual de operaciones, en Los Cabos encontraron la salida

La temperatura alcanzó niveles históricos, el conflicto entre las prestadoras de servicio afectó la ocupación hotelera, que en 2008 registró uno de los niveles más bajos, 15 por ciento.

Para enfrentarlo los tres niveles de Gobierno y prestadoras de servicios de transporte trabajaron de forma conjunta para resolver de tajo el añejo problema.

Tras varias reuniones, acordaron la creación del Manual de Operaciones del Transporte Turístico, el cual fue discutido a fondo por los actores.

Entre los objetivos destaca: asegurar el libre tránsito de personas, salvaguardar los intereses y seguridad de los turistas. Además de apoyar a taxis locales y transportadoras turísticas federales, a fin de impulsar la mejora de los servicios que éstos ofrecen y asegurar la equidad entre los diferentes prestadores de servicios de transportación de turistas.

En el manual de operación destacaron lo que pueden y no hacer las transportadoras turísticas.

Qué dice la ley:

La Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal en su capítulo tercero, referente al transporte de turismo refiere en el artículo 48: “El servicio nacional de autotransporte de turismo se prestará en todos los caminos de jurisdicción federal sin sujeción a horarios o rutas determinadas”, es decir, mientras que el servicio solicitado sea en carreteras o puntos federales no es necesario el itinerario.

El autotransporte federal de turismo nacional se clasifica en los siguientes servicios, los cuales están reglamentados:

Turístico y turístico de lujo: los servicios turístico de lujo y turístico se prestarán asociados cuando menos a uno de los servicios complementarios relativos a hospedaje, alimentación, visitas guiadas y otros conceptos que formen parte de un paquete integrado por operadores turísticos.

De excursión: se prestará para uso exclusivo de un grupo de personas para realizar viajes de esparcimiento, de estudio, con fines deportivos, o para convenciones y negocios, sujeto a itinerario y horarios determinados por los contratantes.

Chofer-guía: autoriza a para trasladar turistas por todos los caminos de jurisdicción federal, en vehículos tipo sedán o vagoneta, del último modelo fabricado en el año en que ingrese a la operación del servicio, con límite en operación de cinco años, contados a partir de la obtención del  permiso,  con  capacidad  máxima de nueve asientos, aire  acondicionado y  sonido ambiental.

Los permisos para las modalidades de turístico de lujo, turístico y de chofer-guía, autorizan a sus titulares para el ascenso y descenso de turistas en puertos marítimos, aeropuertos  y terminales de pasajeros en servicios previamente contratados.

El servicio de las transportadoras debe tener un plus: SCT

El Precontrato caracteriza a Operadoras

Los servicios que deben ofrecer las transportadoras turísticas deben estar asociados cuando menos a hospedaje, alimentación o visitas guiadas y les caracteriza el precontrato. No sólo es llevar a un turista de un hotel a un restaurante, de acuerdo con Julio Tirado Cañedo, Subdirector de Transporte y José Cedano Rubio, jefe de Autotransporte Federal, ambos del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) Jalisco.

“En el servicio turístico de lujo es donde se utilizan camionetas tipo suburban, vagonetas o van, que son para más de ocho pasajeros y tienen placas federales para dar un servicio turístico, ¿cuál es la característica? Este servicio tiene que ser previamente contratado y debe estar acompañado de un servicio turístico, es decir, o una visita guiada o una visita a un centro turístico donde tenga un programa establecido para poder realizar el servicio; te puede llevar a una zona turística y ofrecerte una comida, ahí se cumple la figura de un servicio turístico”, explica José Sedano.

Al cumplir con la figura del servicio turístico está avalado para realizar, con placas federales, el servicio en caminos estatales y municipales.

“Pero si nada más va a transportar o trasladar a unas personas de un lugar a otro dentro de la ciudad obviamente no le ampararía este servicio, es decir, si lo trasladas de un restaurant a otro donde no le está ofreciendo nada adicional como un centro turístico y no tiene un precontrato no tiene derecho a ofrecer este servicio”, añade Cedano Rubio.

En el contrato previo se debe estipular el cobro por el transporte, más la comida o el hospedaje, o la asesoría turística, porque es un paquete el que compra el turista, de acuerdo con los entrevistados de la SCT.

El servicio de los taxistas es inesperado, esto significa que ya sea en uno de sus recorridos o esperando en una esquina esperan a que la persona llegue y pida el servicio.

Dentro de las modalidades de los servicios de transportación turísticas están, además del turístico de lujo, el turístico y de excursión, que son en autobuses  y otro que se llama chofer guía, que como su nombre lo dice es una persona que tiene los conocimientos para durante el recorrido narrar a sus “pasajeros” hechos históricos o de interés turístico, además está acreditado por la Secretaría de Turismo.

“Son los turistas los que ponen el pan en nuestras mesas”

Crónica

Don Rome es taxista, él sube pasaje en la central camionera de Puerto Vallarta y lo lleva a dónde pidan. Es temporada baja en el destino turístico, lo que significa menos trabajo y menos visitantes.

El chofer del auto amarillo desgastado. Él tiene el pelo cano y la piel tostada por el sol y una sonrisa que genera confianza. A don Rome se le cuestiona del problema entre taxistas y transportadoras turistas, pero trata de evadir el tema y elige hablar sobre el clima, “hoy hará mucho calor en Puerto Vallarta, lo escuché en la radio”.

Pero ante la insistencia del pasajero habla: “Yo le voy a decir la verdad”, y luego lanza una mirada a través del espejo para reforzar la confianza y continúa: “las agencias de viajes no pagan cuando deben, los taxistas cuando nos contratan nos tardan los pagos, que es poquito en comparación con lo que ellos ganan, además, a nosotros nos pagan con pesos y a ellos les pagan con billetes verdes”.

Don Rome se salió con suya, le dio la vuelta al tema y evadió el fondo del problema, ya no hubo tiempo para otra pregunta: cobró 100 pesos al llegar al destino requerido por el visitante.

César también es taxista, viste una playera blanca y un pantalón azul, como todos los afiliados al sindicato de choferes. Él es más franco y arranca diciendo: “lo que pasa es que ellos hacen dejadas y eso no se vale, quieren tomar pasaje y hay que recordar que el Sol sale para todos porque son los turistas los que ponen el pan en nuestras mesas”, dice.

¿Pero cómo se dan cuenta de que una transportadora no cumple su parte? Es fácil, son más de mil taxistas, algunos en lugares fijos y otros recorriendo las calles de Vallarta, dicen que la primera vez que suben pasaje se les “pelan”, pero distinguen a esas camionetas porque traen placas federales, son verdes.

Cuando advierten que las transportadoras realizan servicios no autorizados lo primero que hacen es anotar el número de placa y el tipo de vehículo, luego toman la radio que traen en sus taxis y lo reportan a sus líderes sindicales, el reporte también llega a Vialidad o Tránsito municipal, cuyos agentes buscarán al vehículo para pedirles el documento que avale el servicio que realizan y, si no lo llevan, serán infraccionados.

Todos los taxistas tienen este procedimiento claro, desde los que están afuera de un hotel hasta los que rondan las calles. La ventaja de quienes tienen un lugar fijo es que el conductor de la transportadora suele mostrar su permiso a los choferes de los carros amarillos al entrar a un hotel, por ejemplo, así no será perseguido ni denunciado. Pero de no portar con el documento, darán aviso y comenzará la cacería.

Don Rome, César y varios de los taxistas de Puerto Vallarta procuran no hablar del tema, las palabras las pronuncian a modo de murmullo, aunque en el municipio es un chisme añejo que cobra vida cuando se realiza algún bloqueo.