Sábado, 27 de Abril 2024
Jalisco | La caída de Calzado Canadá

Afectaciones del TLCAN, contrabando y piratería

Se decía que en la firma del Tratado estaríamos listos para competir, y México nunca pudo ser competitivo: Tomás López Rocha

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- La entrada del Tratado de Libre Comercio tiene mucho que ver con la caída de grandes empresas locales, asevera Tomás López Rocha, último director general del Corporativo Calzado Canadá. “Siempre expresé mi oposición cuando todos presumían subirse al ‘carro de la prosperidad’. Este Tratado se firmó a base de muchos supuestos que no se cumplieron, como una banca nacional comprometida y que el costo financiero de las empresas estuviera al nivel de los socios comerciales de Estados Unidos y Canadá. Pero fue falso. Los intereses son desproporcionados contra los mexicanos. Se decía que en la firma del Tratado estaríamos listos para competir, y México nunca pudo ser competitivo. Hizo falta una reforma fiscal integral a favor de los mexicanos. El ejemplo del buen manejo en estos modelos económicos es Brasil, quien se especializa en ciertas manufacturas y alienta a su mercado interno; por eso es tan exitoso. México se olvidó del mercado interno”.

— ¿Fue la causa del fracaso de Calzado Canadá?
— En parte. Creo que todas las empresas han padecido de la competencia desleal, del contrabando. En el caso del calzado, esto es fortísimo. Si uno traduce la cantidad de zapatos que se venden en este país y no pagan impuestos, hablaríamos de una gran diferencia. Esa fue una de las ‘heridas graves’ de Calzado Canadá y del sector. Hay una importante mortandad de empresas desde 1980 a la fecha, creo que murieron 80 por ciento.

Cuando fui director general, tras la crisis de 1994, sufríamos por la competencia desleal. Y esto también se muestra en la triangulación de productos que se venden en los grandes almacenes y tiendas de “reconocido prestigio”, que deberían pagar más impuestos compensatorios. El fracaso de Calzado Canadá fue una mezcla de pérdida de mercado y de apalancamiento financiero. En la crisis, a Calzado Canadá no la dejaron vivir ese proceso de recuperación. Ni siquiera hubo la posibilidad de reanalizar los pasivos porque había el interés de quedarse con la empresa —hace un silencio y prefiere no señalar a los supuestos culpables, pero es de dominio público que en septiembre de 1997, los bancos acreedores absorbieron 80% de la compañía—.
López Rocha agrega que la misma situación enfrentaron los bancos de capital local. “Crearon un problema de carteras y créditos que orillaron a pedir rescate, pero no lograron salir”.

— ¿Por qué grandes industrias de otros estados pudieron sobrevivir?

— Al Gobierno federal le dejó de importar la inversión nacional, se olvidó de la parte de la integración a la globalización; no había política industrial. Hablo (del tiempo) poco antes del Tratado de Libre Comercio, cuando vienen los tecnócratas a manejar la política económica, tratando de involucrarse en la globalización. Pocos empresarios sabían si serían apoyados, si tendrían incentivos fiscales o facilidades en trámites. Eso fue tremendo. Pero a diferencia de Jalisco, en otros estados como Nuevo León, se apoyó bastante desde la Federación y los gobiernos locales. En Jalisco nos equivocamos al abrirle la puerta a las maquiladoras y no ir de la mano con la inversión local. Hay una gran distancia ahora entre el Gobierno y los inversionistas locales, y eso se ha padecido muchísimo.

Calzado Canadá se fundó en 1940 y consiguió ser una de las empresas más importantes de Latinoamérica. En 1995 cayó en un declive que no pudo superar. Se estima que llegó a producir hasta 65 mil pares de zapatos al día, con alrededor de 12 mil empleados. Coppel terminó apropiándose de la marca.

Cultura hacia la ilegalidad

El problema del contrabando y la piratería va en aumento en México. Los sectores más golpeados han sido el textil, del vestir, calzado, cultural, joyero, de salud, telecomunicaciones, software, cinematografía, discografía, creadores y artistas, entre otros.

Javier Gutiérrez Treviño, ex coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco, apunta que “la cultura de hoy es una invitación a la ilegalidad. Conozco muchos empresarios dignos de tomarse en cuenta y hoy viven del contrabando, de falsificar la palomita de Nike o Adidas, y viven mejor porque tienen más dinero que cuando eran industriales. Hace ocho años, cuando llegué como dirigente de la Cámara Textil de Occidente en Jalisco, había 350 industriales; ahora hay 39. ¿Qué pasó con los que estaban?, muchos siguen en el ramo, pero son ilegales: reetiquetan producto chino, disfrazando producto robado porque hay beneplácito para trabajar de esa forma. Hay tanta utilidad que las nuevas generaciones en lugar de admirar a los buenos empresarios, los critican porque saben que se gana el dinero más fácil en los tianguis.

La informalidad en México representa 28.3% de la masa laboral. Tres de cada 10 empleos son absorbidos por ese sector.

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