Viernes, 26 de Abril 2024
Jalisco | La Dirección Ejecutiva del bosque reporta 63 siniestros en 2009

Combaten tres conatos de incendio durante el martes en La Primavera

Ante el periodo vacacional, autoridades piden a los visitantes al Área Natural Protegida evitar prácticas que puedan desencadenar quemas

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.-  “Se ve una humareda en Mesa del Nopal, es un 10-11, un 10-11”, alertó a las 10:55 horas de ayer personal de una de las torres de vigilancia del Bosque La Primavera. “Estoy haciendo un 23”, responde apresurado el combatiente Martín Morales para notificar que se dirige hacia el punto para atender con carácter de “urgente”, pone la doble tracción a la camioneta y arranca rumbo a Tala elevando el polvo por veredas accidentadas, en busca de un 46, clave con la que identifican a los incendios.

“¿Ya divisaste el humo? Ahí está, es café negroso”, le dice Morales a su acompañante Ramón, vigilante del ejido La Primavera, que anteriormente era bombero forestal. “Mmmm va a ser quema de punta de caña, no tiene mucho riesgo, pero no podemos arriesgarnos. Esto no se hacía antes, pero ha funcionado, tenemos que movilizarnos siempre, aunque sean conatos”, reflexiona el funcionario de la Dirección Ejecutiva del Área Natural Protegida, a quien le notifican las bases de control en primer momento, éste alerta a las brigadas y al llegar al punto conflictivo, define si es conato o incendio y si necesita apoyo.

Martín Morales es de Mazatlán y es jefe de Inspección y Vigilancia y se dirige al incendio número 61 de este año. Su piel es bronceada, pero sus ojos verdes delatan que era blanca y el fuego le mutó el color. Cuenta que durante 19 años se ha dedicado a esto, “pero nunca en una institución, apenas me animé porque descubrí que es mi vocación; yo estudié administración de empresas, pero desde los tres años me gusta el campismo”.

En 2008 murieron 60 combatientes en todo el país, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Forestal. En Jalisco, ninguno. El funcionario considera que se debe a que están bien capacitados, aunque “sí nos ha tocado, hace dos años fallecieron dos compañeros, es un trabajo muy peligroso… quedaron todos negros y así chiquitos, porque se consumió toda la humedad de su cuerpo”.

Al llegar al ejido reportado en Tala, Martín confirma que es quema de caña, se baja y le grita a los campesinos: “Ya párenle, ya deténganse, otra vez con esto, ayer se les salió de control aquí mismo… no tienen madre, de veras”, dice para sí. Acto seguido divisa humo color blanco, que en general es generado por arbolado. “Ramón, vámonos, parece que éste sí es grave, es en la Hiedra”. Por la gravedad, pide apoyo a brigadas de la Comisión Federal de Electricidad y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). A las 11:55 horas, llegan los elementos, constatan que es una quema agrícola, sacan sus azadones, remueven la tierra y con el agua que cargan en sus mochilas calman el fuego en menos de 10 minutos.

Las brigadas están compuestas por combatientes lampiños. A todos, se les han quemado los vellos. También tienen en común problemas respiratorios, conjuntivitis o quemaduras fuertes, amor por el entorno, placer por la adrenalina, pero sobre todo, “que son héroes anónimos y que saben leer el lenguaje de la naturaleza”.

Todo el trayecto por las venas del bosque está lleno de tobas-tala –“piedras caprichosas”–, de anécdotas, de alfombras negras de suelo calcinado y de árboles decrépitos. “Aquí detuvimos el fuego en 2005… tsss (hace señas de que se le “enchinó la piel”), nada más de acordarme, me hace temblar. Allá es una zona de alto riesgo, hay mucha hojarasca. Del otro lado hay unos ejidatarios que de plano no entienden, queman y queman y a cada rato se les pasa a zonas de arbolado”.

Martín Morales regresa por la tarde a la base en el ejido La Primavera y se despide. Repentinamente grita: “¡Es un probable!”. “¿Un qué?”, se le pregunta. “¡Un probable incendio!”, responde y arranca en la camioneta recién adquirida por la Dirección Ejecutiva del Bosque La Primavera, rumbo al incidente número 63. En periodo vacacional, los conatos e incendios se incrementan en el bosque, ante la visita de miles de personas, por lo que autoridades piden tomar precauciones para evitar siniestros.

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