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Internacional | La radioemisora permite que los oyentes denuncien las atrocidades yihadistas

Radio Al-Ghad o cómo burlar al Estado Islámico en su terreno

La radioemisora independiente permite que los oyentes denuncien las atrocidades yihadistas

Por: NTX

La ciudad de Hassan Sham fue liberada recientemente del Estado Islámico, y soldados siguen retirando las minas dispersas en el área. AP / K. Mohammed

La ciudad de Hassan Sham fue liberada recientemente del Estado Islámico, y soldados siguen retirando las minas dispersas en el área. AP / K. Mohammed

HASSAN SHAM, IRAQ (13/FEB/2017).- En la pequeña ciudad de Hassan Sham, a unos 30 kilómetros al noreste de Mosul, son evidentes las cicatrices que dejaron los combates intensos contra el Estado Islámico (EI). Fue liberada hace unos meses por el Ejército iraquí y los peshmerga (el Ejército kurdo), pero a costa de su destrucción total.

Se trata de un paisaje espectral en el que no es posible penetrar demasiado. En los controles que se encuentran antes de Hassan Sham, llegando desde Erbil, los militares aconsejan no dejar en ningún momento la carretera de asfalto: todavía hay demasiadas minas que desactivar. Una vez que se pasa lo que fue el centro habitado de Hassan Sham, uno entra en un gran campo de refugiados, una pequeña ciudad que se expande hasta donde alcanza la mirada.

El campo toma el nombre de la ciudad de Hassan Sham, se abrió el pasado mes de noviembre y alberga a unas 15 mil personas. Demasiadas. Y las personas que huyen de Mosul, después de llegar a los puntos de recogida que hay repartidos en los distritos orientales liberados, siguen llegando a bordo de autobuses escoltados por militares. La arena del desierto no da tregua a los habitantes del campo. Aunque las tiendas blancas del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) están colocadas encima de terraplenes, la arena ingresa de todas maneras. Hay baños comunes con el nombre de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y fuentes donde las mujeres lavan los platos y la ropa. Las colas para la distribución de alimentos y otros bienes de primera necesidad siempre son largas y lentas.

Sana, de unos 20 años de edad, llegó al campo de Hassan Sham hace un mes junto con sus Padres y sus cuatro hermanos. Ella y su familia piden que no les fotografíen ni los graben. Muchas personas que huyeron de Mosul están aterrorizadas por la idea de que sus imágenes las puedan ver los hombres del Estado Islámico, quienes como represalia podrían matar a sus seres queridos en la que se ha denominado la capital iraquí de los yihadistas.

"La situación en Mosul -explica la chica- es insostenible. Ahí si no mueres por algún castigo absurdo de Daesh (acrónimo en árabe del Estado Islámico) mueres por los bombardeos. Arriesgas la vida contínuamente, aunque no salgas de casa".

"Una de las pocas alegrías que teníamos era llamar por teléfono a la Radio Al-Ghad. Nos desahogábamos un poco. Pero llamando nos arriesgábamos mucho, porque si los de Daesh te encuentran hablando por teléfono te matan. Seguimos escuchando la Radio Al-Ghad aquí también, en el campo muchos así lo hacemos. Podemos tener noticias directas de quienes se quedaron en Mosul ", agregó.

Al Ghad es una radioemisora independiente que provoca al Estado Islámico difundiendo de todo, desde música pop hasta consejos de belleza y salud, pasando por noticias de futbol. Las frecuencias de la emisora salen desde Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, y se pueden oír hasta Mosul. Casi todos los locutores y operadores de Al-Ghad trabajan desde el anonimato y piden que no se revele la ubicación de sus estudios por razones de seguridad.

"El proyecto de la Radio -dice uno de los directores- nació en 2015, pocos meses despues de la toma de Mosul por parte de Daesh. La Radio es una de las pocas maneras de comunicarse con los que se quedaron en la ciudad. Al -Ghad es única en su género. Corrimos muchos riesgos para llegar a las zonas donde se han colocado las repetidoras". "Varias veces hemos conseguido bloquear a Al-Bayan, la radio del califato del Estado Islámico, y hemos aprovechado sus frecuencias. Inicialmente emitíamos con poca continuidad, pero luego la radio empezó a ganar éxito, por lo que ahora estamos en el aire las 24 horas del día ", indica.

El programa de "Yo soy un ciudadano" permite que los oyentes digan lo que está sucediendo bajo el feroz régimen del Estado Islámico. He aquí extractos de las llamadas telefónicas que han hecho algunas mujeres a la radio. "Ya no puedo dormir, murieron delante de mí (...). Aquí todo conduce a la muerte, todos mueren aquí. Tres hermanos muertos el mismo día, ¿Dónde ocurre que tres personas pierdan la vida el mismo día en la misma casa?( ...)". "En nuestro barrio el Daesh bombardea las casas de la población civil. Hoy han bombardeado una casa con dos familias adentro. Una muchacha de 20 años murió ayer por la noche (...). Esperamos que en cualquier momento liberen a Mosul...".

"Yo creo -concluye el director de la radio- que el nivel de confianza de la gente todavía es alto. Me doy cuenta por cómo nos hablan, por los mensajes de ayuda que nos mandan. Siento que tienen mucha confianza". "Pero al mismo tiempo, la gente pide que se actúe con más cuidado porque se están dando episodios con víctimas de fuego amigo. Además, recibimos llamadas con amenazas de parte de los yihadistas, pero esto no hace más que aumentar el número de oyentes, que nos animan a continuar nuestro trabajo ", comenta.

A quienes vivían en los distritos del este de Mosul les gustaría volver, con la esperanza de que el territorio liberado por los peshmerga y el Ejército iraquí sea seguro. Pero todavía no lo es del todo: las minas que explotan accidentalmente y los ataques suicidas están a la orden del día.

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