GUADALAJARA, JALISCO (08/FEB/2017).- El amor se acaba cuando aparece Trump. Ésa fue la lógica de una mujer de Estados Unidos que, tras enterarse de que su esposo votó por el millonario en la elección presidencial de noviembre pasado, decidió no andarse por las ramas y expresarle claramente su opinión: se divorció y se fue a vivir sola. La señora es Gayle McCormick, de 73 años y hasta el año pasado vecina de California. Era una guardia carcelaria retirada y en ese empleo conoció a su marido, Bill McCormick, en 1980; se casaron en 1984 y llevaban 22 de matrimonio. Según ha contado la ahora divorciada a medios de comunicación estadounidenses, que han hecho su historia popular, ella y su marido habían tenido discusiones y problemas por causa de que él simpatiza con Trump, quien como candidato y presidente ha hecho hostiles pronunciamientos en numerosos temas. No fue algo menor: visitaron terapeutas de pareja y consejeros, preguntaron a un sacerdote, lo discutieron varias veces. "Me dejó completamente deshecha que fuese capaz de votar a Trump", dijo ella, quien sintió "que había estado engañándome a mí misma. Descubrí lo lejos que había llegado al aceptar en mi vida cosas que nunca hubiera aceptado cuando era joven". Finalmente, durante una charla con amigos, Bill advirtió abiertamente que votaría por el candidato del Partido Republicano, y Gayle no pudo más: "Cuando 51% de las cosas está bien y 49% está mal, te quedas. Pero yo estaba cansada y más vieja, y ya no quería discutir, y ninguno de los dos iba a cambiar".
