RÍO DE JANEIRO, BRASIL (06/SEP/2016).- El nuevo presidente de Brasil, Michel Temer, se ha visto envuelto en un nuevo escándalo luego de que el diario Folha de Sao Paulo publicara ayer un informe policial que señala que las empresas que construyeron la central hidroeléctrica de Belo Monte pagaron sobornos millonarios al partido político del mandatario.Según la publicación, el consorcio de constructoras aceptó pagar sobornos equivalentes al 1% del valor del contrato de Belo Monte; es decir, 134 millones de reales —correspondientes a los 13 mil 400 millones de reales del total— supuestamente pagados a través de donaciones legales a campañas electorales del PMDB entre 2010 y 2014.Según el diario, la Policía basa sus sospechas en delaciones realizadas por implicados en el caso de corrupción de Petrobras que colaboran con la Justicia en un afán por reducir sus penas; entre ellos Otavio Marques de Azevedo, ex presidente de la constructora Andrade Gutiérrez.Belo Monte fue construida por un consorcio de empresas formado por Andrade Gutiérrez, Queiroz Galvao, OAS, Odebrecht, Camargo Correa, Serveng, Galvao Engenharia y J. Mallucelli.El periódico establece tanmbién que los principales beneficiarios de los sobornos fueron cuatro senadores del PMDB, entre ellos el presidente de la Cámara Alta, Renán Calheiros, así como Romero Jucá —directamente vinculado a Temer—, Jader Barbalho y Valdir Raupp. Protestan campesinos contra reforma de jubilaciónCientos de activistas de movimientos campesinos se manifestaron ayer frente al Ministerio de Planificación en Brasilia contra una reforma al régimen de jubilaciones del Gobierno de Temer.La reforma que será propuesta al Congreso, contempla estipular los 65 años como edad mínima para la jubilación, independientemente del género y el tiempo de contribución.Hasta ahora, las leyes que rigen la jubilación en Brasil prevén esas variantes: 30 años de contribución para las mujeres y 35 para los hombres. Pero en el caso de los trabajadores del campo, la jubilación puede ser solicitada a los 60 años en el caso de los hombres y a los 55 por las mujeres, ya que se considera que sus labores causan más desgaste.“La reforma propuesta traerá una pérdida de derechos para los trabajadores y trabajadoras del campo, que pasarán a ser igualados con los trabajadores urbanos”, señalan los campesinos a través de un comunicado de prensa.
