Abu Sayyaf secuestra a tres pescadores en Malasia

BANGKOK, TAILANDIA (11/JUL/2016).- Los cuerpos de seguridad de Filipinas, Indonesia y Malasia investigan hoy el secuestro de tres indonesios en aguas malasias de la isla de Borneo por parte de Abu Sayyaf, que ha jurado lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

El incidente sucedió alrededor de la medianoche del sábado pasado, cuando un fueraborda con cinco hombres armados abordó un arrastrero malasio con siete pescadores y se llevó a tres de ellos, de acuerdo con el diario malasio The Star.

La agresión ocurrió a 3.6 millas náuticas de la costa del estado malasio de Sabah, en el noreste de Borneo y frente al archipiélago filipino de Tawi-Tawi.

Según el testimonio de los pescadores que quedaron en libertad, el jefe de los secuestradores vestía ropa militar de faena, solicitó los papeles de los marineros y apresó a los únicos tres que los llevaban encima.

Abu Sayyaf ha golpeado anteriormente en la región: el 29 de marzo secuestró a 10 pescadores indonesios, el 1 de abril, a 4 malasios; el 15 de abril, a 4 indonesios, y el 20 de junio, a siete indonesios.

La banda sacó un millón de dólares por los 10 apresados en marzo, otro millón por los indonesios capturados en abril y había reclamado 4.4 millones de dólares por los malasios, que recobraron la libertad en junio, según la prensa de la región.

Por otro lado, secuestró en el sureste de Filipinas en septiembre de 2015 al noruego Kjartan Sekkingstad, los canadienses Robert Hall y John Ridsdel y la filipina Marites Flor.

Abu Sayyaf decapitó a Ridsdel el 25 de abril, cuando venció el ultimátum que dio para recibir el rescate, y mató de la misma forma en junio a Hall, cuya cabeza dejó el 13 de ese mes ante las puertas de la catedral de Joló, la capital de la sureña provincia del mismo nombre.

Flor, compañera sentimental de Hall, fue dejada en libertad el 24 de junio.

Abu Sayyaf, creado en 1991 por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética, es responsable de algunos de los atentados más sangrientos en Filipinas y numerosos secuestros con los que se financia.