Abandonan pueblo tras el despertar del Calbuco

ENSENADA, CHILE (25/ABR/2015).- Ensenada, localidad ubicada a 15 kilómetros del volcán Calbuco y la primera en ser evacuada, quedó cubierta por una gruesa capa de ceniza y piedrecillas arrojadas por el macizo. El temor que se plantea ahora es que el material volcánico contamine las aguas y provoquen enfermedades respiratorias.

Los animales domésticos quedaron encerrados y caballos y vacunos están sin alimentos porque las cenizas cubrieron los pastos y convirtieron en una zona árida lo que eran extensas praderas.

Los pobladores de Ensenada, que se volvió un pueblo fantasma desde que sus mil 500 habitantes debieron huir, la mayoría con lo puesto, dejaron a sus animales y mascotas abandonados.

La Policía que hace cumplir la orden de que nadie se acerque a menos de 20 kilómetros del Calbuco, permitió ayer que pequeños grupos de personas retornen por algunas horas a sus casas en Ensenada para recuperar ropa y otros enseres.

El director del servicio geológico, Rodrigo Álvarez, informó que la situación “puede durar semanas, meses”.

La preocupación de los expertos está centrado ahora en posibles lahares, que se producen porque el material caliente arrojado por el volcán derrite la nieve que hay a su alrededor, lo que provoca aluviones que descienden por las laderas, aumentando los cauces de los ríos y arrasando puentes.

A pesar de la probabilidad de una tercera erupción o ante la posibilidad de lahares, 30 pobladores de Ensenada que se negaron a salir, trabajan para despejar los techos de sus casas, que corren el riesgo de desplomarse por el peso de las cenizas.

Otras viviendas resultaron seriamente dañadas por el peso del material volcánico.

El Gobierno que decretó un estado de excepción el miércoles, que entrega el mando a las fuerzas militares y policías para que mantengan el orden público y colaboren en tareas como el despeje de caminos, ha repartido miles de cubrebocas, lo que no asegura que se puedan evitar las irritaciones oculares o del aparato respiratorio.

Debido a la emergencia, por lo menos otras dos mil personas fueron evacuadas ayer y se suman a otros cuatro mil 500 desplazados desde la primera erupción hace tres días.