Rick Perry deja la gobernación de Texas tras 14 años

AUSTIN, TEXAS (20/ENE/2015).- Rick Perry, gobernador republicano de Texas (EU) durante los últimos 14 años, entregó hoy el testigo a su compañero de partido Greg Abbott y, aunque no reveló su futuro, todo apunta a que volverá a intentar el asalto a la Casa Blanca.

Su anterior intento, en 2012, terminó en un sonado fiasco tras quedarse en blanco en un debate, pero según sus colaboradores más próximos esa experiencia le curtió y, desde entonces, no ha cesado en su preparación y empeño para acometer ese desafío.

Si finalmente da un paso al frente, Perry anunciará sus intenciones en mayo o junio, antes del verano en todo caso, una vez haya calibrado sus posibilidades económicas y electorales.

Pero más allá de sus aspiraciones presidenciales, el ya exgobernador cerró hoy una página de la historia de Texas que se abrió a finales del 2000, cuando el entonces gobernador, George W. Bush, sí hizo las maletas y se mudó a Washington tras vencer en las elecciones presidenciales.

Desde entonces, Perry ha ganado las elecciones en tres ocasiones (2002, 2006 y 2010), ha relegado a los demócratas al ostracismo político en Texas y se ha convertido en el gobernador que más tiempo ha pasado en el cargo, más de 14 años.

Nacido hace 64 años en el seno de una familia de vaqueros en pleno Lejano Oeste americano, Perry ha sido el artífice de la bonanza económica de Texas, pero su gestión ha sido cuestionada en lo que a política migratoria se refiere o por su furibunda oposición a la reforma sanitaria del presidente de EU, Barack Obama.

Además, el político republicano se marcha imputado por abuso de poder y coacciones tras amenazar a una fiscal demócrata en 2013.

Al nuevo gobernador le espera un mandato que empieza con incertidumbre económica, pues los pilares del petróleo sobre los que se fundamenta el "milagro texano" se tambalean a medida que el precio del crudo no para de caer.

En su discurso de toma de posesión, Abbott prometió hoy una gestión continuista con la de Perry y disparó sus dardos contra la Administración Obama.

"Durante demasiado tiempo, Washington ha tratado de rehacer EU a su antojo. En Texas ofrecemos un enfoque distinto: no confiamos en el Gobierno, confiamos en la gente, y me aseguraré de que siga siendo así", advirtió el nuevo gobernador.