Viernes, 29 de Marzo 2024
Internacional | Autoridades indican que no hay indicaciones de que haya tomado algún blanco

Altercado podría haber originado el tiroteo en Fort Hood

Autoridades indican que no hay indicaciones de que haya tomado algún blanco en particular

Por: AFP

El soldado Iván López, autor del tiroteo, era consideración psicológicamente inestable. AP /

El soldado Iván López, autor del tiroteo, era consideración psicológicamente inestable. AP /

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (03/ABR/2014).- Un "altercado" con otros soldados podría  haber sido el origen del tiroteo en Fort Hood, en el que un soldado  considerado psicológicamente "inestable" mató a tres militares e hirió a otros 16, suicidándose luego.

El Ejército estadounidense intentaba este jueves delinear la personalidad  del autor del tiroteo, un veterano de Iraq sin antecedentes de violencia, para  tratar de determinar cómo pudo ocurrir nuevamente un ataque de este tipo en esa  base militar de Texas.

"Parece haber habido un altercado verbal con otros soldados", afirmó en la  tarde del jueves el general Mark Milley, comandante de la base de Fort Hood,  evocando un posible "elemento desencadenante" de la agresión.

Pero "no hay indicaciones de que haya tomado por blanco a algunas personas  en particular", reconoció el oficial en conferencia de prensa.

El secretario de Defensa Chuck Hagel, admitió el jueves que hubo un  problema de seguridad en la base.  

"Obviamente tenemos un problema", dijo en conferencia de prensa en Honolulu (Hawai), donde presidió una reunión de ministros de Defensa de la ASEAN.

Pero "dejemos a los investigadores hacer su trabajo. No tenemos toda la  información", afirmó. "¿Qué motivó a esa persona a hacer eso, dónde estuvo el  problema, porqué tenemos ese problema?" de seguridad, "vamos a averiguarlo",  prometió.

Oriundo de Puerto Rico, el soldado había pasado cuatro meses en Iraq hasta fines de 2011, los cuatro últimos en que hubo presencia militar estadounidense en ese país.  

Entonces, los militares estadounidenses no patrullaban más las calles de Bagdad sino que estaban acantonados en las bases, ocupándose de asuntos  logísticos o del entrenamiento de las fuerzas iraquíes. Él se desempeñaba como  conductor de un camión.

"Su expediente no da cuenta de ninguna herida, de ninguna implicación  directa en combate", declaró el secretario del Ejército, John McHugh, durante  una comparecencia ante senadores de la comisión de las Fuerzas Armadas.

Uno de los problemas recurrentes en las filas del ejército durante las  guerras de Iraq y Afganistán fue el de soldados que sufrían conmociones cerebrales, a menudo por encontrarse muy cerca del lugar donde ocurría una explosión. Estas conmociones pueden generar estrés postraumático.


Sin signos de estrés postraumático

Pero nada hace pensar que el autor del tiroteo de Fort Hood haya sido  víctima de tal conmoción.

El hombre, Iván López, de 34 años, sufría de "problemas psicológicos", reveló el miércoles por la noche el comandante de la base de Fort Hood, el  general Mark Milley.

Estaba siendo sometido a pruebas médicas para determinar si sufría estrés postraumático pero el diagnóstico aún no estaba acabado, según el general  Milley.

El soldado estaba en tratamiento por diversos "problemas mentales, que iban  de la depresión a la ansiedad pasando por problemas para dormir", reconoció  McHugh, quien señaló que López había estado acudiendo a un siquiatra el mes  pasado.

"Hasta ese momento, no tenemos ningún indicio en su expediente de que esa  evaluación haya revelado signos de posible violencia contra sí mismo o contra  otros", explicó. El objetivo era "continuar haciéndole seguimiento y tratándolo  de manera apropiada".

Según el jefe del Estado Mayor, el general Ray Odierno, el hombre había  pasado nueve años en la Guardia Nacional de Puerto Rico y se había enrolado  luego en 2008 en el servicio activo del Ejército estadounidense.

Durante su servicio en la Guardia Nacional, estuvo destinado un año en el Sinaí, en Egipto.
 

No parecía una amenaza

Después del tiroteo en Fort Hood en 2009 en el que murieron 13 personas,  los profesionales militares de la salud y los comandantes de unidad fueron  autorizados a preguntar a un soldado si poseía un arma o tenía la intención de  adquirirla si tenían razones para pensar que significaba un riesgo, según el  coronel Steven Warren, un portavoz del Pentágono.

Pero el psiquiatra no consideró a López como una amenaza, según McHugh.

Como vivía fuera de la base, podía tener un arma. La que López utilizó el  miércoles la había comprado recientemente; estaba obligado a declararla y  obtener una autorización para portarla en la base, pero no lo hizo.

El nuevo drama revive el tema de la seguridad en las bases militares  después de la matanza de Fort Hood en 2009 y de Navy Ward, un complejo de la  Marina en Washington, en septiembre de 2013.
 
Pero el general Odierno confía en que las medidas adoptadas desde 2009  funcionaron. "Los procedimientos de alerta en vigor y el entrenamiento de la  fuerza de reacción ayudaron a evitar una situación que podría haber sido mucho  peor", aseguró.

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