Guatemala también ''limpia'' a sus policías

SAN JOSÉ, COSTA RICA (08/OCT/2012).- En México, su vecino del Norte, la limpia en las corporaciones de seguridad es un paso sin concluir dentro de la estrategia de combate al crimen organizado. Va a medias, pese a las constantes exigencias del Presidente Felipe Calderón y su secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.

En Guatemala, el Gobierno del presidente Otto Pérez, que en febrero de este año sorprendió al lanzar una propuesta para debatir la legalización internacional de las drogas, anunció el fortalecimiento del combate contra uno de los más graves problemas de la seguridad guatemalteca: la acelerada penetración del crimen organizado —y en especial de “Los Zetas” y otros cárteles mexicanos del narcotráfico— en sus estructuras policiales.

Por desconfianza al intercambiar información de narcoactividad, la corrupción policial es un obstáculo para que otros países, como México, cooperen más con Guatemala para reprimir a las narcomafias.

La infiltración en la Policía “genera desconfianza”, dijo la guatemalteca Helen Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack, de Guatemala.

En un informe de mayo anterior, el Gobierno de Estados Unidos recalcó que en Guatemala hay una “corrupción generalizada institucional”, en particular en estratos policiales y judiciales, y un involucramiento de policías en homicidios, narcotráfico y extorsiones.

El vocero del Ministerio de Gobernación de Guatemala, Willy Melgar, reconoció que “para poder combatir frontalmente a todos los delincuentes, es necesario tener limpia la mesa y eso significa tener gente verdaderamente de moral suficiente”.

Al preguntársele sobre la penetración de narcomafias mexicanas en filas policiales, declaró que “el narcotráfico les produce tantos dividendos que les permite hacer súper ofertas económicas para que estos agentes pueden hacerse de oídos sordos ante situaciones de evidentes ilícitos”.

“Cuando esas personas no tienen valores morales suficientes, pues se venden al mejor postor. Eso es lo que ocurre y lo que se está tratando de superar”.

Prioridad presidencial

La depuración policial es prioridad del Gobierno del presidente, el general en retiro Otto Pérez Molina, quien asumió en enero de este año y al mes siguiente propuso debatir sobre la despenalización de las drogas tras más de 40 años de fracasos en las políticas de represión policial y militar al narcotráfico.

Como una de las principales plazas para traficar drogas de Colombia por Centroamérica, hacia México y Estados Unidos, Guatemala es clave para los cárteles mexicanos. “Los Zetas”, que desde 2008 reforzaron su despliegue en suelo guatemalteco, y los cárteles de Sinaloa y “La Familia Michoacana”, tienen fuerte presencia en esa nación, en un fenómeno que disparó las tasas internas de homicidios a unos 38 o 39 por cada 100 mil personas en 2011, en un país de 13.5 millones de habitantes.

Melgar dijo que sólo en 2012 hay más de 200 policías procesados por corruptos, pero las cifras de años recientes superan los 500 o más agentes separados por narcotráfico, contrabando de combustibles, plagios y extorsiones, entre otros delitos. Fuerzas de tarea del Poder Judicial desplazaron a la Policía de Guatemala de investigaciones sobre narcotráfico, plagio y secuestro.

LA CIFRA

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