Los mercados temen a Humala; los intelectuales, a Keiko

LIMA, PERÚ (01/JUN/2011).- Los mercados y los intelectuales peruanos comenzaron, cada uno a su manera, a emitir su voto, con miras a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que tendrán verificativo el domingo 5 de junio.

El dólar va a la alza y la bolsa registra pérdidas, pero el escrutinio definitivo de los hombres de negocios está lejos de concluir. Al menos eso se desprende de las charlas con analistas y responsables de los principales bancos o agencias económicas del país.

En cambio, escritores y profesores universitarios, con Santiago Roncagliolo y Alonso Cueto a la cabeza, cerraron filas con Humala. En las mesas de los novelistas y diletantes el recuento es mayoritario. Guiados por la postura del premio Nobel Mario Vargas Llosa, apostaron por “la democracia y por el ex militar de escasos quilates democráticos”, ante el temor que despierta al apellido Fujimori.

De repente, Humala “se convirtió en rubio y de ojos celestes” para el sector más progresista del país y para los más liberales. “Hay razones morales para no votar por Fujimori”, dice Cueto, autor de La hora azul.

En cambio, el voto de los mercados tiene un mayor impacto en el bolsillo de todos los peruanos. Justamente ese voto, el de los mercados y las empresas, está mayoritariamente a favor de Keiko Fujimori. Poco importó que el nacionalista se moderara y modificara sobre la marcha su programa económico, o que jurara la carta democrática donde se compromete a respetar la inversión extranjera, en franco ascenso desde hace 10 años, y el modelo económico.

“Hay indicios que no fueron despejados de que (Humala) intentará avanzar hacia una reforma constitucional para modificar mecanismos económicos”, explica el ex viceministro de Economía, Eduardo Morón.

Tanto Perossi como Morón coinciden en que “cualquier proceso de reforma de constitucional para cambios económicos es como abrir una caja de Pandora” y de ahí nacen los temores en los mercados ante una posible victoria de Humala.

A cinco días de los comicios la polarización es un hecho, en un país en el que se enfrentan “dos mundos” bien marcados, el de los intelectuales y el de los mercados. Hoy se manifiestan en las antípodas, al menos hasta saber si es Humala o Fujimori el vencedor y ver hacia dónde va el país.

FRASE

"El Comercio’ se ha convertido en una máquina propagandística de Fujimori... viola las más elementales nociones de objetividad y ética periodística "
Mario Vargas Llosa,
al explicar el porqué decidió dejar de publicar su columna en dicho rotativo.

ANÁLISIS
El fenómeno fujimorista

“En otro país sería inimaginable que (Keiko) Fujimori optara a la presidencia”, aseguró el ex presidente Alejandro Toledo al anunciar su apoyo sin ambigüedades a la candidatura de Ollanta Humala,  coronando a Perú lejos del alcance de la sensatez y la lógica.

Se equivoca el ex mandatario, Perú no es una  excepción surrealista. En América Latina los ejemplos sobran. Pero lo  importante es que las alusiones del discurso político con relación al supuesto “excentricismo nacional”  es un argumento que victimiza al orador y con el  que elude la revelación de los sutiles procesos que conducen a un escenario aparentemente paradójico, pero condicionado siempre por una lógica férrea.

¿Por qué a pesar de todo  Keiko Fujimori puede llegar a ser presidenta de Perú?

Se entrelazan varios factores. Keiko es mujer y además joven, su mensaje es especialmente atractivo para  dos importantes segmentos de la sociedad históricamente marginados de la gran política.

Por otra parte, la manipulación emocional y la ingenuidad política conducen a  sectores de votantes a asociar erróneamente  temas que no guardan relación. Claramente es injusto juzgar a los hijos por los errores de sus padres, pero también es insostenible entregar la máxima jefatura del Estado a alguien que depende emocional e intelectualmente de un convicto.

Esas razones serían insuficientes para coronar a Keiko, si no contara también con el sostén de otras dos visiones claves.

Con el Gobierno de Alberto Fujimori, más allá de sus excesos, muchos peruanos ancestralmente desprotegidos sintieron por primera vez la presencia del Estado.

Debido al confinamiento de su padre, el  activismo ilegal durante  la campaña y la intención de mejorar su situación por cualquier vía, Keiko Fujimori sólo podrá encabezar un Gobierno políticamente débil. Será incapaz de conducir una lucha frontal contra la enorme corrupción que hereda. Tendrá que pasar por alto esas prácticas como pago por servicios prestados. Y ese ambiente de impunidad  es una patente de corso en medios poderosos cuyas ganancias  extraordinarias y modo de vida tienen sólo una apariencia lícita.

Por último, las vacilaciones de la centro-derecha que representa Toledo también favorecen a Keiko. ¿Por qué el ex presidente demoró tanto en dar su apoyo a la única alternativa antifujimorista?

Mtro. Orestes Enrique Díaz
Rodríguez, UDG