Registran el segundo ataque a periodistas en tres días en Rusia

MOSCÚ, RUSIA (08/NOV/2010) .- Un periodista ruso recibió una severa golpiza cerca de Moscú el lunes, dos días después de que atacantes intentaran asesinar a un conocido reportero que trabajaba para el prestigioso diario Kommersant.

Anatoly Adamchuk, que escribe para un diario regional, fue agredido por dos hombres fuera de la redacción, ubicada al sudeste de la capital.

Sus colegas dijeron que el ataque podría estar ligado con reportes que publicó sobre los supuestos planes de talar un bosque cercano para construir una controvertida autopista.

El sábado, Oleg Kashin, corresponsal político del Kommersant, de 30 años, fue severamente golpeado en Moscú. El ataque lo dejó en coma con fracturas en las piernas, dedos y mandíbula y daños en el cráneo.

Aquella agresión, clasificada como intento de asesinato, llevó al presidente Dmitry Medvedev a ordenar al fiscal general y al Ministerio del Interior que "asuman un control especial de la investigación".

Grupos que defienden los derechos humanos se quejan de que el Kremlin no ha hecho lo suficiente por combatir la violencia contra los periodistas. Una serie de asesinatos de reporteros han convertido a Rusia en uno de los lugares más peligrosos del mundo para trabajar en un medio.

"Anatoly Adamchuk fue golpeado el lunes a la noche, a apenas 10 metros de nuestra oficina editorial", dijo Anastasia Grigoriyeva, una reportera del Zhukovskie Vesti, el semanario en el que trabaja Adamchuk, que sufrió una concusión y otras heridas menores.

Zhukovskie Vesti es una pequeña publicación semanal editada en la ciudad de Zhukovsky, que tiene alrededor de 100 mil habitantes y está ubicada a 25 kilómetros al sudeste de Moscú.

"El no vio sus caras, pero los escuchó gritar el nombre de nuestra publicación varias veces", aseguró Grigoriyeva.

Adamchuk recientemente había escrito sobre la detención de varios jóvenes de entre 11 y 14 años por protestar contra los planes de las autoridades de construir una autopista.

Diecinueve asesinatos de periodistas han quedado impunes en Rusia desde el 2000, de acuerdo al Comité para Proteger Periodistas, basado en Nueva York, que califica a Rusia en el puesto octavo entre los Estados donde los reporteros son asesinados de forma regular y los crímenes no se resuelven.

Medvedev, que asumió el puesto de manos de Vladimir Putin en el 2008, ha prometido abrir el controlado sistema político ruso y fortalecer la aplicación de la ley, pero la lucha contra las autoritarias tradiciones no ha superado la mera retórica.