Cuba concluye rescate tras avionazo

LA HABANA, CUBA (07/NOV/2010).- Autoridades de la región concluyeron las labores de recuperación de los cadáveres del accidente aéreo del jueves en que perecieron 68 personas, e informaron que investigarán con expertos las causas del siniestro, el peor registrado en la isla en 20 años.

Aunque se desconoce qué ocasionó el desplome del aparato, los expertos menosprecian la incidencia del ciclón “Tomas” que si bien pasó cerca del oriente de la isla no afectó la región donde se produjo el accidente.

El fiscal Rolando Díaz, indicó que “Todos los cadáveres están calcinados, excepto dos que estaban en la parte trasera. No hay ningún desaparecido”.

Vecinos de Guasimal, un pueblo rural a 350 kilómetros al Sudeste de La Habana, contaron que vieron caer la aeronave y estallar en una llamarada que iluminó el cielo. “Iba como perdiendo fuerza, no tenía estabilidad. Trató de levantar vuelo y empezó a echar un humo blanco”, dijo Mirelda Borroto, residente del lugar.

 Los especialistas revelaron que encontraron la “caja negra” de la nave, elemento fundamental para conocer las causas del accidente.

“Al parecer a los pasajeros no les dio tiempo a nada porque los cadáveres se quemaron sobre los propios asientos y ese hecho ayudó a la identificación de los cuerpos”, afirmó el fiscal Díaz.

Díaz explicó que la teoría es que el avión cayó “de panza, primero se le desprendió el timón trasero, uno de los tres tipos de controles de esos aviones, que va cerca de la cola. Las alas, el cuerpo central y los motores están quemados. Algunas partes como la cola, se calcinaron menos”.

El forense y rector de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de La Habana, Jorge González, indicó que la investigación será realizada íntegramente por una comisión de personal cubano.

México mandó a funcionarios de su embajada en La Habana a la zona del accidente para facilitar la identificación de las siete víctimas mexicanas.

En el vuelo de la línea cubana AeroCaribbean viajaban 61 personas y siete tripulantes. 28 personas eran de nacionalidad extranjera: Nueve argentinos, siete mexicanos, además de tres holandeses, dos alemanes, dos austríacos, un español, un francés, un italiano, un japonés y un venezolano. Volaban a La Habana desde Santiago de Cuba, ciudad ubicada en el Este del país.

TESTIMONIO
Familiar devastado

Los nombres de Mario Pérez Rul, su esposa Claudia García Castillo y su hija Cynthia, forman parte de la lista de los siete mexicanos que murieron en el accidente aéreo.

El 28 de octubre partieron hacia la isla Mario y Claudia, dedicados al comercio y su hija de 27 años, ahorraron todo un año para viajar a Cuba. También los acompañaría Daniel y su novia Sandra García, aunque al final la pareja tuvo que quedarse en México por cuestiones de trabajo. Daniel esperaba que sus padres y su hermana arribaran a México la mañana del viernes, pero por las noticias se enteró que los había perdido.

En entrevista con El Universal, Sandra los recuerda “como una familia siempre unida, íbamos juntos a todos lados. En este viaje recorrieron varios lugares de Cuba como lo soñaron. La última vez que tuvimos contacto con ellos estaban en Santiago”.

Ante la tragedia, Daniel Piña García, hermano de Claudia García, asumió la responsabilidad de las gestiones y el contacto con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), para traer a casa los cuerpos, pues Daniel, su sobrino está devastado y no tiene en este momento la posibilidad de viajar a Cuba para la identificación de sus seres queridos.