Como lo comenté aquí el viernes pasado, una de las incógnitas era si el candidato del partido Movimiento Ciudadano, Pablo Lemus, salía como el aspirante que aventaja en la mayoría de la encuestas a administrar sus tiempos y sin engancharse en provocaciones, o si salía nuevamente como retador haciendo señalamientos contra sus adversarias, la candidata del PAN-PRI-PRD, Laura Haro, pero sobre todo contra Claudia Delgadillo, del partido Verde-Morena-PT-Hagamos y Futuro, como pasó en el segundo debate entre las y el candidato a la gubernatura de Jalisco convocado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC).Pues bien, es claro que en el tercer debate del sábado pasado en Puerto Vallarta, luego del cual nos quedamos nuevamente con sólo ideas generales en termas de Desarrollo Económico, Empleo y Salario; y Cultura, Salud y Deporte, el candidato naranja cambió la estrategia y salió con la clara intención de esta vez dejar pasar los señalamientos y concentrarse en su narrativa. Eso quedó claro desde el arranque del debate, cuando Lemus ignoró el ataque inicial de Delgadillo acusándolo de violencia política de género, al llamarlo “machito”, recordando la afirmación que hizo en el segundo debate sobre la “relación íntima” que mantuvo con el presidente Enrique Peña Nieto. Por esta razón, Delgadillo presentó una denuncia que el IEPC desechó. Lemus mantuvo intacta su estrategia casi hasta la primera hora del debate, no apartándose del guion que llevaba preparado y que en esta ocasión leía con mucho más frecuencia, donde cuestionaba y criticaba a los gobiernos de Morena, pero sin enfrascarse en señalamientos nuevos más allá de volver a referir la casa de su adversaria en Puerta de Hierro.Todo iba bien hasta que casi al final de la parte de riesgo del debate, que era la bolsa de 10 minutos de la primera parte, Lemus se salió de sus apuntes y para revirar una crítica de Haro, aseguró que tanto ella como Delgadillo “eran hijas de ‘Alito’”, porque las dos eran priistas.Haro no desaprovechó este patinazo, y llamó “misógino” a Lemus además de anunciar que lo denunciaría por violencia política de género, incluso cuando ya su tiempo había sido agotado, para reclamar a Lemus haberle faltado el respeto a ella y a su padre presente en el debate.Así, Lemus que evitó a toda costa engancharse con la candidata de la alianza Sigamos Haciendo Historia, lo terminó haciendo con la competidora que marcha en tercer lugar pero que es la que más ha capitalizado los debates. Por eso no dejó pasar la ocasión, y se le fue al descontón a Lemus, que habrá que ver si se traducen en votos, que es lo que buscan todos los candidatos en los debates, el próximo dos de junio.
