Los seis tipos de asistentes a la FIL 2014

GUADALAJARA, JALISCO (04/DIC/2014).- Acudir a la FIL puede llegar a ser toda una travesía, una gran aventura o hasta un dolor de cabeza, todo depende del por qué vamos a ella. Es por eso que EL INFORMADOR, entrevistó a algunas personas para el tipo de asistentes que acuden así como algunas opioniones acerca de la Feria.

Los animados: Aquellos que recorren todos los pasillos y quedan maravillados por su visita. Se trata de quienes sólo ven la variedad de libros y acuden a comprar uno o dos libros. Es el caso de Carlos Gutiérrez, quien caminó por toda la feria pero sólo compró “Relatos aterradores”, “Con sed de sangre” y “Romeo y Julieta”, sin embargo, está seguro que la lista de sus adquisiciones se incrementará.

Los decepcionados: Son quienes tienen un montón de títulos en mente y esperan a la feria para conseguirlos, sin embargo, los títulos a veces son tan extraños que es difícil buscarlos, encontrarlos o que, siquiera, estén en la feria. Algo similar le ocurrió a Carlos Rodríguez, quien en su primera asistencia a la feria, tenía varios títulos en mente. Al llegar, arribó directamente a los módulos de información para buscar los libros, ahí le indicaron en qué parte podía encontrar las computadoras que le dicen exactamente el preció y stand en donde pude encontrarlos, pero se llevó una desilusión pues no encontró la mitad de los que deseaba.

Los precavidos: Este es un tipo de asistente muy escaso. Son quienes realizan un estudio detallado de los stands que recorren. Analizan su oferta literaria pero sin realizar ninguna compra. Se retiran del recinto, analizan sus opciones y precavidamente acuden otro día a la feria con los libros que en realidad desea. Odri es un caso similar ya que declara que acude a la Feria un par de veces cada año para recorrer los stands y días después regresa para comprar el libro de su interés, en este año “Acertijos Maravillosos”.

Los que la viven desde dentro: Aquellos que asisten más a fuerzas que de ganas. Quienes buscan liberar su servicio social para las universidades y 'sufren' un poquito con los demás asistentes. Victor y Kinich se confiesan como grandes admiradores de la feria pues saben que es un lugar en donde todos se puedan cultivar más. Además comparten que ya conocen los dos lados de la moneda, la que va disfrutar de todas la novedades y la que le toca estar cara a cara con los demás asistentes, ya que a ella trabajaron en la edición que tenía como invitado a Israel.

Es un trabajo difícil tanto en lo físico como en lo mental, “la gente creé que debes de saber todo sobre todo y la verdad eso no es así”, como empleado debes de tener la mejor de la disposición, ser educado, nunca ser grosero, responder todo y en el caso de no poder dar la información mandarlo con alguien que pueda aclarar sus dudas, es decir, siempre se le tiene que dar una solución.

Los meticulosos: Aquellos asistentes que buscan libros específicos, de autores que no encuentra en otros lugares. Además realizan un trabajo previo para saber dónde y cómo los puede localizar dentro del mar de gente de la FIL. Karina Uribe es uno de estos asistentes también muy reducidos. Comparte que cada casa editorial se maneja diferente ya que en algunas sí hay descuentos, mientras que en otras los elevan.

Los curiosos: Aquellos que sólo acuden a la FIL por mera curiosidad, para caminar entre los pasillos y que comprar aquellos libros que les van llamando la atención. Tal es el caso de la pequeña Marissa quien en su primera vez en la FIL ya sabía qué buscar, pues su prioridad era llevarse a casa libros infantiles y echarle un vistazo a la editorial Alfaguara.  

EL INFORMADOR / HÉCTOR NAVARRO