Jueves, 25 de Abril 2024
Cultura | El escritor Luis González de Alba presenta su libro No hubo barco para mí

La confusión que desencadenó la matanza de Tlatelolco

El escritor Luis González de Alba presenta su libro No hubo barco para mí

Por: EL INFORMADOR

González de Alaba comenta que ahora, seguimos girando en torno a algo de lo que no tenemos datos precisos.  /

González de Alaba comenta que ahora, seguimos girando en torno a algo de lo que no tenemos datos precisos. /

GUADALAJARA, JALISCO (06/12/2013).- A las primeras armas que detonaron el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco el Ejército respondió con fuego. Los balazos que rompieron la calma fueron de unos veinteañeros vestidos de civiles y cuando vieron que se habían echado a los soldados encima, palidecieron: se estaban atacando entre colegas.

El escritor Luis González de Alba les vio el semblante sorprendido. Se arrastraban casi pasándole por encima cuando él buscaba sortear las balas pecho abajo. "¡Batallón Olimpia. No disparen!", se escuchaba a gritos, eran los veinteañeros vestidos de civiles que trataban de identificarse con los soldados.

Lo que había detrás de esas palabras era un sollozo de clemencia, un intrépido intento de aclarar la confusión. El primer objetivo de los disparos del 2 de octubre no fue una masacre contra los estudiantes, asegura González de Alba, pero la falta de coordinación de las autoridades cobró vidas y quedó en la historia. Lo vivió y lo reconstruye en su libro "No hubo barco para mí", presentado en la FIL.

¿Esta falta de coordinación entre autoridades que provocó el ataque con armas fue con alevosía? ¿Quién habría tenido esa intención?

Es clarísimo que el Ejército no sabía que esos que disparaban arriba eran otros, que ya no estaban ahí los dirigentes (estudiantes). Ya nos habían retirado a nosotros, nos habían puesto contra la pared con las manos en alto.

Cuando se abrió la Fiscalía especial le sugerí al fiscal Ignacio Carrillo Prieto indagar quién dio la orden de que dispararan los que iban vestidos de civiles. ¿Quién dio la orden? Pudo haber sido el secretario de Gobernación, que era Luis Echeverría Álvarez, sí, todos lo hemos pensado, ahora hay que probarlo.

Hay que preguntarle al fiscal especial. La Fiscalía especial, que el ex presidente Vicente Fox abrió para revisar todo esto, perdió esa oportunidad. Está claro para quienes lo vimos que fue una confusión.

¿Es tiempo de probar por mando de quién y con qué objetivo se abrió fuego?

Era tiempo, había la Físcalía, pero se perdió esa oportunidad. Lo que tenemos que hacer es olvidarlo: ya, se acabó.

¿Cuáles son las consecuencias de que se perpetúe una historia no aclarada?


Son graves porque seguimos girando en torno a algo nunca comprobado. Seguimos sin tener los datos precisos, ni siquiera de números (muertes, heridos) por ejemplo: ¿Quién envió a estos que comenzaron a disparar? ¿Quién les dijo que deberían llevar el guante blanco que traían? Declararon al Ministerio Público que iban al mando del capitán Gómez Tagle. ¿Quién le dio la orden a él?

¿Cómo se había imaginado usted que evolucionarían las protestas de la sociedad organizada 40 años después? ¿Se cumplió?

No así. Jamás habría pensado que las manifestaciones recordando el 2 de octubre se iban a convertir en actos viles de vandalismo, de romper vitrinas para robarse lo que hay adentro. Ahora, al contrario, son los que comienzan el ataque contra los granaderos. El hacer soplete casero con aerosol y un encendedor, nunca me lo hubiera imaginado. Ni siquiera bloqueábamos una calle, no se nos ocurría y habríamos dicho: ¿Y para qué? Marchábamos, pasaba la manifestación y se restablecía todo. Es muy triste el resultado en eso.

También en el libro se retrata lo que comenzaba a llegar a México sobre liberación sexual, ¿han sido suficientes los avances?

No es otro libro sobre Tlatelolco, hay eso, pero están también las dificultades para abrir mis bares, está el final con mi psicoanalista, hay recuerdos de cuando nos reuníamos en un grupo con la directora de teatro Nancy Cárdenas y nos leía sentada en una mesedora sobre movimientos sociales.

Nos estábamos enterando qué se había escrito sobre homosexualidad, dónde. De ahí salieron varios grupos que luego dirigieron movimientos sobre igualdad de derechos. Los avances han sido lentos, pero han sido muchos.

EL INFORMADOR/ ALEJANDRA PEDROZA

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