En la actualidad, muchas personas católicas viven bajo el lastre de la superstición, por lo que no alcanzan a tomar la responsabilidad en sus manos con relación a la conducción de su vida; lo que, en ocasiones, provoca una serie de malestares serios que atribuyen al demonio, pidiendo para su solución un exorcismo. Nada más alejado de la realidad. El ritual dentro de la Iglesia católica es preciso y requiere una investigación previa antes de su práctica.Básicamente, según la creencia católica, un exorcismo es una antigua y particular oración que realiza un ministro ordenado a interior de la Iglesia donde, en nombre de Jesucristo, se busca menoscabar el poder del demonio que asecha a un alma.Es importante recordar que un exorcismo únicamente puede ser realizado por un sacerdote que tenga el permiso de su obispo, por lo que no se puede efectuar arbitrariamente; a menos que se trate de un sacerdote formado exprofeso y que justamente ese sea parte de su oficio, en ese caso, no requiere autorización.Pero antes de la práctica del exorcismo, lo primero que se deba hacer es descartar cualquier causa natural que pudiera estar afectando a la persona, más allá de una posesión demoniaca.Si esto es descartado, entonces se debe investigar si la persona afectada tuvo algún tipo de práctica que pudiera haber sido la causa de la posesión.En caso de que todo apunte a una posesión demoniaca, entonces sí comienza el procedimiento del exorcismo.Algunos sacerdotes que ha realizado exorcismos han compartido sus experiencias y, en términos generales, se comienza por bendecir el agua bendita y luego el rezo de la letanía de los santos, para después realizar la lectura de la Palabra de Dios; sigue la imposición de las manos, la profesión de fe, una oración al Padre y un recital donde se puede que la persona sea liberada de todo mal.El ritual del exorcismo puede parecer nada sorprendente, si se compara con el estereotipo que ha difundido Hollywood en sus producciones cinematográficas, donde los hechos paranormales y el terror exagerado son la constante.El procedimiento sigue “la fórmula deprecativa, dirigida a Dios; o la forma imperativa, dirigida 'directamente al demonio' para que este deje a la persona”; señala un artículo de aciprensa y se finaliza "con el rezo del Magnificat, la oración de alabanza de la Virgen María, y se reza una oración de conclusión. Esto puede durar entre 20 y 30 minutos, de acuerdo a las circunstancias".* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp * * *OA
