GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2017).- Una década de presentaciones ininterrumpidas no son suficientes para Odín Dupeyrón y “¡A vivir!”, monólogo en el que el actor y director invita al espectador a reflexionar sobre las adversidades de la vida y las formas de confrontarlas.La propuesta escénica regresara a Guadalajara para instalarse en el Teatro Diana con dos funciones en las que demostrará por qué “¡A vivir!” se mantiene vigente en la cartelera mexicana superando las mil 700 presentaciones y lograr un lleno total en el festejo de su décimo aniversario en el Auditorio Nacional en 2016.“A la gente le ha gustado mucho la obra, se agotó la primera función. En cada presentación trato de mantenerla lo más parecido a la original, la gente quiere ir a ver la obra que vio en un principio, tengo que ser fiel al texto original”.Aunque el también conferencista y escritor de obras motivaciones como “Colorín colorado este cuento aún no ha acabado” puntualiza que “¡A vivir!” no ha tenido ni prevé cambios en su dramaturgia o escenografía, existe la posibilidad de que la obra se replicada por otro actor para que alterne fechas ante los demás compromisos de Odín Dupeyrón.“Sí tengo esa idea pero no he tenido tiempo de hacer audiciones ni de montarle la obra a alguien más, es algo que sigue en pie pero no sé cómo lo voy hacer”.Responsabilidad a cargoOdín Dupeyrón asegura que entre las experiencias más impactantes de los espectadores que han acudido a su monólogo destacan con fuerza aquellos testimonios que agradecen al actor el encaminarlos o empujarlos a tomar decisiones o incluso a desistir por quitarse la vida ante la falta de motivaciones y respuestas, algo que el creativo agradece pero toma con precaución para mantenerse con los pies en la tierra.“Lo más fuerte es cuando la gente se me acerca a contarme testimonios de vida, de que no se quitaron la vida, que al estar en una depresión han cambiado su estado anímico al ver mi obra. Ahora me siento más realizado y seguro de quien soy, creo que la gente le gusta mi forma de pensar, como soy. Yo todo lo tomo con normalidad, no me considero un ejemplo y ni vivo para ello, solo soy un artista que tengo una filosofía de vida y lo trasmito”.Pero figurar como un ejemplo a seguir no solo es un mérito especial para Odín Dupeyrón al confesarse asombrado por el encuentro generacional que ahora logra entre su audiencia y saber que espectadores que acudieron a las primeras presentaciones hace 10 años ahora lo vuelven acompañar acompañados por sus hijos o nietos.“Me siento feliz, contento. Siento un gran orgullo al saber que la obra puede sobrevivir a generaciones, que la puede ver alguien de 20 años como de 60 u 80, en el público ha habido chavitos de hasta 13 años y les encanta la obra”.Con el propósito de que a lo largo de 2017 Guadalajara figure como foro de sus conferencias y demás obras como “Veintidós, veintidós”, Odín Dupeyrón asegura que en los próximos meses se anunciarán las fechas en las que pueda presentar su más reciente producción escénica “Lucas”.
