Martes, 19 de Marzo 2024
Entretenimiento | Televisión. Una figura sin fronteras

Irina Baeva tiene a México en la piel

La actriz rusa se adapta a las costumbres, el ritmo de trabajo y hasta la comida durante las grabaciones de 'Vino el amor'

Por: EL INFORMADOR

La actriz rusa confesó que desde pequeña veía en su país natal los melodramas mexicanos, algo que le encantaba. EL INFORMADOR /

La actriz rusa confesó que desde pequeña veía en su país natal los melodramas mexicanos, algo que le encantaba. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (26/OCT/2016).- Muy mexicana. Así es como se siente Irina Baeva, la actriz rusa que a cuatro años de llegar a México ahora presume el enriquecimiento que el intercambio cultural no solo le ha dejado en su formación actoral, pues hasta su paladar y su vocabulario se han adaptado a la perfección a la picardía y folclor de la tierra del mariachi.


Disfrutando del éxito de su primer protagónico en el papel de “Luciana Muñoz” en la telenovela estelar de Televisa, “Vino el amor”, la intérprete reflexiona sobre la adaptación que ha tenido de sus costumbres a las tradiciones mexicanas y de cómo su carrera logra consolidarse al compartir créditos con actores consagrados como Gabriel Soto, Azela Robinson y Cynthia Klitbo.


Aunque Irina creció disfrutando de los melodramas mexicanos y argentinos, la actriz confiesa que al no ver la posibilidad de concretar su preparación en interpretación en su natal Rusia, el periodismo fue la vocación que la hizo descubrir el idioma español y animándola finalmente a brincar la frontera y cumplir su sueño al integrarse al Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa. “Veía las novelas con mi abuela, eran muy distintas a las rusas, me llamaban la atención aunque no entendía mucho. Siempre quise ser actriz, pero mis papás me decían que escogiera otra carrera y decidí periodismo, así estudié español y a la par encontré novelas mexicanas como ‘RBD’ de Pedro Damián y ‘Teresa’ de José Alberto Castro, esas historias me atraparon, me animaron a retomar mi idea de ser actriz”.


Irina destacó como nuevo talento en proyectos como “Muchacha italiana viene a casarse” y “Pasión y poder”, hasta que José Alberto Castro confió en su versatilidad actoral y le entregó el papel de “Luciana”, una mexicana deportada de Estados Unidos que a través de los viñedos descubre las dulzuras y sinsabores del amor. “Se aborda la migración, un tema súper interesante y muy actual para los mexicanos que viven en Estados Unidos, para los migrantes de cualquier país, un tema que no se había tocado mucho en las telenovelas. A Luciana la deportan cuando tiene 10 años de edad, puede crecer junto a su familia, está separada por una frontera, estos personajes son necesarios, la gente se identifica, se sensibiliza”.

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