Miércoles, 24 de Abril 2024
Entretenimiento | Más de 200 mil personas se reunieron en el concierto gratuito del británico

Roger Waters redobla crítica a Trump y Peña Nieto desde el Zócalo

A lo largo de dos horas y media, el artista fue desgranando varias de las canciones que encumbraron a Pink Floyd

Por: EFE

CIUDAD DE MÉXICO (02/OCT/2016).- El músico británico Roger Waters redobló hoy desde la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México sus críticas al candidato republicano a la presidencia de EU y al presidente de México, Peña Nieto, ante 200 mil espectadores que aplaudieron cada uno de sus mensajes.
 
"Trump, eres un pendejo" o "Renuncia Ya", en referencia a una petición ciudadana para que Peña Nieto dejara el cargo, se leyeron en la pantalla gigante que acompañó al cantante en este escenario idóneo para atizar la denuncia social; ubicado junto al Palacio Nacional y frente a la Catedral Metropolitana.

"La música es un medio para expresar lo que uno siente, o cómo ve nuestro país. Usar la música para expresar esto en son de paz es una excelente fórmula", dijo Alejandro, un seguidor de Roger Waters recién licenciado en Derecho que calificó el espectáculo como "el mejor" de su vida.

A lo largo de dos horas y media, el artista fue desgranando varias de las canciones que encumbraron a Pink Floyd a leyenda musical del siglo XX.

Fueron piezas tan coreadas como "Time", "Fearless", "Us and them", "Money" o, especialmente, la emotiva "Wish you were here", dedicada a Syd Barrett, cofundador del grupo.

El concierto, el tercero suyo esta semana en México y el primero gratuito, arrancó puntual a las 20:00 hora local (01:00 del domingo) y con una incómoda enemiga, una insistente lluvia que se alargó por más de una hora pero no logró aminorar el hambre de Roger Waters que tenía el público capitalino.

Transitando por la principal discografía de Pink Floyd -que abarca especialmente rock progresivo y psicodélico- Waters se apoderó del escenario apoyado de una excelente banda y una acústica sublime.

Entusiasmando a las miles de almas que abarrotaban la plancha del Zócalo, que fue cerrado al llegar a su capacidad máxima de 200 mil personas, según cifras oficiales.

A través de imágenes proyectadas en la pantalla gigante que tenía a sus espaldas, el cantante y bajista navegó entre la denuncia social -con referencias por ejemplo al conflicto racial en Estados Unidos- y la nostalgia de la psicodelia de los sesenta y setenta que tan bien representan a la banda.

Fue en "Pigs (Three different ones)", una crítica al capitalismo y las diferencias de clases, cuando múltiples imágenes de Trump encendieron a la audiencia.

La más memorable, quizás, la de un cuerpo de cerdo con la cara del magnate neoyorquino.

Le siguió "Another Brick In The Wall. Part 2", durante la cual unos niños subieron al escenario con una camiseta que rezaba "Derriba el muro", haciendo todavía más explícita la crítica a Donald Trump, que de ganar las elecciones piensa amurallar toda la frontera común entre México y Estados Unidos.

A este himno le siguieron "Mother" o "Run like hell", y entre temas se fueron intercalando unos espontáneos gritos del público de "¡Fuera Peña (Nieto)!", que retumbaron por toda la plaza.

A minutos del cierre y como ya hizo en sus conciertos previos, Waters leyó una carta en español en la que denunció la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en diciembre de 2014 y lamentó que "las lágrimas" de los padres no les devolverán a sus hijos en un país que arrastra casi 28 mil desaparecidos.

Antes de cerrar con "Comfortably Numb", Waters lanzó un dardo directo al mandatario:
"Sus políticas han fallado. La guerra no es la solución, escuche a su gente, señor presidente", le espetó ante el aplauso de la mayoría de los presentes.

Para Juana, una mujer originaria de Tamaulipas (noreste) que sólo conocía a Roger Waters por su hijo, este concierto fue "precioso y maravilloso".

Y no sólo por el conjunto de talento y excelencia sumado encima de un escenario, sino por la voluntad de crítica y cambio que subrayó esta noche Roger Waters.

"El discurso final fue maravilloso porque vivo en un país que ha sufrido, y yo vengo en una tierra donde la muerte es lo que se vive a diario. Ojalá esto nos haga reaccionar y pensar que debemos luchar por la paz y no votar por caras bonitas", deseó a su salida de la plaza.

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