El temple de Jonás Cuarón

GUADALAJARA, JALISCO (27/OCT/2015).- Ríe. Por estos días, eso es lo que más le gusta a Jonás Cuarón: Reír. Por lo bien que ha sido recibida su película "Desierto". Reír por las caras conocidas y las que está descubriendo en el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Reír por todas esas anécdotas que le dejó el rodaje. Y reír porque las lecciones que aprendió en esa película jamás las va a olvidar.

Jonás protagonizó la jornada del lunes en el FICM. Asistió a varias charlas con el público y la prensa, donde desmenuzó lo que es su segunda película como director (luego de "Año uña"), y en donde confirma tener una voz propia al momento de contar historias, muy diferente a la que tiene su padre (Alfonso Cuarón), o su tío (Carlos Cuarón), quienes para este proyecto tomaron la faceta de productores.

" 'Desierto' es antes que nada una película de acción, de sobrevivencia", expone durante un encuentro con los medios, durante una charla en un céntrico hotel de Morelia a la que asistió este medio. "Desde hace varios años estaba interesado por el tema migratorio. Yo viví en Estados Unidos y siempre me interesó la retórica de odio que se daba en los medios, entre la gente; porque el migrante es un chivo expiatorio fácil para los políticos. Entonces sabía que quería hablar de esto, pero no tenía idea de cómo".

El método que encontró el cineasta para exponer el tema de la migración y sus peligros fue a través de la acción, un género que no había explorado antes, "pero se me ocurrió al recordar aquellas películas de los años setenta, donde se expone una problemática real a través de situaciones de acción. 'Desierto' es una película que te tiene agarrado del asiento todo el rato (risas). Por norma estamos acostumbrados a ver al estadounidense huir de narcos, de talibanes. Pero ahora es Gael, un migrante, el que debe huir de un gringo".
 
Lo deseable y evitable

En los dos días que permaneció en Morelia, Jonás recalcó las enseñanzas que le dejó ésta película. Una serie de lecciones que, espera, le funcionen para los proyectos del mañana. "Lo primero que aprendí fue a usar el paisaje. El desierto fronterizo es enorme, es un espacio gigantesco donde no importa que seas mexicano o gringo, la naturaleza te va a tratar igual de duro".

Lo segundo que aprendió es que la historia mueve dos emociones más profundas con la acción como vehículo. "Es la sobrevivencia y la vulnerabilidad, porque la hay en la historia y la hubo detrás de cámara".

En ese momento de la charla, Jonás se pone a contar anécdotas de cómo batalló para sacar adelante el rodaje. Desde la falta constante de señal de celular, a la distancia de cualquier punto civilizado con la que tuvo que trabajar, rematando con la presencia constante de víboras de cascabel en el set de grabaciones.

Con todo lo anterior, quedan dos preguntas en el aire. Este medio le cuestiona sobre a qué tipo de películas le diría que no en un futuro, luego de probar la libertad total en "Desierto" y antes "Año uña". Tras reflexionar unos momentos, responde: "Creo que a ninguna. No le digo 'no' a una película, siempre y cuando esté bien escrita, siempre que sea honesta. Eso es lo que ando buscando en cada proyecto".

Y hablando de lecciones, ¿qué es lo que no volvería a hacer jamás cómo director, luego de haber dirigido esta película? Jonás tira la cabeza hacia atrás, como ordenando sus pensamientos, y luego responde: "Rodar en el desierto. Creo que haga lo que haga, voy a buscar de aquí en adelante lugares más templados". Y ríe.
 
LA FRASE

 "Para mí toda película es un proceso de aprendizaje"
 Jonás Cuarón, cineasta
 
SABER MÁS
Ya tiene distribuidora

La cadena Cinépolis anunció en el marco del FICM que ellos se encargarán de estrenar en nuestro país la cinta "Desierto".

Miguel Rivera, vicepresidente de programación de esta cadena, calificó como un "orgullo" la posibilidad de distribuir la película, al tiempo que calificó la obra como de "trascendente", y posiciona a Jonás Cuarón (su director) como "uno de los realizadores más importantes de la actual generación".

El largometraje llegará a las pantallas mexicanas en el primer trimestre de 2016. Otras cintas distribuidas por Cinépolis fueron La Jaula de Oro, Presunto culpable, Hilda, Elvira de daría mi vida pero la estoy usando, Eco de la montaña y De Panzazo, entre otras.
 
¿DE QUÉ SE TRATA?
Drama fronterizo

Descarnada y sin medias tintas, Desierto relata su historia en la frontera entre México y Estados Unidos. La cinta cuenta la persecución obsesiva a la que es sometido un migrante mexicano (Gael García), a manos de un vigilante enloquecido (Jeffrey Dean Morgan). El largometraje, desolador y angustiante, se vuelve también asfixiante al haber sido rodado en el desierto mexicano.