Una comedia muy tapatía

GUADALAJARA, JALISCO (05/SEP/2015).- Luego de formar parte del programa de la llamada Gran Fiesta de Cine Mexicano, que se presentó en el Cineforo de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el estreno de la cinta tapatía ''Una gringa para cenar'' (2015), dirigida por Alejandro Trigos y presentada en conjunto por las compañías Amore Films y Pot Still Productions, busca atraer más recursos para producir cine jalisciense.

Este largometraje —el segundo de estas empresas productoras, tras ''El eco del miedo'' (2011) — es una comedia romántica de enredos, en la que un joven se enamora de una chica estadounidense que vive en su mismo vecindario y, al invitarla a salir, se desencadenan los acontecimientos; así, el reparto se conforma de talento local y en él participan Renné Antunez y Fercho Chávez, acompañados por Luis García, Alain Antunez, Carlos Hoeflich y Vera Wilson.

Promover y buscar recursos

Para David Ruiz, productor ejecutivo, la actual ''ausencia de apoyos'' al cine en la ciudad comienza por “la falta de infraestructura”, pero no oculta su optimismo y, tras dos largometrajes, reconoce lo aprendido y, tras la adquisición de equipo, el objetivo es ''dar a conocer este trabajo; una comedia divertida, para relajarse''.

Así, en el futuro cercano, se persigue promover estas producciones en el Sur de los Estados Unidos, lo mismo que ''atraer capital que pueda inyectarse en la industria cinematográfica de Jalisco; la idea final es hacer cine en México, más barato pero verdaderamente profesional, capaz de seducir y crear un público''.

La cintas locales también servirían de plataforma para que los estudiantes de cine se integren a esta industria.

Labor profesional

Los productores de la cinta, Bibiana Barba y Mario Pérez (de Amore Films), así como David Ruiz (de Pot Still Productions), coinciden en que se trata de una película ''de bajo presupuesto'' —en la que sólo se trabajó 12 días con un crew de 25 personas y cuyo costo total fue de apenas 12 mil dólares— pero su interés primordial, destaca Barba, ''es el apoyo al talento local, hacer cine para brindarles una oportunidad de trabajo para que adquieran experiencia''.

Tras las buenas críticas y estreno comercial de su primera película, ''El eco del miedo'', los productores regresan ahora con una comedia ''100% tapatía'' que es resultado de ''la labor profesional'' de un equipo que apuesta por incentivar la producción local que, esperan, registre más y mejores dividendos tras sus funciones de jueves y viernes en el Cineforo.

En palabras de Mario Pérez —quien también es autor del guión de la cinta—, los ''ahorros'' en la producción parten del ''sacrificio'' de suprimir cobros y la adquisición de equipo profesional, aunque está convencido de que el camino ''para hacer cine es comenzar con producciones de bajo presupuesto para, después, realizar las de mayor inversión'' y, además, es una labor que ''beneficia a egresados y alumnos de las carreras de cine en la ciudad, al brindar una plataforma laboral que brinda experiencia y sirve para su desarrollo posterior''.