Verónica Langer y Andrés Clariond Rangel, tras la historia perfecta

GUADALAJARA, JALISCO (03/SEP/2015).- Ella, una primera actriz siempre tras un nuevo reto. Él, un nuevo talento de la dirección que trata de explotar historias alternativas. Son Verónica Langer y Andrés Clariond, y los dos encontraron lo que buscaban en la película “Hilda”.

Para el cineasta regiomontano Andrés Clariond Rangel, hacerse camino en la industria fílmica es un proceso que lleva tiempo, más si se trata de presentar una ópera prima, como es el caso de “Hilda”, su primer cinta que llega a cartelera este 4 de septiembre con 150 copias a nivel nacional estrenándose primero en Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey para posteriormente llegar a toda la República.

En entrevista para esta casa editorial, habla de la búsqueda de apoyo para presentar una trama donde el humor negro juega un papel predominante mientras se desarrolla la relación de una mujer de clase alta con su sirvienta, una interacción donde la soledad, la clase social y la locura son una mezcla terrible y muy satisfactoria.

“Presentar una ópera prima es muy complicado porque no hay ningún antecedente para que la gente crea en ti. Entonces sí se te cierran puertas, sobre todo cuando le tiras tan alto con un guión complicado y ambicioso. La gente estaba muy escéptica de que pudiéramos llevar a buen puerto el guión, yo soy de Monterrey, pero todo esto sucedía en la Ciudad de México, allá conseguí dos productores muy jóvenes y muy talentosos”.

En cuanto a la comedia negra, que es donde se desarrolla su película que tiene como protagonistas a Verónica Langer como “Susana” y a Adriana Paz como “Hilda” —la  primera en el papel de la patrona y la segunda en la piel de la empleada doméstica—, Andrés comparte que desde siempre ha tenido una afinidad con el sarcasmo y la ironía, aspectos que también imprime en sus editoriales que son publicadas en un diario de Monterrey.

Una mujer compleja

Los personajes complejos son un garbanzo de a libra que muy pocas veces se dan, y si no se cree que es así, basta con ver la labor de Verónica Langer, quien después de mucho tiempo obtiene un protagónico en el cine con gran peso y con una visión distorsionada de la realidad, del clasismo, del abuso de poder y hasta de racismo, todas estas características las tiene su personaje “Susana”. “Para mí es una gran ilusión tener esta oportunidad de hacer un personaje donde hay el chance de bordarlo y ver su evolución compleja que tiene a lo largo de la historia, para mí fue muy interesante y ahora que veo la película en la pantalla digo que valió la pena porque fue mucho esfuerzo y mucha dedicación”.

La actriz, quien también tiene larga experiencia en telenovelas como “Mirada de mujer”, que rompió records de audiencia en TV Azteca, destaca que este protagónico que tiene en la película representó un gran reto que le demandó mucha atención porque, prácticamente aparece en toda la cinta. “Sí, claro que se siente una gran responsabilidad, pero pienso que eso es lo que vale la pena y lo que hace interesante el trabajo, yo tomo los retos para romper los propios límites y esta película me dio eso”.

Soledad

Para Verónica Langer fue muy interesante desarrollar a una mujer que cuando llega a una edad madura comienza a sentirse como un mueble más de su hogar, comienza a sentirse marginada de la sociedad  y toda esa frustración la desahoga en su sirvienta.

“Es ver a una mujer de cierta edad que va siendo relegada y va perdiendo el sentido de su vida —está presente un machismo—, ella tendría que transitar por otro camino, intenta volver a sus ideales, pero encuentra burla, desprecio… Es una mujer que si hubiera estado sana mentalmente se hubiera puesto a  estudiar, se hubiera divorciado, se hubiera puesto a buscar un trabajo, pero no lo hizo”.

 Señala que darle vida a “Susana” fue muy agotador, pero también muy apasionante. “Mientras filmaba también estaba en el teatro, fue muy extenuante, pero yo soy muy apasionada de mi trabajo, me gusta muchísimo, me entrego siempre y con Andrés (el director) que tenía mucha claridad de lo que quería fue más fácil, me gustó vivir esta locura de Susana que es un personaje bien intencionado, pero todo le sale mal”.

Abuso expuesto

Cuando Andrés Clariond estudiaba cine en Nueva York presenció un montaje donde se representaba el abuso del poder y la burguesía, por ellos es que se inspiró para escribir y dirigir “Hilda” con un tema muy explorado en México, el de las empleadas domésticas, pero también muy “manoseado”, como él mismo lo refiere, porque solamente se toca de manera burda en la televisión.

“El trato con las empleadas domésticas está como en el limbo porque no hay reglas, no hay derechos. Entonces, la gente sí abusa excusados en las necesidades de los empleados. Yo sé historias de señoras que cuando tienen un bebé recién nacido, quieren que la empelada esté al lado de la cuna velándole el sueño sin cerrar el ojo y de esas historias hay muchas en la clase alta que no necesariamente nos enteramos de ellas”.

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Hilda. / Con Verónica Langer, Adriana Paz y Fernando Becerril. Estreno en cines: 4 de septiembre