Sueños y realidad a través de 'Alicia en el país de María'

GUADALAJARA, JALISCO (11/MAR/2015).- El mundo onírico nunca había comulgado también con la realidad en la correlación cinematográfica que ofrece el cineasta mexicano Jesús Magaña, quien estrenó su filme “Alicia en el país de María” en el FICG bajo esta perspectiva donde resalta de una manera muy natural la estética de su cinta, que sirve primordialmente como elemento narrativo. Este proyecto vio su primera proyección en Guadalajara frente a un nutrido público, y en él participan los actores Bárbara Mori, Stephanie Sigman, Claudio Lafarga y Angélica Aragón.

“Alicia en el país de María” es un viaje a los sueños de “Tonatiuh” (Lafarga) donde se desarrolla la codependencia emocional que vive en el  mundo terrenal con “María” ( Mori) y donde encuentra en “Alicia” (Sigman) una segunda oportunidad para redimir sus errores. En entrevista para esta casa editorial, tanto el director como el elenco hablan de la magia de esta cinta, que tendrá su estreno nacional entre septiembre y octubre de 2015 con una distribución de 80 a 120 copias.

“En esta película el mundo onírico con el de la realidad alcanza a convivir de una forma coherente. A ‘Tonatiuh’ lo conocemos a través de sus relaciones personales que tienden a ser de manipulación, que son autodestructivas y es interesante explorar ese universo del mundo de las oscuridades, de los chantajes, cosas que en mi vida diaria intento que no permeen, pero que para interpretar son muy divertidas, porque hacen que los conflictos crezcan y se desarrollen”, asegura Claudio Lafarga.

Oportunidades propias

Bárbara, quien también  es productora del filme, reconoce que le encantó desarrollar a “María”, una mujer muy conflictiva pero al mismo tiempo indefensa. “Ella es una actriz y me identifico en esa parte. Yo tengo mis fracturitas, como todos los seres humanos las tenemos, y algunas las puedo identificar con ‘María’. Desarrollar el personaje fue muy padre, porque es una mujer que fue abandonada, que tiene un pasado muy oscuro, pero que al mismo tiempo es muy tierna, apasionada, necesita amor”.

Sigman, que cierra el triángulo amoroso en esta historia, se vio llamada por el guión y por una especie de déjà vu que tuvo cuando se acercaron a ella para que fuera parte de la película; por otra parte, resalta que siempre trata de que el público se sienta identificado con lo que ve en pantalla.

“El propósito del arte en general es que uno se identifique, que uno lo sienta, que le pasen cosas y reflexiones a nivel humano individual y social. En lo personal me fascina el mundo de los sueños, es un mundo aparte y único. Todo lo que tenga que ver con explorar al ser humano y las diferentes versiones de lo que uno puede ser o llegar a transformarse es fascinante y ‘Alicia’ es un personaje bien bonito”.

Cine de autor

Si bien las películas de Magaña se rigen por ser más de autor que comerciales, el director reconoce que con esta cinta la apuesta es alta porque la idea es que compita con otros largometrajes de la cartelera nacional, y en ese sentido, destaca mucho la manufactura de “Alicia en el país de María”.

“Tuve la ventaja de trabajar con grandes profesionales que me saben leer muy bien, Charly Iturriaga hizo bellísimos efectos especiales que son mas narrativos, que dan lugar a que se construya la atmósfera, no es el hecho sólo del 'show' por el show”. En tanto, Angélica Aragón es optimista al decir que este tipo de cine que se preocupa por la calidad es el que falta en México.

“Una película como esta yo creo que me tranquiliza de que vamos por buen camino, porque sí hay mucho mérito en los realizadores mexicanos, porque salimos de muchos años de vulgaridad y de un cine demasiado irrespetuoso, muy barato y malhecho, pero ya hay un proceso de maduración”, señala.