'El cine no tiene nacionalidad': Martín Hernández

GUADALAJARA, JALISCO (08/MAR/2015).- Sin pretensiones ni egos. Así llegó al Festival de Cine de Guadalajara Martín Hernández, el diseñador sonoro de “Birdman”, filme de Alejandro González Iñárritu, que en la pasada entrega de los premios Oscar se acreditó cuatro estatuillas: Mejor película, dirección, guión original y fotografía.

Martín Hernández, que obtuvo nominación por su trabajo auditivo en "Birdman" —aunque “Whiplash” de Damien Chazelle ganó el galardón— habló sobre los retos que implica el participar en un proyecto como el de González Iñárritu, donde a pesar de tener una clara idea de que lo se quiere lograr, no se sabe a ciencia cierta hacía dónde aterrizará el resultado final hasta que finalmente llega a la pantalla.

“Lo más interesante de hacer las cosas es que no te das cuenta cuándo empezaste, de repente ya estás haciéndolas y eso tiene un resultado, no sabemos si es favorable o no. Cada cosa que haces es como llevar un centavo al banco. No sabes qué pasará mañana”.

Ante la idea de que el éxito de "Birdman" puede adjudicarse como un triunfo de la industria cinematográfica mexicana por la nacionalidad de Inárritu y su equipo de trabajo (con Emmanuel Lubezki, por ejemplo), Martín Hernández expresó que en el cine es complicado hablar de orígenes y estilos que representen a toda una cultura y sociedad por completo, ante la diversidad de mentes y tradiciones que convergen para construir una historia en tiempo y espacio definido.

“El director es quien empieza la conversación, el primero que ve la escena. En el caso de Alejandro es quien tiene y trabaja el guión, ahí se establece la idea y después los actores la absorben e interpretan. Cada una de las partes que se adhiere al proceso va interpretando, es como una semilla que va creciendo y se va enraizando hasta llegar a ser un árbol muy grande”.

Largo camino

Hernández, que ganó el Ariel en la categoría de Mejor sonido por “Amores Perros” (2001) y el Goya en la misma categoría, por “El laberinto del fauno” (2007), comentó que la experiencia de ser nominado y coronado con diversos galardones a lo largo de su carrera le permite evitar caer en una zona de confort que lo encasille a un solo estilo y manera de trabajar.

“Cada uno de nosotros interpretamos esa idea en lo que nos corresponde, yo la tengo que ejecutar en un mundo sonoro. Cada vez que trabajas te enfrentas a un reto en el que tienes que empezar de cero. Estás empezando con un nuevo proyecto o director, eso lo hace muy interesante porque el reto sigue siendo igual de primigenio que el que hiciste hace 20 años”.

Agregó no sentirse agobiado ante el furor que causaron las nueve postulaciones de "Birdman" a los premios de la Academia, por el contrario, hizo de esta experiencia una reflexión sobre los trabajos futuros que lleguen a sus oídos para seguir sorprendiendo al espectador y, sobre todo, tentarse nuevamente a superar las complicaciones que las grandes producciones de esta naturaleza tienen. “El camino siempre tiene hoyos y topes, no es fácil nunca. Lo más saludable es esperar que viene el golpe y eso nos da la posibilidad de ver nuestras propias limitaciones, porque si no, parece chiste. ('Birdman') No fue agobio, fue una bonita experiencia, es una celebración que siempre compartes. Esto es como un abrazo y quieres compartirlo, continuarlo y eso es con lo que me quedo”.

Maestro dispuesto

El diseñador no sólo visitó nuevamente el encuentro tapatío para hablar de los tecnicismos y herramientas sonoras que respaldan su trayectoria y le valieron una nominación a los Oscar —aunque después fue descartado— por el trabajo rítmico que imprimió a la película protagonizada por Michael Keaton y Emma Stone. El experto que también hizo lo suyo para “Amores Perros”, dejó que los micrófonos se abrieran libremente a los emergentes cineastas que le consultaron inquietudes y dudas respecto al desarrollo sonoro.

“Para mi es tener acceso a otras vivencias, vengo por eso, soy el mayor beneficiado de esta experiencia, de ver otros ángulos de vista con esquemas diferentes de necesidades de producción, con otros requerimientos, gente nueva que está empezando y tiene o quiere hacer su primera obra. Eso tiene un alto valor para mí”.

¿Fórmula del éxito?

Para Martín Hernández no existe un método infalible para cautivar a los productores y directores que le confían la estructura sonora de un proyecto, también implica cómo es que el espectador recibirá la propuesta planteada, y sobre todo, la satisfacción que él mismo tendrá al dar el punto final a su propuesta.

“Yo nunca, ni hoy que tengo 50 años, pensé en querer hacer esto, no sabía ni que era esto, si lo quería o cómo lo iba hacer. Lo único que cambia con el tiempo es que tú te vuelves más viejo y que tienes un poquito de perspectiva de las cosas, no sé si eso se llama experiencia, yo creo que no. Tienes que seguir haciendo las mismas cosas, ¿cómo logras algo?, pues trabajando”.

Hernández destacó que es de vital importancia dejarse llevar por las circunstancias de cada película, pero siempre procurando saber que será necesario experimentar nuevos caminos que permitan un crecimiento profesional que lleve a un nuevo nivel sin perder la esencia que te caracteriza.