Pasiones tormentosas con 'Yo no creo en los hombres'

GUADALAJARA, JALISCO (01/SEP/2014).- Hacer una nueva versión de un melodrama antiguo es muy común en Televisa, la mayoría de los productores argumentan que, —aunque les molestan las palabras “refrito” y el propio anglicismo de remake, por considerarlos términos peyorativos—, las seguirán realizando porque son buenas historias que merecen contarse una y otra vez.

Este es el caso del melodrama titulado Yo no creo en los hombres, una actualizada versión de la telenovela homónima e historia clásica de Caridad Bravo Adams que fue protagonizada por Adriana Roel y transmitida en 1991, misma que ahora está siendo producida por Giselle González (igualmente para Televisa) y que se estrena este lunes ocupando el horario que dejará vacante El color de la pasión, en punto de las 18:15 horas.

Una apuesta alternativa

La nueva producción de Giselle González estará enfocada en problemáticas de índole social, sin olvidar que se trata de una historia que tiene el amor como uno de sus principales pilares.

El melodrama tratará de la interrelación de las mujeres con sus hombres y cómo ellas al ser engañadas padecen y dejan de creer en la figura masculina; aún así no se pretenderá atentar contra el sexo masculino desde una óptica feminista, sino ofrecer una visión que vaua más allá de la simple infidelidad y el deseo de venganza.

“La telenovela está realizada en un tono realista que refleja la visión o percepción de los hombres y las mujeres que, en medio de su cotidianidad, viven y sienten para relacionarse y la mayoría de las veces para sobrevivir”, expuso la productora durante un encuentro con los medios de comunicación.

Este melodrama estará protagonizado por Adriana Louvier y Gabriel Soto, además cuenta en su elenco con: Sofía Alexander, Rosa María Bianchi, Alejandro Camacho, Juan Carlos Colombo, Azela Robinson, Macaria, Flavio Medina, Pedro de Tavira, Estefanía Villarreal, en un cuadro de actores más.

Adriana Louvier, Gabriel Soto y Flavio Medina serán los encargados de darñe forma al triángulo amoroso.