Sábado, 20 de Abril 2024
Entretenimiento | La unión de dos talentos: Francisco 'Payó' González y 'Beto' Gómez

Hermandad tapatía hecha cine

Un tapatío y un sinaloense unen su creatividad para fijar nuevos horizontes en la industria cinematográfica

Por: EL INFORMADOR

La formación de ambos en el Séptimo Arte fue en la Ciudad de las Rosas. ESPECIAL /

La formación de ambos en el Séptimo Arte fue en la Ciudad de las Rosas. ESPECIAL /

GUADALAJARA, JALISCO (09/JUN/2014).- Dos cabezas piensan mejor que una, reza el popular dicho, y tal parece que en el cine esta idea es una excelente fórmula para alcanzar el éxito y mantenerse en él. Un ejemplo son Alberto “Beto” Gómez y Francisco “Payó” González, creadores cinéfilos que han decidido complementar su ingenio creativo al encontrar la chispa de la perfección que los encamina al mismo objetivo.

Desde hace más de una década, “Beto” y “Payó” son una dupla inseparable y aunque cada uno ha demostrado independencia y gratificación en sus proyectos personales, el par ha optado por dar luz verde a producciones en conjunto, en donde los aplausos y el reconocimiento han sido halagadores.

Francisco “Payó” (1975) es tapatío, en tanto que “Beto” Gómez nació en Culiacán, Sinaloa (1969), pero su formación en el Séptimo Arte floreció en la capital jalisciense en su juventud, impulsándolo a buscar nuevos horizontes que le ayudaran a perfeccionar su visión sobre la pantalla grande.

“Salvando al soldado Pérez” fue la película que presentó con mayor fuerza a este dinámico dúo en la cartelera nacional, dando ejemplo de cómo el humor mexicano ha evolucionado y cómo los clichés culturales pueden romperse bajo un argumento de reflexión y crítica social.

“El tipo de humor que buscamos es accidental, que en ocasiones no sabes si reírte, asustarte o llorar”, expresa Gómez coincidiendo con la idea de que “esta comedia está implicita en la historia, lo estás viendo desde una perspectiva de humor pero los personajes toman todo muy en serio”, agrega “Payó”.

Actualmente, “Payó” y Gómez alistan el estreno de “Volando bajo”, su más reciente producción en la que ambos rinden homenaje a la nostalgia mexicana a través de la cinematografía y la música popular de la década del ochenta.

Con este nuevo filme, Gómez retorna a los reflectores en el cargo de director, además de colaborar en la creación del guion junto a “Payó”, con una historia que promete revelar “los placeres culposos” de todo un país.

“PAYÓ”, UN DIÁLOGO INTELIGENTE


La crítica no le quita el sueño. Francisco “Payó” goza de un reconocimiento en el Séptimo Arte mexicano gracias a la innovación y audacia que brinda en cada guión que estructura. Este tapatío no se inició en el cine bajo la idea de encontrar el hilo negro del entretenimiento, pero sí para ofrecer una nueva forma de descubrir personajes e historias capaces de identificarse con el espectador.

Quizá sea “Salvando al soldado Pérez” la película que catapultó el trabajo de “Payó” con un impacto internacional, pues fue responsable de escribir cada diálogo de la trama protagonizada por Miguel Rodarte en 2011, y que de paso, ayudó a mostrar otra perspectiva sobre la comedia y la reflexión en relación a los conflictos sociales, como el narcotráfico.

A la trayectoria de “Payó” se suma “Volando bajo”, filme dirigido por su inseparable “Beto” Gómez, en la que pretende dar continuidad a ese estilo cómico y relajado del cine nacional con la concepción de personajes que recuerdan que las producciones ostentosas no siempre aseguran el éxito a la cultura popular.

“Payó” no solo se dedica a la escritura cinematográfica, pues su talento también se expone en la faceta de productor y director, actividad de la que nacen proyectos como “Floppy”, cortometraje de 2008 donde desmuestra que en cuestión de minutos, las historias que escribe cargan con una fuerza directa y social.

“Algo que cuido mucho, más allá de colocar los chistes, es la evolución emocional de los personajes, que el espectador sienta ese viaje, una búsqueda sobre los sentimientos, que eso quede muy claro. Cuando mezclo esos momentos intento obtener algo entrañable”, comenta.

“Payó” expresa que la experiencia cinéfila que ha tenido, a pesar de los complicados y exitosos momentos, le permite sentirse seguro para decir que “la vida hay que aprovecharla para contar las historias que te importan, y aunque sea una comedia puedes decir cosas muy importantes”.

En su aportación al guion de “Volando bajo”, el tapatío augura una respuesta positiva al considerar que el trabajo que se logró entre la producción, los actores y este dúo de creativos, será la clave para compartir una película nacida desde la fraternidad y la calidad.

“En los personajes, Beto y yo volcamos esa hambre de seguir contando historias, de seguir haciendo más cosas, no importa cómo pero vamos para adelante. Eso es lo que más valoro”.

Para “Payó” la idea de que las cosas sucenden por algo significa la plenitud de su carrera, con todo lo bueno y lo malo que haya vivido: “las cosas agradables con mezcla de lo negativo, tal vez los errores son los que te llevan a esos caminos desconocidos”.

En 2005, Payó se hizo acredor al premio Morelia Lab Award, en el Festival Inernacional de Cine de Morelia, gracias a su colaboración en “Hombre de una pieza”, junto a Celso García.

FRASE

“En los personajes, Beto y yo volcamos esa hambre de seguir contando historias, de seguir haciendo cosas”.

Francisco “Payó” González
, cineasta.

FILMOGRAFÍA

Su trabajo más destacado


Volando bajo (2014), Salvando al soldado Pérez (2011), Sucedió en un día (segmento “El último de los chichilucos en 2010), El último chichiluco (2009), Floppy (2008), Por un puñado de rosas (2005).

REFLEXIÓN SOBRE LA PANTALLA


Rebelde del cine, eso es lo que define al director sinaloense “Beto” Gómez, que pese a los malos augurios y la falta de impulso cinematográfico en su inicio, tiene el privilegio de decir que sus producciones han llegado hasta la cartelera y con el respaldo positivo del público.

Su estilo se colma de humor, de situaciones que reflexionan sobre la identidad cultural de una sociedad entera. Como director y guionista, “Beto” Gómez se ha hecho de un nombre que asegura momentos de calidad frente a la gran pantalla del cine.

“Habrá críticas buenas y malas, porque México es un país muy canibal. En este negocio lo que me identifica es la terquedad, la osadía de seguir peleando es vital para mi. Para el verdadero cineasta no importa la edad, ni las complicaciones, ni los gobiernos, porque él filma contra viento y marea”, comparte.

Empezó en “El agujero”, ópera prima que le permitió saber que hacer cine en México no es cosa fácil, pero con más de 17 años de experiencia en el rubro, Gómez ha compartido frutos y una filosofía visual que le han rendido aceptación en la taquilla, como fue el caso de “Salvando al soldado Pérez”, que lejos de parodiar historias ya conocidas, busca dar un humor relajado.

“Lo que para unos es gracioso para otros no, siempre buscamos ese lado universal donde pueda exisitir una conexión. Son personajes que no pretenden hacerse chistosos pero en su misma ingenuidad contectan con la gente. Ese es el humor que intento armar junto con Payó”, explica el directivo al describir el detonante que lo ha unido junto al tapatío por más de una década de trabajo.

Aunque las obras de Gómez exploran el humor como espina dorsal en sus películas, el director asegura que más que la comedia, es el melodrama el que está dando una nuevo giro a las temáticas del cine nacional.

“En la vida se ríe, se llora, se emociona y por eso hubo una conexión muy fuerte en la época de oro del cine mexicano. Veíamos las películas de Pedro Infante y era estar de la risa y de repente soltar la lágrima. El medrolama forma parte de nosotros. Cuando una cinta te puede sacudir esas emociones son las que conectan contigo. La comedia es difícil, lo importante es que al espectador le dejemos huella, emocionarlo”.

Como ejemplo cita a Germán Valdés “Tin Tan”, el pachuco mexicano que en el cine inmortalizó un humor blanco lleno de picardía y anhelos, características en las que “Beto” Gómez encuentra una inspiración básica.

“Hacía personajes totalmente complejos y entrañables, y ese tipo de juego di a Volando bajo, en donde la historia puede sacarte de México pero te sigues sintiendo aquí”, destaca el creador al detallar que algunos elementos de su más reciente película surgen de su admiración a los directores y actores de la época dorada.

Si algo rescata Beto Gómez de su andar por el séptimo arte es la virtud que ha adquirido para saber que “menos es más” y que los detalles más simples y sencillas son las que logran conectar con la audiencia y dar consuelo a su imaginario cinematográfico.

FRASE

“En este negocio lo que me identifica es la terquedad, la osadía de seguir peleando es vital para mí”.

Alberto “Beto” Gómez, cineasta.

FILMOGRAFÍA

Han compartido el mismo set

El agujero (1997), El sueño del Caimán (2000), Puños rosas (2004), El soldado Pérez (2011), Hasta el último trago... corazón! (2005) y El último chichiluco (2009).

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