El TLC cerró la distribución del cine nacional

GUADALAJARA, JALISCO (24/MAR/2014).- Dicen los que saben, que rodar una película es una odisea. Pero la batalla por verla terminada no concluye una vez que se lanza el grito de “corte y queda”. Lo más difícil viene después, cuando hay que distribuirla y luego conseguir que se proyecte en las salas.

El año pasado se produjeron más de 100 largometrajes totalmente mexicanos o en coproducción con otros países entre documentales y obras de ficción. La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine) contabilizó 60 estrenos nacionales de un total de 380 títulos que se proyectaron en salas comerciales, según un informe de la propia cámara.

La legislación obliga a las empresas exhibidoras a reservar 10% del tiempo total para la proyección de películas nacionales por un periodo no menor a una semana, “salvo lo dispuesto en los tratados internacionales en los cuales México no haya hecho reservas de tiempo de pantalla”.

Este último párrafo es trascendental, como lo menciona Rodolfo Guzmán, realizador tapatío de El secreto del medallón de jade. Afirma que colocar filmes mexicanos en pantalla se complicó a raíz de la aprobación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), un tratado internacional para el que nuestro país no hizo “reservas de tiempo de pantalla”: “Nos afectó mucho porque no se protegió la cultura y entonces tenemos un ingreso indiscriminado de películas de Hollywood”.