El nuevo capítulo de la saga que se caracteriza por ser épica y sangrienta con impresionantes efectos tecnológicos llega con una nueva batalla donde el mar, a lo largo de Salamina, toma todo el contexto. El general griego "Temístocles" (Sullivan Stapleton), intenta unir a toda Grecia al liderar el ataque que cambiará el curso de la guerra. Él y sus corpulentos hombres enfrentarán al despiadado Dios, "Xerxes" (Rodrigo Santoro), y su mano derecha, "Artemesia" (Eva Green), la vengativa comandante del ejército persa que está dispuesta a todo por tal de convertirse en algo más supremo que su propio amo. Ella es ese toque femenino arrebatado y malévolo que le agrega un plus a la historia donde se vuelve más atractiva, pues el arte de la guerra y la seducción se fusionan en un estruendoso enfrentamiento. "No es común ver a mujeres de carácter luchar en un filme de acción, y es simpático. Es como un hombre en el cuerpo de una mujer. Se pone los pantalones y es valiente". Hay una explicación por la que esta mujer desea ver a los griegos muertos y que su imperio caiga y ese es que fue víctima de abuso por hombres de este linaje y a pesar de que ella lleva la misma sangre, su sed de venganza es tal que sobrepasa sus propios límites de la cordura. "Se construyó una armadura para sobrevivir y su venganza la ciega y obsesiona. Está completamente loca". Luego de ocho años de la primera entrega que resultó ser un éxito comercial a nivel mundial, "300: El nacimiento de un imperio" busca repetir la fórmula con su estreno que llega a toda América Latina y Estados Unidos, sin buscar ser una precuela o la continuación de la otra que recaudó más de 450 millones de dólares en su estreno. Lo que sí une a este filme con el anterior es la participación Santoro, como "Xerxes", el único personaje que continúa haciendo de las suyas. "Debía ser coherente con lo que había hecho en el primer filme, pero en seis años cambié, tengo una manera diferente de ver las cosas. Y es un verdadero desafío interpretar el mismo personaje con un nuevo enfoque". EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA